sábado, 31 de enero de 2009

¿Por qué acontecen sucesos malos?

¿Por qué se murió mi esposo o mi esposa? ¿Cómo le fue a dar cáncer a mi hermana? ¿Cómo es posible que se haya muerto mi hijo? ¿En dónde estaba Dios cuando me robaron mi herencia? ¿Por qué Dios permitió que sucediera algo así? Estas como muchas otras preguntas nos las hemos hecho durante el transcurso de nuestra vida, pero, como le dijo Jesús a Juan cuando le limpió los pies: "Lo que yo hago ahora tu no lo entiendes hoy, pero lo entenderás mañana" (vea Juan 13:7).

Hay acontecimientos que nos marcan para toda la vida, y en el corazón del hombre queda un vacío difícil de llenar. Y lo peor que nos puede pasar en esos momentos difíciles es: estar en desconocimiento de los tratos del Señor para con nosotros, o, ser acompañados por personas que no saben cómo ayudarnos. Lo primero porque nos puede traer un distanciamiento para con Dios quien es el que permite todo en nuestras vidas, que no nos va a permiter sacarle el provecho debido a la situación, y lo segundo, porque puede entrar amargura a nuestros corazones debido a la autocompasión de ¿por qué a mí? si soy una buena persona.

Mejor ejemplo de una persona buena a la que le pasó de todo no lo podemos tener sino en la persona de Jesucristo, pero su muerte sirvió para salvar al mundo; otra persona buena que murió sin aparentes razones es Esteban, pero sus ropas las pusieron a los pies de un tal Pablo o Saulo de Tarso que llegó a ser un titán en el evangelio; unos eran cojos, otros eran ciegos, otro murió como Lázaro... pero todos con una razón que en su momento nadie entendía, pero que hoy, a través de los tiempos vemos por qué... y logramos entender que no necesariamente lo que Dios permitió era malo.

viernes, 30 de enero de 2009

¿Quiénes y por qué mataron a Esteban?

Esteban fue el primero de los siete diáconos que eligieron al principio de la iglesia primitiva para servir a las mesas, era un hombre lleno del Espíritu Santo, de sabiduría, y de fe (vea Hechos 6:3 y 5). Y Esteban también fue lleno de gracia y de poder, y hacía grandes prodigios y señales (vea Hechos 6:8), lo cual le trajo la envidia y el odio de judíos religiosos que estaban en contra del evangelio de Jesucristo. No olvidemos que la Doctrina (Didache) que trajo Jesucristo, y que predicaron sus discípulos era diferente a la Ley de Moisés (Torá) que predicaban los religiosos.

Quienes predicaban el evangelio hacían que las gentes se salieran de las sinagogas o cuestionaran la enseñanza de las mismas, por ello, los religiosos para "evitar un éxodo masivo" aplicaban el concepto de "excomunión" a todo aquél que escuchara el evangelio en lugar de la Ley y las tradiciones establecidas (vea Juan 12:42 en donde hasta los gobernantes creyeron en Jesús y su evangelio pero lo hacían a escondidas por temor a ser expulsados o excomulgados). Pero la historia demuestra que el temor de la excomunión no intimidó ni detuvo el crecimiento de la Iglesia de Jesucristo, pues el evangelio cubrió el mundo poco a poco.

Con respecto a Esteban, dice Hechos 6: del 8 al 15 y 7:1 que los "religiosos" (léase los de la Sinagoga y el Sumo Sacerdote) soliviantaron al pueblo pero no encontrando faltas en Esteban más que la predica del evangelio de Jesucristo, tuvieron que recurrir a la calumnia y a los falsos testimonios para lograr condenarlo a muerte. Sí, los "religiosos judíos no los civiles ni los militares romanos" asesinaron a Esteban por predicar el evangelio. La calumnia: Prediar palabras "blasfemas" (entiéndase el evangelio) contra èste lugar y contra la ley (de Moiés) y por predicar que "ESE JESUS DE NAZARET" cambiaría las "costumbres" (copiado literal de Hechos 6:14). Ahora, al final de los tiempos de los gentiles, créamoslo o no será exactamente igual, vea Mateo 24:9 y eso tan sólo será principio de dolores.

jueves, 29 de enero de 2009

¿Estamos eligiendo personas idóneas?

La iglesia empezó a crecer y se unían a la iglesia de Jesucristo no solamente judíos que se salían de las sinagogas, sino griegos y de otras nacionalidades que renunciaban a sus creencias, costumbres y tradiciones para seguir el evangelio (vea Hechos 8:27 y 10:1). Como la iglesia primitiva vivía en comunidad (otra diferencia o pudiéramos llamar deficiencia de la iglesia actual) se evidenciaron algunos problemas, como el que vemos en Hechos 6:1 y 2; en donde algunas viudas recibían menos raciones que otras. Pero el hecho importante es la elección de personas idóneas para el servicio, veamos.

Cuando la queja llega a los discípulos estos responden: "No es justo que dejemos la predicación del evangelio, para servir a las mesas; buscad pues entre los hermanos a siete varones (y aquí vienen los requisitos) llenos del Espíritu Santo y llenos de sabiduría", entre quienes se encontraba Esteban.

Todo buen líder, todo buen pastor, cuando elige a una persona para el servicio tiene que estar seguro que la persona es la idónea, en el sentido que debe ser llena del Espíritu Santo lo que indica que debe ser una persona digna, honesta, correcta, confiable no solamente para él como su director sino para la congregación. En otro sentido tiene que ser una persona que lleve tiempo en los caminos del Señor, de lo contrario no será ni entendida en su palabra ni podrá tener sabiduría. Pablo dice que nunca se debe elegir a un neófito o sea a alguien que no sepa la palabra, a alguien que acaba de llegar a los pies de Cristo (vea Primera de Timoteo 3:6) para que no se envanezca. Elegir a las personas idóneas evitará lastimar la fe de los hermanos.

miércoles, 28 de enero de 2009

No en templos hechos de manos

Todos corremos a los templos para "buscar la presencia de Dios" creemos que solamente allí lo encontraremos. Pero Dios le dijo al profeta Isaías en 66:1-4: "El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies... ¿en dónde está la casa que me edificaréis?... "El que sacrifica buey es como si sacrificara hombre, el que sacrificare ofrenda como si ofreciere sangre de cerdo, el que quema incienso como si bendijere un ídolo"... "para ellos escogeré escarnio y les traeré todo lo que temieron porque hablé y no oyeron sino escogieron lo que me desagrada".

Jesús le dijo a la samaritana: "La hora viene en que Dios será adorado en espíritu y en verdad" (ver Juan 4.21-24) ¿Por qué razón se lo dijo? Porque Jesús siendo el Hijo de Dios hecho hombre sabía lo que le agrada al Padre: "Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi palabra" (ver Isaìas 66:2). No decimos que ir al templo sea pecado, NO. Lo que interpretamos de la Palabra de Dios es que, a Dios lo encontramos en todo lugar media vez seamos pobres y humildes en espíritu, y de la manera que le agrada no de la que le desagrada.

Ir al templo nos facilita el encontrar a Dios porque se supone que todos los que van hacen lo mismo, pero eso no "garantiza" que allí y así sea; lo único que nos garantiza encontrarlo es buscarlo en espíritu y en verdad, según consejo de Jesús. ¿Es imposible que agrademos a alguien haciendo lo que a él le desagrada? definitivamente NO, y eso es lo que nos dice Dios: No me busquéis a vuestra manera buscadme a mí manera. ¿Cómo? Con pobreza y humildad de espíritu, no creyendo que es por ir a templos hechos de manos, pues ahora, el templo es vuestro propio cuerpo. Pablo nos lo dijo en Primera de Corintios 13:16-17. Si queremos encontrar a Dios no pensemos que es por ir al templo... es por cuidarlo.

martes, 27 de enero de 2009

¿Por quê no llegamos a conocer a Dios aun dentro de la Iglesia?

Cuando el pueblo de Israel andaba errante en el desierto en varias ocasiones le dijo a Moisés: Cuando la persecusión ¿Por qué tenías que sacarnos de Egipto para morir en el desierto, acaso no había suficientes sepulcros allí para que fuesemos enterrados? Cuando tuvieron hambre ¿Por qué tenías que sacarnos de Egipto, allí teníamos suficientes cebollas, ajos, pepinos y puerros, mientras aquí morimos de hambre? (vea Exodo 14:11; Números 11:5).

¿Pero qué sucedió con toda esa generación? La Escritura es clara... NO CONOCIERON NUNCA A DIOS A PESAR DE ESTAR EN EL LUGAR INDICADO PARA CONOCERLO. Veamos, de Egipto salieron "como seis cientas mil gentes sin contar niños (vea Exodo 12:37) y ¿Cuántos entraron a la tierra prometida? ... DOS, Josué y Caleb (vea Números 14:30). ¿Acaso no le "impresiona y atemoriza" que de un grupo de cerca de dos millones de personas (recuerde que el pueblo de Israel se había fortalecido y crecido mucho vea Exodo 1:8) no haya entrado ni siquiera el líder, sino solamente dos personas? ¿Por qué?

En el caso del líder: Por hacer su voluntad y no la de Dios; pero el caso del pueblo: Porque no conocieron a Dios a pesar de estar en el lugar indicado, pues estando dentro de la congregación, representada por el grupo en el desierto, tenìan su corazón en Egipto que representa al mundo (vea Hechos 7:39). Ojalá, nosotros hoy dentro de la Iglesia que representa la presencia de Dios, no dejemos de conocer a Dios personalmente por tener o querer tener nuestro corazón en los placeres del mundo; por murmurar de lo que nos acontece como si Dios no tuviera el control de nuestras vidas; por anhelar la comodidad y los desordenes del mundo, la codicia, la mentira, las ganancias deshonestas, etc. Amén.

lunes, 26 de enero de 2009

Obedecer a Dios antes que a los hombres

En dos ocasiones seguidas esa fue la frase de defensa que utilizaron los discípulos cuando las altas autoridades judías querían prohibirles predicar el evangelio. Tanto en Hechos 4:19 como en 5:29 estando presentes el Sumo Sacerdote, los sacerdotes y los ancianos (vea Hechos 4:5-6 y Hechos 5:17).

¿Cómo sabían los discípulos qué era lo que quería Dios que hicieran? Porque "oraban en su presencia"; se levantaban a "platicar con Dios"; presentaban a Dios las "necesidades" de las gentes. Vea cómo es que fue sanado el cojo de nacimiento en la entrada del Templo: "El cojo pide una limosna, más Pedro le da su sanación y le explica cómo y por quién fue: Por Jesucristo de Nazaret" (vea Hechos 3:2,4 y 6; y la explicación la da en el verso 16).

¿Cómo vamos nosotros a obedecer a Dios antes que a los hombres? Haciendo lo que hacían los discípulos todos los días "a la hora de la oración", ir y "orar", pero platicando con Dios específicamente no con vanas repeticiones (vea Hechos 3:1). Y cómo vamos a recibir lo que pedimos, si lo pedimos sin egoísmos y sin motivos ocultos o equivocados. Santiago el hermano de Jesús (èste Santiago es el mismo Jacobo uno de los 6 hijos de María y José vea Mateo 13:55; Marcos 6:1-6; y Lucas 4:22), volviendo al tema Santiago o Jacobo nos dijo: "Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (vea Santiago 4:3). La clave entonces está en pedir en el nombre de Jesús, pedir lo que alguien necesita o necesitamos específicamente, pero sabiendo que obtenemos un compromiso al recibir lo pedido, para agradar a Dios y no a los hombres.

domingo, 25 de enero de 2009

¿Por qué y por quiénes fue la persecusión?

¿ Por qué y quienes persiguieron a Jesús, a los discípulos, a Pablo, y por qué y por quienes seremos perseguidos los cristianos en el final de los tiempos? La historia inicia hace casi 4,000 años, cuando Dios Padre habìa hecho un "Pacto" con Abraham acerca de la circuncisión, y de darle en propiedad la tierra de Canaán pues lo había escogido para hacer de él una gran nación (ver Gésesis 17); pero en Sinaí Dios da los mandamientos a su pueblo escogido, cuyos elementos eran tan sólo "escucharlo, obedecerlo y no tener otros dioses". Pero dicho Pacto fue roto por su pueblo, por ello Dios prometiô un "Nuevo Pacto" en Jeremías 31:31.

El Nuevo Pacto consistía en la "venida de un Mesías" que quitaría la Ley de Moisés para poner una Nueva Ley. Ese Mesías era Jesucristo y la Nueva Ley era el evangelio a la cual llamaron nueva doctrina (Marcos 1:27 y 4:2 y Juan 18:19), por eso lo persiguieron y lo mataron; en ello instruyó a sus discípulos y por eso los persiguieron y los mataron (vea por ejemplo Hechos 5:17 al 21 por ejemplo); Pablo el gran predicador del evangelio fue perseguido y muerto por predicarlo ( vea Hechos13:12,26,32 y 39 y todo el capítulo 24).

Ahora bien, está profetizado que los seguidores del Cristo, "suframos por la sana doctrina" especialmente cuando vengan maestros que enseñen conforme a fábulas y tradiciones (ver Segunda de Timoteo 4:3), y el apóstol Pablo fue más directo aún cuando expreso: "Es necesario que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios" (ver Hechos 14:22). Y finalmente, ¿quiénes persiguieron y perseguirán a los cristianos?... los religiosos. A Jesús lo persiguieron El Sumo Sacerdote y los sacerdotes, a los discípulos los persiguieron El Sumo Sacerdote y los sacerdotes, a Pablo lo persiguieron el Sumo Sacerdote y los sacerdotes, y con nosotros será idéntico. Vea los 4 evangelios, Hechos 5:21, y Hechos 24:1.

sábado, 24 de enero de 2009

¿A quê se reunîa la Iglesia Primitiva? Parte 4

Y la ûltima de las razones por la cual se reunîa la Iglesia Primitiva era para las "oraciones". Ahora bien, tenemos y debemos entender lo que Jesûs y los discîpulos nos enseñaron por oraciones. Jesûs dijo en el Sermôn del Monte: "Cuando orêis NO USES VANAS REPETICIONES como los gentiles (o sea los que NO conocen a Dios) que creen que por sus palabrerîas serân oîdos" (vea Mateo 6:7). Y luego explica: "Cuando pidâis pedid por vuestras necesidades, las cuales el Padre, ya conoce" (ver el verso 8).

Ahora bien, si yo tengo hambre, si estoy enfermo, si yo necesito trabajo, tengo necesidades, si me pongo a repetir: "Dios te salve Marîa" u otra oraciôn, pues Dios salvarâ a Marîa pero yo seguirê con hambre, seguirê enfermo y seguirê sin trabajo porque NO estoy pidiendo por y para mis necesidades. Los discîpulos cuando los griegos murmuraron porque el repartimiento de los alimentos no era justo entre sus viudas y las viudas de los judîos, respondiron asî: "No es justo que nosotros nos dediquemos al servicio de las mesas y desatendamos la "oraciôn" (ver Hechos 6:).

Pero cômo o quê oraban los discîpulos, lo vemos en TODO el libro de los Hechos de los Apôstoles: Por el ciego... pedîan literalmente la vista; por el lisiado... pedìan literalmente que caminara; por el mudo... pedîan literalmente que hablara, etc. Imagînese a los discîpulos diciendo siempre "Ave Marîa o Dios te salve Marîa" por esas necesidades, simplemente, nunca hubiesen tenido respuesta. La respuesta vino porque se pidiô "especîficamente" por la necesidad... que fue lo que Cristo enseñô. Sabîa usted que la palabra que Jesûs utilizô para orar fue "proseûjemai" que significa: Suplicar o pedir. Usted no puede suplicar o pedir algo... repitiendo una misma oraciôn o frase que nada tiene que ver con el problema y la soluciôn especîfica. Meditemos.

viernes, 23 de enero de 2009

¿A quê se reunîa la Iglesia Primitiva? Parte 3

La segunda razôn por la cual la Iglesia Primitiva se reunîa (ver Hechos 2:42) era para tener lo que ellos llamaron "comuniôn", la palabra original de êste vocablo nos explica exactamente què era esa comuniôn,"koinonîa" cuyos significados son "interacciôn social, compañerismo, o participaciôn social". Como podemos ver el têrmino original "comuniôn" lo que nos estâ dando a entender es que habîa una "comûn uniôn o una uniôn comûn" entre los miembros que se reunîan, NO implica en ningûn momento que se reunîan a tomar o comer algo en representaciôn de nada ni de nadie.

La tercera razôn por o para lo que se reunîan era para "el partimiento del pan o tomar una cena completa". Este concepto original es "klâsis artos" que significa "quebrar una hogaza de un pan grande". Lo que nos muestra que en medio de la interacciôn social, del compañerismo, o participaciôn social, tomaban una merienda o compartîan algo de comer y de beber, es mâs, lo que bebîan generalmente era vino. Que êste concepto tampoco implica tomar o comer algo en representaciôn de algo o de alguien, nos lo muestra el apôstol Pablo cuando reclama lo siguiente: "porque al comer algunos se adelantan a tomar la cena, no tienen acaso casas en dônde comer, y algunos hasta se embriagan al beber" (ver Primera de Corintios 11:21).

En otro sentido, vemos que cuando el Señor instituyô lo que es conocido como la "Santa Cena", fue exactamente eso: UNA CENA. La palabra utilizada para cena es "fagô" que implica "comer o devorar". Por ûltimo, si alguien era cumplidor de la Ley y de la Palabra de Dios, era Jesûs el Cristo, su Hijo. Entonces preguntamos: ¿Si Dios habîa prohibido tomar o comer sangre porque allî estâ la vida del animal o del ser humano, cômo iba a faltar a ese mandamiento, y encima a institucionalizarlo? (vea Gênesis 9:4). Meditemos y que el desconocimiento no nos engañe.

jueves, 22 de enero de 2009

¿A quê se reunîa la Iglesia Primitiva? Parte 2

Jesûs, sus discîpulos, Pablo y todos sus seguidores fueron perseguidos porque no predicaban la Ley de Moisês (conocida como La Torâ) ni dentro del Pueblo Judîo ni dentro de los gentiles, sino que predicaban "otra" doctrina (que en griego es la palabra Didache). Doctrina que NO vino de hombres sino de Dios mismo, Jesûs lo dijo asî: "Mi doctrina, no es mîa, sino del que me enviô" (vea Juan 7:16). Y nadie puede decir que era la misma Ley de Moisês con otro nombre porque la Escritura lo dice claramente: ¿Quê "nueva doctrina" es êsta? (vea Marcos 1:27).

El "evangelio", la "nueva doctrina" que Jesûs enseñô, y que sus discîpulos y Pablo predicaron fue llamada por los mismos principales de los religiosos judîos: Una secta, un nuevo camino, una herejîa, y al movimiento lo tildaron de sediciôn (separaciôn o alzamiento colectivo contra la autoridad de la Ley Judîa, en otras palabras protestantes) (vea hechos 24:1, 5,14 y 22).

A los seguidores de la nueva doctrina de Jesûs no los llamaron con el nombre de ninguna religiôn, no fueron llamados Evangêlicos, no fueron llamados Catôlicos, no fueron llamados Musulmanes, no fueron llamados Mahometanos, la Escritura es muy clara al explicar que fueron llamados CRISTIANOS, y eso sucediô en Antioquîa por primera vez, y asî se les llamô de allî en adelante (vea Hechos 11:26). La razôn era porque los que seguîan a Jesûs lo seguîan porque EL era el evangelio mismo, El era el objeto y el sujeto del evangelio, El habîa sido prometido y habîa sido enviado por el evangelio, la DIDACHE, la DOCTRINA DEL QUE LO ENVIO, DIOS PADRE. No era pues, la doctrina de ningùn padre que se creîa Dios, sino, repetimos, la Doctrna de Dios Padre.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿A quê se reunîa la Iglesia Primitiva?

Hace dos mil años la "liturgia o si usted lo prefiere, la agenda" de la Iglesia Primitiva era muy pero muy diferente a lo que se conoce y se practica hoy como liturgia dentro de las congregaciones. En el libro de los Hechos de los Apôstoles nosotros lo podemos comprobar, dice en Hechos 2:42: "Y perseveraban en la doctrina de los apôstoles, en la comuniôn unos con otros, en el partimiento del pan, y en las oraciones".

Veamos detenidamente: Uno, para "perseverar en la doctrina de los apôstoles". La palabra original para perseverar es "proskarterèo" que en griego implica: ser constante, ser diligente, adherirse fijamente. ¿Por quê tenîan que ser constantes, ser diligentes y adherirse fijamente los seguidores de Jesûs y sus apôstoles a êsta doctrina? Por la sencilla razôn de que Jesûs y sus apôstoles NO estaban predicando la Ley de Moisês dada para el pueblo fîsico de Israel, sino estaban predicando la doctrina del "evangelio" para el pueblo espiritual.

Y tenîan que ser "perseverantes" o sea constantes, diligentes y adherirse fijamente, porque iban a ser perseguidos, y perseguidos por gente religiosa y fanâtica que iba a ser capaz hasta de matarlos. Y la historia demuestra que tanto Jesûs, como sus discîpulos, como Pablo el gran apôstol, fueron perseguidos por religiosos y fanâticos. Vea Hechos 14:4 al 7 y Hechos 24:1 al 14 y confirmarâ que son los "religiosos y los fanâticos" los que persiguen al pueblo de Dios. Esto, lo veremos repetirse en el final de los tiempos pues es un patrôn. La verdadera doctrina de Jesûs es el evangelio, eso era lo que EL predicaba y por lo que diô su vida.

martes, 20 de enero de 2009

Tinieblas no sacrificios

Al hombre lo habîan pasado torturando toda la noche, al amanecer del dîa de la Pascua Judîa (ver Mateo 27:15 y 26) lo desnudaron, y le pusieron un manto rojo que simbolizaba el reinado que "El" decîa tener, pusieron sobre su cabeza una corona de espinas, y una caña en su mano, todo repetimos, para simbolizar el reinado que "EL" decîa poseer.

A la hora sexta que eran las doce del dîa, hubo tinieblas hasta las tres de la tarde û hora novena, hora en que muriô Jesûs. A su lado habîan crucificado tambièn a dos ladrones cuyos nombres en la Escritura no aparecen pero que la tradiciôn les ha puesto nombre. Ambos tambièn en tinieblas espirituales, con la diferencia que uno de ellos "reconoce" al verdadero rey y salvador que estâ a la par suya y le dice: "Señor, acuèrdate de mî cuando estès en tu reino" (ver Lucas 23:42).

Muchos andan hoy por el mundo en "tinieblas espirituales" haciendo sacrificios y negândose de muchas situaciones creyendo entrar al reino de los cielos por ello, la Escritura nos muestra que el ladrôn no hizo ninguna de las dos situaciones, simplemente reconociô que sobre toda la tierra no hay otro nombre que dê salvaciôn ni que interceda por un pecador en tinieblas, sino tan sôlo el nombre de JESUCRISTO ( Hechos 4:12). El requisito para entrar al cielo es estar en tinieblas espirituales antes de reconocer a Jesûs como suficiente salvador, no hacer algûn tipo de sacrificio... pues ese lo hizo EL.

lunes, 19 de enero de 2009

Jehovâ recompense tu obra

Noemî estaba casada con Elimelec y tuvieron dos hijos, Malôn y Queliôn, ambos estaban casados uno con Orfa y el otro con Rut, pero luego de 10 años de morar en Moab, donde habîa nacido Rut, nos cuenta la historia que muriô Elimelec y luego murieron sus dos hijos, por lo que Noemî quizo regresar a Belên de donde era nacida, y dispuso, despedir a sus nueras para que êstas rehicieran su vida. Pero Rut en lugar de alejarse de su suegra, la siguiô y trabajô duro por y para ella (Ver Rut capîtulo 1).

En esas circunstancias fue y trabajô en los campos de Booz, el cual se enterô de todas las bondades que Rut habîa hecho para con su anciana suegra, cuando se encuentra con ella le declara: "El Señor Jehovâ recompense tu obra, y tu remuneraciôn te sea cumplida". La historia sigue narrando lo sucedido a Rut, y cômo con el tiempo llegô, incluso, a ser la bisabuela del Rey David (vea Rut 4:17).

El hecho es que muchas veces hacemos algo y en el momento no vemos la recompensa, simplemente porque esperamos que sean los hombres quienes nos den el mèrito, pero con el tiempo es el Señor quien nos honra, y esa honra es mucho mayor que la que hubiêsemos recibido de los hombres. La lecciôn serîa acaso, el consejo que se nos da en el libro de Colosenses capîtulo 3 y verso 23: "Y todo lo que hagâis, hacerlo de corazôn, COMO PARA EL SEÑOR y no como para los hombres".

domingo, 18 de enero de 2009

Era necesario que

Varias veces en las Escrituras leemos la expresiôn: "Era necesario que..." En Juan capîtulo 4 y verso 4 vemos a Jesûs diciendo a sus discîpulos: "Es necesario que... pasemos por Samaria", Samaria era un territorio Judîo por el cual muchos no querîan pasar, pues sus habitantes cuando se realizô la construcciôn del Templo de Salomôn no quisieron ayudar; por eso los mismos judîos de las otras regiones los marginaron, y por ello Jesûs se ve obligado a enfrentar a sus discîpulos diciendoles que no deben bordear la zona, sino pasar por ella. Pero ¿Por quê? Por la sencilla razôn de que allî tambiên habîa ovejas descarriadas del Señor, como la Samaritana que sin ser una ramera declarada habîan tenido ya varios maridos debido a una vida desordenada.

En otra ocasiôn leemos (Lucas 9:22): "Es necesario que... el Hijo del Hombre padezca en manos de los ancianos, de los sacerdotes y de los principales". ¿Por quê? Porque si EL no morìa entonces nosotros, todos los que creemos en EL no podrîamos estar con el Padre nunca (vea Juan 3:16). En otras palabras, cada vez que las Escrituras mencionan la expresiôn: "Era necesario que..." es porque habîa un motivo especial para Dios, y casi siempre, oculto a los ojos humanos.

El hecho es que, quizâs hoy los motivos por los cuales estamos viviendo lo que estamos viviendo; la razôn por la que estamos en la situaciòn en la que estamos; simplemente nos son ocultos a los ojos materiales pero el Señor tiene propôsitos especiales en ello, y en su momento nos va a permitir verlo. ¿Acaso no fue bueno para la Samaritana que le mostraran su vida de desôrdenes? ¿Acaso no fue bueno para nosotros que el Cristo padeciera y muriera, para que nosotros tuviêramos vida eterna? Romanos 8:28 dice: "Todo sale a bien, a los que aman a Dios". Entonces el secreto estâ en "amarlo a EL" para tener la esperanza de que lo que nos sucede... es para bien.

sábado, 17 de enero de 2009

Al paso de la oveja mâs dêbil

Cuando al fin de los años Jacob se reconciliô con su hermano Esaû, êste saliô a su encuentro con el fin de abrazarlo de gozo por tantos años de no verlo, a su encuentro Esaû le dice: "Anda, vamos y yo irê delante de tî" (vea Gênesis 33:12). Eso, porque Esaû estaba felîz y eufôrico de volver a ver a su hermano. Pero Jacob, consciente de que llevaba a sus esposas y a sus concubinas y todas con sus niños, le responde: "No, pase ahora mi Señor y yo irê detrâs de êl, al paso de mis ovejas mâs dêbiles y de mis niños" (vea Gênesis 33:14).

¿Quê lecciôn nos da a nosotros ese pasaje? La euforia del afân es buena en el hombre cuando emprende algo, no hay nada mâs digno para un hombre que iniciar algo pero tambièn terminarlo; dejar una obra a la mitad desdice de una persona (salvo situaciones muy especîficas). Pero, debemos evitar que la euforia nos convierta la obra en una angustia, en una pena, o peor aûn, en una tragedia.

Si recordamos bien, Jacob venîa de Padân una ciudad que estaba situada frente a Ur de los caldeos en las playas de Mesopotamia, hoy conocido como el Golfo Pèrsico y venîa hasta Canaân, hoy conocido como Israel. Lo que significa que recorriô todo el desierto de lo que hoy es Lîbano y Sîria, en otras palabras, si Jacob se hubiera contagiado de la euforia de su hermano, lo mâs seguro es que tanto sus ganados como sus niños hubieran perecido por el agotamiento. Meditemos cada vez que empredamos una obra y vayamos paso a paso.

viernes, 16 de enero de 2009

Poco a poco los echarê de tî

Cuando uno llega a tener no solamente "conocimiento" de que hay un Dios, sino que llega a tener una "relaciôn personal e întima" con ese Dios, algo dentro de uno le empieza a decir que deje de hacer esto, que deje de hacer lo otro, o por el contrario, que ahora haga esto o que haga lo otro. La razôn es porque uno va entendiendo que con hacer o dejar de hacer lo va a agradar. Acaso el ejemplo clâsico de esto lo vemos en el Apôstol Pablo, que luego de perseguir y asesinar a los convertidos al evangelio se hizo uno de ellos, tanto que por eso le tenîan miedo al principio (ver hechos 9:26).

No todos hemos vivido una vida de desôrdenes y desmanes, pero todos en algun manera sabemos que hay situaciones que no le agradan a Dios, y que por lo tanto, nuestra actitud frente a la vida debe cambiar. Ahora bien, asî como Dios no permitiô que los enemigos de Israel fueran echados en un sôlo dîa de su presencia, sino por el contrario EL mismo dispuso que fueran echados poco a poco (ver Exodo 23:30) asî lo hace con nosotros. La razôn nos la explica el mismîsimo Dios en el verso anterior (23:29): "Para que tu tierra no quede vacîa".

¿Cuâl es el riesgo de que nuestra tierra quede vacîa? Uno, si quitarnos los malos hâbitos o las malas costumbres fuera tan fâcil, debido a la debilidad humana pasarîamos toda la vida "jugando" a quitar y poner los obstâculos en nuestra vida; porque tendrîamos la idea que cuando se nos ocurra lo anularemos otra vez, creyendo que es con nuestra propia fuerza y voluntad, cuando es solamente Dios quien nos da esos dos elementos. No nos engañemos pero tampoco nos desesperemos si tenemos malos hâbitos o malas costumbres, solamente confiemos en que Dios: Echarâ esos enemigos de nuestra vida... en su momento.

jueves, 15 de enero de 2009

No tendrâs dioses ajenos a mî

Cuando Dios le diô en el monte Sinaî los mandamientos a Moisês (que por cierto se dice 10 pero si estudiamos Exodo de los capîtulos 20 al 23 veremos que son mâs), lo primero que le dijo fue: "No tendrâs dioses ajenos a mî" (ver 20:3); "No te harâs imagen de mî de nada que estê en el cielo, en la tierra o en el agua" (ver verso 20:4); "No te inclinaràs a ellas ni las honrarâs, porque Yo soy Jehovâ fuerte y celoso... que visito la maldad de los padres hasta la tercera y cuarta generaciôn (ver 20:5) . En Exodo 20:23 vuelve a decir: "No hagâis conmigo dioses de plata ni de oro".

David, uno de los hombres mâs amados de Dios entre toda la humanidad escribiô en el Salmo 115: "Los îdolos de oro y plata, obra de hombres, tienen boca y no hablan, tienen ojos y no miran, tienen orejas y no oyen, tienen naricez y no huelen, tienen manos y no palpan, tienen pies y no caminan, no hablan con su garganta, semejantes a ellos son los que los hacen y los que en ellos confîan".

Cuando creemos que un îdolo representa a Dios y por ello nos inclinamos ante el, lo honramos como a dios, lo beneramos como si fuera una persona... segûn palabras del mismo Dios, en lugar de agradarlo lo ofendemos, y EL lo mira como maldad, maldad que El dice que nos harâ daño a nosotros y a nuestros hijos y a nuestros nietos y a nuestros bisnietos. Solamente tenemos dos caminos: romper esas cadenas NO adorando imâgenes o simplemente no quejarnos cuando nos va mal a nosotros o a nuestros descendientes, porque por buscarla hemos perdido su protecciôn.

miércoles, 14 de enero de 2009

Santifîquense los sacerdotes

Tres dîas antes de que Dios le fuera a dar los "diez mandamientos û ordenanzas" a Moisês, le indicô algunos lineamientos a seguir, creemos firmemente que esos lineamientos son vâlidos tambiên para nosotros, los que vivimos los ûltimos dîas de êsta humanidad como la conocemos hoy. Dios le dice a Moisês: "El pueblo NO podrâ subir al monte" (Exodo 19:23). Los sacerdotes "santifîquense" (Exodo 19:22). Tû y Aarôn suban al monte (Exodo 19:24). Porque todo el que no siga êstos lineamientos, sufrirâ estragos.

Creemos que el mundo hoy en dîa, incluyendo lamentablemente a la iglesia, estâ en un estado deprorable de salud, no hay "uso" sino "abuso" de los elementos espirituales, y, lastimosamente como en los tiempos de la primera venida de Nuestro Señor, el mundo y la iglesia se debaten entre el dinero y el sexo (si usted es de los que dudan êsta situaciòn estudie Mateo 21:13 y Romanos 1:22-32 y compârelo con el dîa de hoy). Y, solamente, como en aquêl dîa en que vino Jesûs se salvarân las honrosas excepsiones. Recuerde a Nicodemo y Josê de Arimatea.

Hoy, el pueblo que solamente se dice creyente pero que lleva su creencia "a su manera", cuando el Señor venga lo verâ de lejos; los lîderes que se han debatido entre los "beneficios" que da el liderazgo, sufrirân estragos cuando el Señor venga. Pero el "pueblo" y los "lîderes" que se santifiquen como Moisês y Aarôn, y que por ello tengan la "aprobaciôn de Dios no la de los hombres", ellos subirân al monte y verân el rostro de Dios frente a frente.

martes, 13 de enero de 2009

Y serêis mi especial tesoro

Todos queremos ser algo especial para alguien, cuando no es asì, ya sea que seamos hombres o mujeres nos sentimos abandonados, nos sentimos aislados, nos sentimos tristes. Nada mâs hermoso y animante que su pareja le reciba con un beso; que sus hijos lo esperen con un abrazo; y no digamos cuando un nieto lo mira a uno y sale corriendo sin medir riesgo alguno para comerselo a besos y abrazos.

El amor, el cariño, las muestras sinceras de afecto, nos hacen sentir que la vida tiene grandes recompensas a los sacrificios hechos en el pasado por o para esos seres amados. Eso, si lo sabemos nosotros como para que no lo sepa el diseñador del hombre, Dios. El "desea" que seamos especiales para sî, El "quiere" que seamos especiales para sî. Y todo lo que nos pide a cambio es que le escuchemos y que le obedezcamos.

Al pueblo de Israel le dijo: "Si dièreis oîdo a mi voz y guardareis mi pacto, serêis mi especial tesoro" (ver Exodo 19:5). Y habîa dicho en 12:49: "La misma ley serâ para el natural como para el extranjero que quiera vivir entre vosotros". En otras palabras, Dios en su infinita misericordia siempre ha querido que muchos seamos su especial tesoro, con sôlo escucharlo y obedecerlo, un precio que no solamente es bajo sino ademâs agradable, pues es caminar bajo su cobertura.

lunes, 12 de enero de 2009

El siempre tiene algo mejor para nosotros

!Ojalâ hubiêsemos muerto en Egipto¡ Esta fue una de las primeras expresiones de murmuraciôn que el pueblo de Israel tuvo en el desierto, cuando se vieron sin agua y sin pan (vea Exodo 16:3). Acostumbrados a la buena comida de Egipto (tierra fêrtil regada por el Nilo), se atemorizaron cuando se vieron rodeados de kilômetros de desierto y temperaturas de 40 o 45 grados, sin comida y sin agua. Nada extraño desde el punto de vista humano pero muy obvio desde el punto de vista que "sabîan" que tenîan un Dios pero que no lo "conocîan" personalmente.

Dios siempre tiene algo mejor para nosotros, pero como "sabemos" que tenemos un Dios pero no lo "conocemos" entonces dudamos, murmuramos y vivimos pensando que se olvidô de nosotros. Los Israelitas se estaban muriendo de hambre en Canaân, entonces se los llevô a Egipto 400 años antes, y se los llevô a lo "mejor" de Egipto a la tierra de Gosên (vea Gênesis 47:6) por medio de Josê. Luego, por medio de Moisês ahora los estâ sacando no solamente para su propia tierra, sino a una tierra mâs fructîfera la cual fluye leche y miel, pero como ellos "saben" que tienen un Dios pero no lo conocen, dudan, murmuran y se quejan.

Murmuran por la comida de Egipto sin darse cuenta que ahora tendrân agua y comida sin trabajar y sin tener quê cocinarla (Manâ por 40 años), porque Dios siempre tenîa algo mejor para Su pueblo. Eso mismo nos sucede a nosotros hoy, queremos ser Su pueblo porque "sabemos" que EL existe pero no lo "conocemos" lo suficiente como para confiar en EL. Lo decimos de palabra pero lo negamos con nuestras obras. Por ello cuando nos sucede algo lo primero que preguntamos es ¿Por què me sucede esto? en lugar de preguntar ¿Para quê me sucede esto? pues El siempre tiene un propôsito mejor para nosotros.

domingo, 11 de enero de 2009

No temâis y estad firmes

Cuando despuês de diez duras plagas y especialmente luego de la muerte del primogênito de Faraôn de Egipto, êste dejô ir al pueblo de Dios a que le adorara al desierto, el pueblo iba felîz de haberse quitado el yugo de 400 años. Sin embargo, cuando Faraôn se arrepintiô de haberlos liberado, los persiguiô, y cuando el pueblo israelita se viô acorralado entre el ejêrcito de Faraôn y el Mar, dice la escritura que no sôlo tuvieron miedo sino que murmuraron (ver Exodo 14:10-13).

Entonces Moisês les dijo: "No temâis y estad firmes, y ved la salvaciôn que Jehovâ a puesto hoy delante de vuestros ojos" (Exodo 14:13). Todo ser humano tiene miedo o tiembla ante cualquier adversidad, no es vergonzoso de ninguna manera sentirse uno inûtil, sentirse uno incapacitado o limitado para ciertas labores o situaciones difîciles que la vida nos pone delante. Pero lo que nos debe levantar es el hecho de que si no somos nosotros los que batallamos, sino la batalla se la dejamos al Señor, el pondrâ delante de nuestros ojos la soluciôn a dicho problema.

A una orden de Dios el pueblo "solamente" tuvo que avanzar, el mar lo abriô Dios, el mar lo secô Dios, el mar lo sustuvo Dios, y luego que ellos hubieran pasado el mar lo volviô a abrir Dios y los enemigos desaparecieron. Ellos solamente "avanzaron" confiando en Dios. Eso es lo que debemos hacer nosotros, avanzar confiando en Dios, en lugar de tener miedo y murmurar.

sábado, 10 de enero de 2009

¿Es Dios cabalista?

La Câbala es una escuela mîstica judîa que data de muchos siglos, que estudia y enseña los misterios de la palabra y la lôgica de los eventos, bajo esa lupa analizaremos los eventos bîblicos y veremos si Dios es cabalîstico o no. Exodo 12:4 "Y pasados los 430 años, en el mismo dîa todas las huestes de Jehovâ salieron de Egipto" ¿Quê significa en el mismo dîa? Cuando Dios hablô con Abraham y le dijo que sus descendientes estarîan esclavos en Egipto por cuatro generaciones, entraron a Egipto en un dîa "x" del calendario pero "exactamente" 430 años despuês los liberô.

Si usted habla con un Judîo y le pregunta què celebran cada año el dîa "9 de ab o 9 de agosto", le responderâ "la destrucciôn de los Templos". ¿Sabîa usted que el dîa 9 de ab o 9 de abril del año 586 Antes de Cristo los ejêrcitos de Nabucodonosor destruyeron el Primer Templo de Jerusalên, el que habîa edificado Salomôn; pero que "coincidente o cabalîsticamente" el 9 de ab o 9 de agosto del año 70 el emperardor Tito de Roma, destruyô el Segundo Templo en Jerusalên cuyo constructor habîa sido Herodes?

¿Sabîa usted que de todas las êpocas en las que el Mesîas podîa haber venido a dejar su vida por la salvaciôn del hombre, en la que vino habîa abuso de autoridad eclesîastica, corrupciôn de la autoridad eclesîastica, mal uso y abuso de la autoridad eclesîastica, polîtica mezclada con la autoridad eclesîastica, materialismo hipocrizado de la autoridad eclesîastica, engaño, soborno y nepotismo dentro de la autoridad eclsîastica; acomodamiento excesivo de las autoridades eclesîasticas... como hoy lo vemos? ¿No serâ que "cabalîstica o lôgicamente" estamos a las puertas de la segunda venida del Señor para reinar? (vea Mateo 23 los "ayes" de Jesucristo)

viernes, 9 de enero de 2009

A la media noche

Maten un cordero por familia, y con la sangre pinten los dinteles de sus casas, para que cuando el ângel de la muerte pase por enfrente de ellas a la media noche, no mate a vuestros primogênitos. Màs o menos parafraseado asî, fue el mensaje que Dios le diô a los Israelitas cuando la ûltima de las plagas iba a caer sobre el territorio de Egipto hace aproximadamente 3,500 años (vea Exodo 11).

Cuando Dios creô Su mundo, lo creô de noche (ver Gênesis 1:5 y Salmo 24:1)); cuando Dios sacô a Su pueblo de Egipto lo hizo de noche (ver Exodo 12:12); cuando los israelitas pasaron el mar rojo y êste se abriô, era de noche (ver Exodo 14:21); cuando se cumpliô la promesa de un redentor, o sea, el nacimiento del Hijo de Dios hecho carne, era de noche (ver Mateo 2:29; ¿Cuândo cree usted que vendrâ el Hijo del Dios para reinar sobre êsta tierra? Bueno, pues dêjenos decirle que la promesa de la venida del Hijo de Dios para reinar sobre êsta tierra, fue anunciada para la media noche (vea Mateo 25:6).

Ahora bien, si el horario mundial tiene noche de un lado pero tiene dîa del otro ¿Cuâl es el horario que debemos observar? Sencillo, la promesa del primer advenimiento, y, el cumplimiento de esa promesa fue en Medio Oriente, en Israel. La segunda promesa de otro advenimiento, y, el cumplimiento serâ tambiên en Medio Oriente, en Israel. El reloj del mundo no es un avivamiento espiritual en Guatemala; el reloj del mundo no es una crisis financiera en Estados Unidos; el reloj del mundo no es la degeneraciôn campeante en Europa; el reloj del mundo es una invasiôn mundial de ejêrcitos sobre el territorio Israelita... que no nos extrañe que una noche cualquiera esto suceda (Vea Zacarîas 14:1-3).

jueves, 8 de enero de 2009

Cuando el agua se convierte en sangre

El UNICO lîder, la UNICA cabeza de la Iglesia es JESUCRISTO, cualquier persona que quiera hacerse pasar por representante de Dios dentro de ella, es un ANTI-CRISTO. O sea, es una persona que se contrapone a Jesucristo quien fue el que dio su vida por nuestra salvaciôn. ¿Con quê autoridad decimos esto ? Con la autoridad que la escritura misma otorga, pues nos dice que: "Negar la obra de Dios y negar la obra de Jesucristo lo constituye a uno en un anti-cristo" (vea primera de Juan 2:22).

Es lamentable que el "agua" que es una simbologîa de la "palabra de Dios" y que nos es impartida por lîderes humanos, nos la conviertan en "sangre" que es una simbologîa del dolor, la angustia, y hasta la muerte... por propôsitos personales o congreacionales que NADA tienen que ver con el propôsito de salvaciôn que Dios marcô en Su Plan Divino. El propôsito del liderazgo que Dios nos dejara era para "guiâr" al pueblo no para "manipularlo".

Hoy, es penoso tener que reconocer que mucho del liderazgo estâ en esa posiciôn por "conveniencia" y no por "devociôn", mucho menos por "llamamiento". Eso es lo que causa que las metas trazasadas ya no sean espirituales sino materiales. Oremos al Señor para que nos de lîderes temerosos de Su nombre, que no abusen de la posiciòn y no nos arrastren consigo a un castigo inminente, de ellos dice Mateo que son: Guîas ciegos de ciegos (ver Mateo 15:14) y ambos irân al abismo.

miércoles, 7 de enero de 2009

Corazôn de piedra... corazôn de carne

Vivimos en un mundo que cada dîa nos asquea mâs por el egoîsmo, la maldad y la corrupciôn, y el grado de inmoralidad que como humanidad hemos alcanzado. Hoy, la noticia de ayer se nos olvida pues la nueva es mâs alarmante aûn. No hemos terminado de asimilar como una revoluciôn deja muertos en una naciôn, cuando nos dan la noticia de una nueva guerra . No hemos asimilado cômo un hombre desesperado por su situaciôn econômica se quita la vida, cuando nos llega la noticia de un niño de ocho años que dispara 12 veces contra su madre asesinândola. ¿Por quê?

Porque mientras el hombre no conozca a Dios, mientras el hombre se enfrente a Dios, mientras el hombre no se someta a Dios, lo que lo dirige es un corazôn de piedra y no uno de carne. Vemos el ejemplo en el faraôn de Egipto cuando Moisès le dice que Dios ha dado la orden de que Su pueblo vaya y lo adore en el desierto, faraôn dice: ¿Quiên es Jehovâ? Yo no lo conozco (ver Exodo 5:2). Entoncos Dios nos da la respuesta pues le dice a Moisês: "Yo endurecî el corazôn de faraôn, para mostrar mis señales y mis maravillas".

Nos cuesta creerlo, pero la maldad y el desamor que hoy reina en el mundo son para que Dios nos muestre su poder, "a" y "en" todos aquellos que de alguna manera, por sencilla que êsta sea, lo busquemos para adorarle a EL por sobre todo. Esas personas serân privilegiadas con un toque de Dios para convertir el corazôn de piedra en uno de carne. Ese es el NUEVO PACTO que Dios ofreciô a los que le adoren: "Pondrê mis leyes en sus corazones, y las escribirê en sus mentes, y nunca mâs me acordarê de sus pecados" (vea Hebreos 10:16-17 y Jeremîas 31:33).

martes, 6 de enero de 2009

¿Por quê no escuchamos a Dios?

En muchas ocasiones hemos pensado: "Soy muy malo, por eso Dios no escucho a Dios", "Es que a mî no me quiere como a otros", "No soy digno, por eso es que a mî no me habla como a otros". Todas esas expresiones tienen parte de verdad pero casi todo de mentira, nos explicamos: Ciertamente NADIE es bueno sobre la faz de la tierra y NADIE lo serâ (vea Romanos 3:12); Tambiên es cierto que Dios tiene sus consentidos, lo vemos en los casos tîpicos como David en el Antiguo Testamento y Pablo en el Nuevo; Y dignos de que EL nos hable, ninguno, pero tambièn nos exhorta a que: Clamemos por misericordia o por cualquier otra situaciôn y nos la darâ (ver Mateo 7:7).

Pero realmente ¿Por quê no escuchamos a Dios? ¿Serâ que en verdad no habla? o serâ que ¿Somos nosotros los que no escuchamos? Si vemos la Escritura desde el principio, comprenderemos que el problema es nuestro no de Dios. A DIOS LE GUSTA HABLARNOS, NOS CREO PARA PLATICAR CON NOSOTROS, si analizamos Gênesis 3:8 vemos que Dios "visitaba seguido a Adân y Eva" que no fue casualidad que bajara a platicar con ellos, simplemente, porque para eso los habîa creado para tener comuniôn con ellos.

Nos dice la historia que cuando Moisês le habla al pueblo para explicarles que Dios lo ha mandado para liberarlos, ellos NO ESCUCHARON POR LA CONGOJA DEL CORAZON Y POR LA DURA CERVIDUMBRE (ver Exodo 6:8-9). Eso es lo mismo que nos sucede a nosotros, estar metidos en nuestro problema ciega y egoîstamente, y el afân del dîa, son los dos motivos por los cuales no escuchamos a Dios, pero que nos habla nos habla.

lunes, 5 de enero de 2009

Dios siempre tiene un propôsito

La mente humana nunca llegarâ a entender los caminos de Dios, hacemos la lucha por acercarnos a EL lo mâs posible, y EL en su inmensa misericordia lo permite, y vemos a personas a lo largo de 6,000 años de humanidad que han estado muy cerca de Dios en realidad, pero llegar a comprender al 100% lo que El es o lo que El desea, ninguno. Antes de que Moisês se presentara por primera vez ante Faraôn, le dice a Dios: Señor, cômo lo harê, acaso no vez que no soy hombre de fâcil palabra (recordemos que Moisês era tartamudo) (ver Exodo 4:10).

Y Dios le responde a EL y a nosotros: ¿Quiên diô la boca al hombre? ¿Quiên hizo al sordo o al mudo? ¿Quiên hizo al que ve o al que no ve? ¿No soy YO acaso jehovâ? (ver Exodo 4:11). Por quê decimos que no solamente le repondiô a Moisês sino a nosotros tambiên, pues nosotros nos vivimos cuestionando ¿Si Dios existe, si Dios es bueno, si Dios ama a sus hijos? ¿Por quê permite enfermedades, limitaciones, abusos, muertes, etc? La respuesta nos la da Jesûs 2,000 años despuês del Exodo en el libro de Juan 9:2: PARA QUE LAS OBRAS DE DIOS SE HAGAN MANIFIESTAS.

Todo lo que nos pasa, o si usted prefiere todo lo que nos acontece tiene un motivo, una razôn de ser, un fin en el Plan Perfecto de Dios no solamente para la humanidad sino para la vida privada de cada uno de sus hijos. Hoy quizâs no entendemos por quê nos robaron el carro, por quê nos quedamos sin dinero, por quê nos enfermamos, por què se perdiô una vida... pero Jesûs tambièn nos respondiô a eso, dijo en Juan 13:6: "Lo que yo hago no lo entiendes hoy, pero lo entenderâs despuês".

domingo, 4 de enero de 2009

Y oyô Dios el clamor de ellos

Pasaron muchos años (400 para ser exactos) y muriô el rey de Egipto, y la esclavitud del pueblo Judîo habîa llegado al extremo (ver Exodo 2:23-25) y el pueblo en desesperaciôn "clamô" a Dios, y dice la escritura que Dios: "Oyô el gemido de ellos y se acordò de ellos". Era el tiempo en que la profecîa que Dios le habîa dada a Abraham se terminaba de cumplir (recuerde Gènesis 15:13 y 16, en donde dicho sea de paso, Dios tambiên establece el têrmino de años para una generaciôn, 100).

Ahora bien, el punto importante que vemos en èstas porciones es el siguiente: "Cuando estamos en esclavitud de algùn pecado, de algûn vicio, de alguna pena o aflicciôn", tenemos quê saber, tenemos que entender, y sobre todo, tenemos que creer que EL ESTA ALLI PARA ESCUCHARNOS Y LIBRARNOS. Dice el salmo 50:15 "Clama a mî en el dîa de la angustia, y YO te librarê".

No hay problema, no hay pena, no hay angustia de la cuâl Dios no nos pueda sacar pero tenemos que clamar, ahora bien, clamar es algo que todos podemos hacer y en su momento, muy bien. Pero tenemos quê entender algo, cuando el Señor responda tenemos quê hacer lo que termina diciendo el Salmo mencionado: "Yo te librarê... pero tû me honrarâs".

sábado, 3 de enero de 2009

Un varôn y una mujer Levitas

Inicia la historia del aparecimiento en escena de Moisês, desde el momento en que Dios une a un hombre y a una mujer "con la misma visiôn", con la "misma meta", con la misma "cultura espiritual", pues señala muy certeramente la elecciôn de un varôn y una mujer de la "misma tribu", los Levitas, como sus padres (ver Exodo 2:1). Los Levitas era la tribu sacerdotal de los Judîos, razon por la cual la asignaciôn de los matrimonios debîa de ser mâs estricta que con la otras tribus, pero siempre era un patrôn a seguir para todo el pueblo Judîo, esto ya lo vimos con la elecciôn de Rebeca en Gênesis 24:4.

Era recomendaciôn de Dios que nadie Judîo se casara con mujeres u hombres de otros pueblos, por ello fue que se causô el Diluvio en Gênesis 6, ya que los otros pueblos no tenîan la misma visiôn, la misma meta, la misma cultura espiritual que el pueblo de Israel y resultaron contaminandolos. Y, quienes tenîan que cumplir a plenitud êsta norma eran especîficamente los levitas como sacerdotes que eran (ver Levîtico 21:9).

¿Cuâl es la lecciôn para nosotros hoy en dìa? No debiêramos de permitirnos matrimonios entre personas que no tengamos la misma tendencia religiosa o espiritual, porque no se tendrâ la misma visiôn, no se tendrâ la misma meta, no se tendrâ la misma cultura espiritual, y tarde o temprano se tendrân confrontaciones, y quienes mâs lo van a sufrir son nuestros hijos. Solamente imaginêmonos que los padres de Moisês no hubiesen estado de acuerdo en llevarlo a esconder al rîo, eso, hubiese significado la muerte de Moisês.

viernes, 2 de enero de 2009

A mayor opresiôn... mayor crecimiento

Y nos narra la Biblia lo siguiente. "Y muriô Josè, murieron todos sus hermanos, y muriô toda aquella generaciôn" (Exodo 1:6) ¿Cuâl generaciôn? Jacob y los setenta miembros de su familia que habîan entrado a Egipto en aquella primera hambruna y crisis econômica mundial (Compare Gênesis 41:54 y Exodo 1:1 y 5). "Y se levantô en Egipto un nuevo rey, el cual nunca conociô a Josê" sigue narrando la historia.

Y êste rey, cuando viô el crecimiento poblacional de los Judîos y su fuerza fîsica, puesto que los mantenîan como esclavos, dijo a su pueblo: "Seamos sabios, y oprimamoslos para que no se levanten en contra de nosotros". Mâs la historia concluye. "Pero cuanto mâs los oprimîan, mâs se multiplicaban y crecîan" (ver el Exodo 1:12). Nos dice primera de Corintios capîtulo 10 y verso 11 quê: Todo lo que aconteciô al pueblo fîsico de Israel es para "amonestarnos" espiritualmente a nosotros los que vivimos en los ûltimos tiempos.

Cada problema, cada dificultad, cada angustia que el mundo (la vida) nos dê, es para "oprimirnos" pero debe ayudarnos a crecer. Dios tiene un plan perfecto, y dentro de ese plan perfecto estân las herramientas para que crezcamos, y esas herramientas se llaman penas, angustias, sufrimientos. Si usted sale a la calle hoy a preguntarle a los seguidores sinceros de Jesûs ¿Cômo llegaron a conocerle personalmente? la gran mayorîa le va a responder algo similar a esto: Cuando me enfermè y me salvô; cuando muriô mi hijo y me consolô; cuando perdî mi fortuna y aûn asî tuve para comer; cuando me abandonô mi esposo (a) y El fue mi compañîa y mi sostên, etc. Cuando nos sintamos oprimidos es tiempo de acercarnos para que El nos haga crecer.

jueves, 1 de enero de 2009

La importancia de la familia

Ayer vimos la importancia de respetar el Orden de Dios para mantener un equilibrio espiritual, hoy enfocaremos nuestra atenciôn a la importancia de la familia. Como vimos en Gênesis a Dios no le place que el hombre o la mujer estên solos, NO fueron dieseñados para eso. Ademâs agregô el ingrediente de que tuvieran prole. Y era, para unirlos mâs no para separarlos. Sus palabras textuales fueron: "Llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en ella" (Gênesis 1:28). En dicha expresiôn, la palabra hebrea utilizada para "llenad" es "Malâ" entre cuyos significados estâ "unir o reunir".

El mensaje de permanecer unidos lo recibimos desde el Edên, cuando vemos que uno de los propôsitos de Dios al crear al hombre era "runirse" con êl todas las tardes (Gênesis 3:8 y 11). Luego vemos a Abraham, mandando a su siervo a buscar esposa para Isaac de entre su misma familia (Gênesis 24:4), para mantener unida la sangre y no mezclarla con la de otros pueblos. Vemos a Jacob destrozado cuando cree que ha perdido a Josê su amado hijo, y su felicidad al morir rodeado de ellos y poderlos bendecir a uno por uno en Gênesis 49. Vemos tambiên en Exodo 1:1 cuando nos relata que al entrar en Egipto Jacob con sus hijos CADA UNO ENTRO CON SU FAMILIA.

Quê hermoso es ver una familia unida. Y el trabajo o la tarea de mantener una familia unida es del Padre, eso al menos hemos visto en los ejemplos anteriores que son la base del Pueblo Escogido Israel. Es el ejemplo a seguir de nosotros los que segûn nos dice Pablo en los libros de Gâlatas y Efesios (completos), ya no somos guatemaltecos, salvadoreños, ingleses, norteamericanos, etc. sino ISRAELITAS ESPIRITUALES... ahora de ambos pueblos (Judîos fîsicos y Gentiles fîsicos) Dios ha hecho UN SOLO PUEBLO ESPIRITUAL. Luchemos por mantener unida a la familia, la vida es corta, y mañana quizâs pudiêramos estar lamentândolo, sin poderlo remediar.