miércoles, 29 de abril de 2009

La diferencia entre malas palabras y palabras malas.

Como vimos hace unas semanas los hombres de Dios no eran perfectos, sin embargo, nosotros hoy en día cuando vemos a una persona que viene en el nombre del Señor, sí exigimos esa perfección, es más, cuando se ve a uno de esos hombres de Dios hacer o decir algo incorrecto muchos hasta se han apartado de Dios, culpando el mal testimonio de dicho hombre. No estamos defendiendo al hechor ni estamos acusando al consentidor, solamente hacemos la observación.

Malas palabras todos sabemos y es más, hipócritas seríamos si no confesáramos que en determinados momentos de enojo, de molestia o por repetir lo que alguien dijo las hemos repetido. No es lo correcto, es más en lo personal es una de las grandes batallas que hemos de vencer. Pero, hay una gran diferencia entre las malas palabras que son expresiones ofensivas e hirientes, y las palabras malas. Pues las segundas son expresiones de condenación, nos explicamos. El gran Pedro, uno de los titanes del evangelio de la Iglesia Primitiva, maldijo, que es peor que decir malas palabras.

Cuando Jesús fue llevado preso, momentos antes le había profetizado a Pedro que lo iba a negar antes que cantara el gallo, y así fue. Solamente que antes, Pedro se dió el "lujo" de negar a Jesús tres veces, pero en la tercer no le bastó con negarlo sino maldijo la situación (vea Mateo 26:74). Sabe usted algo, fue tan vergonzoso el hecho que los cuatro evangelistas lo describieron (vea Marcos 14:43-50; Lucas 22:47-53 y Juan 18:2-11), y para que no hubiera duda alguna Juan dice que fue testigo ocular, vea Juan 18:15. Más le hubiera valido a Pedro decir malas palabras que palabras malas. Y más nos vale a nosotros luchar por no decir ninguna de las dos expresiones.

martes, 28 de abril de 2009

Buscar la voluntad perfecta de Dios.

Un reo antiguo le pregunta a un recién ingresado ¿Por qué entraste? por maltratar a una persona responde el nuevo recluso, ¿Y, tú? pregunta el nuevo al antiguo, y éste responde: "Desde niño siempre anhelé una bicicleta, pero la voluntad perfecta de Dios nunca me la permitió, así que ahora de grande la robe, pero me atraparon". Esto es una anécdota material que nos puede enseñar una lección espiritual.

Cuántas veces no luchamos por un ideal, por una meta que nos hemos propuesto, ponemos todo nuestro esfuerzo por lograr hacer o tener algo, y simplemente la vida no nos lo permite. ¿Por qué? Porque Dios en su voluntad perfecta no nos lo permite. Si somos buenos hijos de Dios lo aceptamos, pero si somos hijos necios insistiremos tanto que hasta llegaremos a hacer trampa para conseguir lo deseado, pero es como robar espiritualmente nuestro anhelo, lo malo de ésta fórmula es que el resultado será un yugo, una red, una cárcel que quizás llevemos por el resto de la vida. A esto se le llama: Buscar la voluntad perfecta de Dios.

Pablo dijo: "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito pero no todo me edifica, ninguno busque su propio bien sino el de los demás" (ver 1era. de Corintios 10:23-24). Sí, cuando somos egoístas entonces caemos en el pecado de espiritualmente chantajear a Dios o robar lo que Él sabe, no nos conviene. Seamos buenos hijos de Dios y esperemos en EL lo que tanto hemos anhelado, si EL lo permite vendrá con bendición, y si EL no lo permite nos estará evitando algo que quizás llegue a ser una maldición.

lunes, 27 de abril de 2009

¿Para qué molestas más al Maestro?

Jairo, un hombre principal dentro de las sinagogas ve a su hija enferma, tan enferma que agoniza, en lo primero que piensa es: Dicen que en la ciudad hay un hombre con poderes sobrenaturales que ha sanado enfermos y hasta ha resucitado personas, voy a buscarlo. Cuando al fin lo encuentra y en el momento en que le explica a Jesús su angustia, llegan corriendo de su casa malas noticias: ¿Para qué molestas más al Maestro? ya es tarde, la niña murió, tus esperanzas fueron falsas Jairo (vea el contexto de Marcos 5:21-36).

En cuántas ocasiones hemos estado en penas y en angustias, y lo primero que pensamos es: hay un hombre en la ciudad celestial que sana enfermos y hasta resucita personas ¿Por qué no acudo a él? Pero otra voz interna te dice: "No molestes al Maestro, ya es tarde, pues solamente lo buscas cuando tienes penas". Esa última, es la voz del enemigo de Dios y por ende de nuestro enemigo. No quiere que nuestra fe se convierta en obras, no quiere que nuestra fe se haga palpable, pues si Dios dijo que había que perdonar setenta veces siete, preguntamos: cuántas veces más entonces, no estara dispuesto a ayudarnos, mucho más que setenta veces siete.

La respuesta de Jesús es más que elocuente y animadora: NO TEMAS, CREE SOLAMENTE... Luis, Alfonso, Edgar, Carlos, Pedro, Julio, ponga en vez del nombre de Jairo el suyo (Marcos 5:36). Dios anhela que vayamos y le pidamos ayuda, El está más que dispuesto a dejar de hacer lo que hace por tendernos la mano... "Clama a mí... y yo te responderé vive diciendo nuestro Dios". Para qué molestamos más al Maestro, simplemente para conocerlo más y para amarlo más. Selah (Palabra hebrea que significa: Haz una pausa en lo que estás haciendo y MEDITA).

domingo, 26 de abril de 2009

Lo que vas a hacer, hazlo pronto.

La hora de la muerte de Jesús se acerca, la cena está por ser compartida alrededor de los seres que han acompañado a Jesús por los últimos treinta y seis meses, la media noche se acerca y es entonces cuando Jesús, dándole un bocado de su propio pan a Judas le dice: "Judas, lo que vas a hacer, hazlo pronto" (Juan 13:27). Ciertamente en éste momento lo que Judas iba a hacer no era nada bueno, pues su labor era entregar al Hijo de Dios a manos de sus asesinos intelectuales, los religiosos, para que éstos a su vez lo entregaran a manos de sus asesinos físicos, los romanos.

Alguna vez se ha preguntado usted el por qué Jesús apura a Judas. Judas era un hombre predecible, muy predecible. Se sabía que le gustaba el dinero, por ello se le dió la bolsa de dinero de los discípulos para que la cuidadra (vea Juan 12:6). Jesús sabía que era Judas el que lo tenía que entregar, pues Jesús leía las escrituras y las conocía en jotas y tildes, por lo tanto, Jesús conocía que el Salmo 109 hablaba de Judas (ver Salmo 109:7-10), por lo tanto sabía que Judas no se iba a arrepentir a último minuto, pues ese dinerito no lo dejaría escapar. ¿Lo hizo porque estaba nervioso y quería que todo terminara pronto? ¿Lo hizo por aquello de que Judas se arrepintiera y no hubiera quién lo entregara? No. Lo hizo porque el anhelo ardiente de su corazón era AMOR por todos nosotros. Vea cómo le dice tiernamente a Pedro: "A donde yo voy, no me puedes seguir... ahora", pero Jesús sabía que dentro de unos años sí, la prueba es que murieron de la misma forma, ambos crucificados (vea Juan 13:36).

Ahora bien, el punto positivo que queremos ver es el hecho de que nosotros en vida como creyentes, también lo que nos corresponde hacer tenemos que hacerlo y pronto, pues no sabemos cuánto tiempo tendremos por delante. Si hoy nos tocara partir, quizás seamos cuestionados por lo que hicimos, pero lo más seguro es que seamos cuestionados por lo que dejamos de hacer. Ciertamente para todo hay tiempo en la vida dijo Salomón, pero mientras el tiempo lo permita, seamos diligentes en lo que nos corresponde, y tratemos de hacerlo prontamente, así, si el Señor nos llamara hoy a su reino, podremos irnos tranquilos sabiendo que cumplimos nuestro deber, y eso es lo que determinará el galardón que recibiremos.

sábado, 25 de abril de 2009

Ordena tu casa, porque morirás.

Ha de ser una muestra de amor muy pero muy grande de parte de Dios, y además, un privilegio para personas que El considera muy especiales, el que les muestre el día de su partida de éste mundo así como darles el consejo de ordenar la casa, esto, para no dejar ningún tipo de problema a los deudos. Ese ejemplo lo vemos con el rey Ezequías a quien Dios le envió al profeta Isaías para hacérselo saber (2da. de Reyes 20:1).

El rey Ezequías tenía buen testimonio delante de Dios, pues Dios no lo contradice cuando él afirma: "haber andado delante de Dios en verdad y con ìntegro corazón durante su vida y su reinado" (ver 2da. Reyes 20:3). Sin embargo, cuando Ezequías pide más tiempo de vida, se equivoca, pues si su partida hubiera sido en el tiempo de su enfermedad no hubiera provocado todos los problemas que vemos en los versos siguientes (17-18 específicamente).

Dios es un Dios de orden, de disciplina, de respeto y de puntualidad, en ocasiones, y creo que solamente en ciertas ocasiones, lo provocamos a que rompa esas leyes, pero los culpables de que el resultado final no sea lo que estaba planeado, es solamente culpa nuestra por nuestro egoísmo, por nuestra falta de contentamiento por lo que tenemos o por lo que queremos. Dios no se equivoca jamás, como buen Padre nuestro desea y planea lo mejor para nosotros. Tengamos contentamiento, no sea que, rogando, nos conceda nuestro capricho pero perdamos un mejor galardón (vea de nuevo los versos 17-18). Si EL dice ordena tu casa, lo mejor es ordenar la casa, porque seguramente moriremos.

viernes, 24 de abril de 2009

Clama a mí, y yo te responderé.

El Salmo 50:15 inicia diciendo lo que el título menciona y termina diciendo: "y tú me honrarás". Cuando uno tiene una pena, cuando uno tiene una angustia, cuando la enfermedad toca a la puerta o quizás la muerte también entran la depresiòn, la soledad, el dolor, el desconsuelo, pero es el momento idóneo también para que Dios entre triunfal en nuestras vidas. No son pocas las personas con las cuales he discutido durante muchos años, cuando menciono que en los casi 30 años que llevo en los caminos del Señor, casi la totalidad de mis compañeros de caminata se han atrevido a postrarse a los pies de Cristo, hasta el día en que la pena o la angustia tocaron a su puerta (incluyéndome).

He sido acusado de predicar el evangelio del sufrimiento; he sido cuestionado por predicar que el que no sufre en los caminos de la vida, no busca a Dios; he sido señalado de que soy fanático del sufrimiento, etc. Pero la realidad que me ha acompañado durante éstos 28 años es esa. He visto a personas que sufren porque no pueden tener hijos, decirme públicamente que el evangelio del sufrimiento no existe; he visto personas perder sus negocios, sus casas, sus familiares y decirme que el cristiano no sufre; he visto madres orar y llorar por hijos descariados, negando que el que está con Dios, a veces sufre.

El que sigue a Dios, el que es cristiano, el que cumple el evangelio también sufre, lo que sucede es que ya no pone sus ojos en el sufrimiento, sino los pone en Dios. Las penas y los sufrimientos sirven para recordarnos que sin Dios no somos nada. ¿Por qué? Simplemente, por que clamando a Dios, El nos responde y alivia nuestra pena. El único requisito que Dios quiere después de respondernos, es que no lo olvidemos, o sea que tengamos gratitud. Es por ello que un verdadero creyente en Dios, está con EL cuando está contento y cuando está en penas, pues es la forma de mostrar nuestra gratitud y de demostrarle que no estamos con EL por interés. La pregunta es ¿Si el creyente no sufre, entonces por qué o para qué clama?

jueves, 23 de abril de 2009

De los hombres de Dios... ninguno.

Cuando estudiamos el Antiguo Testamento vemos que Abraham se dedicó a "hacer altares" para llegar a ser el amigo de Dios (vea Génesis 12:8 y 13:18); vemos que Samuel se dedicó al "servicio en el templo" para dedicarse a Dios (1era. de Samuel 2:25); vemos cómo David se dedicaba a "alabar" a Dios tocando su arpa y cantando para agradarlo y aún agradar al hombre(1era. de Samuel 16:23); vemos cómo Daniel se dedicó a la "oración" para permanecer en Dios (Daniel 6:3); vemos a un Elías y a un Eliseo "reverentes" que su anhelo era comunicar al pueblo lo que Dios les decía en lo íntimo (1ra. de Reyes 18:15).

En el Nuevo Testamento vemos a los grandes hombres de Dios como los diáconos, dedicando sus vidas al "servicio de las mesas" (Hechos 6:2-3); vemos a los doce discípulos dedicando su vida a la "prédica del evangelio" entre los judíos de israel y la diáspora (todo el libro de Hechos); vemos a un Pablo que dedicó su vida a la prédica del evangelio entre los gentiles por todo el mundo conocido en ese tiempo (todas sus epístolas).

¿Qué vemos hoy en la iglesia? A la gran mayoría de líderes (a Dios gracias, y como siempre, hay un remanente que no) dedicados a las "riquezas materiales" que da el Señor, y no dedicados al Señor que provee esas riquezas. No estamos en contra de las riquezas, Abraham, Noé, David, Salomón, Pedro, y muchos hombres de Dios fueron ricos, pero no se lee en las esrituras que hayan puesto sus ojos en ello. De todos los hombres de Dios durante la historia, ni el más rico de ellos que fue Salomón, puso sus ojos en las riquezas. Hoy ¿Podríamos decir lo mismo? O, será que estamos a punto de ver el cumplimiento de aquella profecía que dice: Del pueblo que salgan mil regresarán cien, y del pueblo que salgan cien, retornarán diez... El que tenga ojos para ver que vea, y el que tenga oídos para oír que oiga.

miércoles, 22 de abril de 2009

Misericordia quiero y no sacrificio.

Como hemos visto en días anteriores, cuando Cristo estuvo sobre la tierra era un tiempo en el que los líderes religiosos estaban desviados, tenían el negocio de Dios que es salvar almas como negocio propio para ganar dinero (Mateo 23:3). Cuando tanto Juan el Bautista como Jesús se presentan en la escena, sus doctrinas limpias y puras sin la mancha de lo material inmiscluidas, simplemente les choca, miraban en ellos la razón del descalabro de su muy eficiente, organizado y solapado medio de vida. Los líderes religiosos ya no estaban haciendo "uso" sino "abuso" de los recursos del templo, abusando aún de gentes indefensas (vea Mateo 23:14).

La respuesta lógica fue el ataque, para los que miraban la religión como un medio de vida, nunca una doctrina podía ir acompañada de un método en donde el dinero y la buena vida no estuvieran incluidos. La única respuesta a ese ataque era la eliminación física de ambos estorbos, y por lo tanto, el ataque a los mismos era inminente. Primero trataron con palabras y ante la imposibilidad de vencerlos o de avergonzarlos en público, siguió el ataque físico. Con Juan el Bautista iniciaron tentándole al preguntar ¿Eres tú el Cristo que ha de venir? vea Juan 1:19-20. Luego le quitaron la cabeza. A Jesús lo tentaban para sorprenderlo en algo, vea Mateo 22:15. Como tampoco pudieron entonces lo crucificaron.

Los religiosos atacaban a preguntas a Jesús para ver en qué le hacían caer: los saduceos en lo de la resurección de los muertos (Mateo 22:23); los fariseos en preguntar cuál es el gran mandamiento (Mateo 22:34). Pero las respuestas de Jesús eran tan certeras que NUNCA más le preguntaron algo, vea el ver 46 de Mateo 22. Cuando alguien se presenta a Jesús con corazón limpio, EL le responde claramente; pero cuando alguien se presenta a Jesús capciosamente, EL le responde por parábolas para que no entienda y no sea salvo (vea Marcos 4:11). El Señor Jesús no vino por nuestras casas, ni por nuestros dineros, EL vino por nuestras almas y todo aquél que entienda ésta simplesa será salvo. Pues El desea misericordia antes que cualquier sacrificio.

martes, 21 de abril de 2009

En la cátedra de Moisés se sientan.

En el libro de Mateo, especialmente en los capítulos 22 y 23, Jesús habla y critica muy duramente a los líderes religiosos de su época, y los critica con toda razón por supuesto. Jesús desnuda las debilidades en las que han estado cayendo desde hacía siglos, viviendo a costillas de lo espiritual, abusando de las ventajas que les daban sus puestos en el templo, abusando y haciendo llevar cargas a las ovejas que ellos mismos no hacían ni llevaban, etc. Sin embargo, el día de hoy podríamos decir que esa exhortación no es solamente para el clero, sino también para las ovejas.

En los últimos años, gracias a la satánica doctrina y tendencia del "ecumenismo", el evangelio se ha prostituido de tal manera que, casi vemos como bueno todo lo que se haga en el nombre del Señor. Al paso que vamos, con conciertos rock cristianos, con métodos mundanos ingresando a la iglesia a diestra y siniestra con tal de salvar almas, terminaremos con bares cristianos, prostíbulos crisitanos, y drogadictos cristianos, etc. Cristo cuando estuvo sobre la tierra nos dejó claros lineamientos, determinados estatutos, muy definidas normas de vida, y el que que las quiera cumplir será salvo y el que no, no lo será. Por ello, dijo: "El que quiera ser salvo tome su cruz y sígame". Por qué dijo tome su cruz, porque aunque muchos lo nieguen, seguir a Cristo no es fácil, implica un sacrificio muy duro y constante, pues implica luchar contra todo lo que un era y ser todo lo que Cristo quiere que uno sea.

No podemos integrar métodos mundanos a la doctrina de Cristo, no podemos decir: "que los tiempos han cambiado", "que son jóvenes y no los podemos reprimir", "que tienen qué divertirse", "que es solamente para atraerlos y luego se les reenseña". Cada tiempo tiene su dificultad, y cuando Jesús estuvo sobre la tierra no incorporó nunca un método mundano al evangelio, es más, los atacó y atacó a los líderes que así lo hacían, vea Mateo 23:15: "Hacéis un prosélito (o sea un seguidor), y una vez hecho, luego lo haceís dos veces más hijo del infierno que vosotros". El evangelio es un sólo camino, es el camino que nos lleva al cielo, no podemos decir como dice el mundo: No importa por dónde vayas, todos los caminos llegan a Roma... mentira. En la cátedra de Moisés se puede sentar cualquiera, pero no cualquiera te lleva al cielo.

lunes, 20 de abril de 2009

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Tendemos a tener la costubre de recordar ésta frase que expresara Pablo en la carta que les escribiera a los Filipenses, pero fuera de su contexto. Si nosotros analizamos cómo la dijo, cuándo la dijo, por qué la dijo y sobre todo, en dónde estaba cuando la dijo. Veremos y entenderemos mejor la afirmación de que tendemos a utilizarla mal (Filipenses 4:13).

Usted va a emprender un negocio o tiene el deseo de ampliar el que ya tiene, y alguien le dice: Adelante, hacelo, pues Cristo te fortalece en todo. Usted quiere comprar una casa en tiempos de crisis y con un futuro incierto, y alguien le dice: Comprala, pues Cristo te fortalece en todo. El concepto en sí, es cierto, es verdadero, Cristo es el ùnico que nos fortalece en todo, pero eso no implica ni significa que podamos utilizar esa frase como un AMULETO ESPIRITUAL, para respaldar nuestros caprichos, nuestros deseos, o una doctrina de prosperidad (la cual ya ampliamente hemos visto en días enteriores que es un engaño diabólico).

Cuando Pablo expresó esa frase él quería sembrar en nosotros la estabilidad espiritual estableciendo que Cristo está con nosotros siempre y en todo, probando que él lo estaba experimentando estando preso (Filipenses 1:13). Quería sembrar en nosotros el hecho de que se puede tener gozo aún cuando se tiene hambre (Filipenses 4:12). Que se puede ser una persona estable y confiada, aún y cuando uno esté lejos de todo y de todos, y se tenga que vivir de lo que otros buenamente le quieran dar a uno, pues por seguir a Cristo se está padeciendo escacez o limitaciones (Filipenses 4:18). Sí, Cristo nos fortalece en todo es cierto, pero también es cierto, que la frase o el concepto no son amuletos espirituales, ni excusas para andar respaldando nuestros caprichos.

domingo, 19 de abril de 2009

No hay que cantar canciones al corazón afligido.

"El que canta canciones al corazón afligido. Es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre". ¿Qué significan esas dos expresiones? Simplemente muerte o en enfermedad y echar a perder algo necesario, éste es el mensaje en Proverbios 25:20 y dado nada menos que por el hijo (Salomón) de aquél que vivió en carne propia el proverbio (David).

En la primera carta de Samuel capitulo 18 vemos cómo David siendo un simple pastor de ovejas, aniquila por mano propia y sin mayores alaracas al enemigo de Israel, Goliat. Esto hace de David un improvisado y repentino héroe, lo que hace que el corazón del entonces rey se enoje y entre en aflicción, porque Jehová mismo le envió un espíritu que lo atormentase dice la palabra de Dios (vea el verso 10). En ese ambiente, a alguien se le ocurre que ya que David sabe tocar el arpa y cantar que entretenga al rey, pero éste, en sus delirios mientras el otro trata de agradar su espíritu es acosado por las lanzas del rey, salvándose en varias ociaciones de la muerte (vea los versos 8-11).

Hoy, la vida no ha cambiado mucho, cuando un corazón está angustiado, está afligido, hay que dejarlo, preguntarle cómo está, cómo se siente, en que se le puede ayudar, es como cantarle canciones al corazón afligido y la respuesta no será otra que lanzas y dardos. Hoy, la solución para el corazón afligido es la oración, la intercesion por la pena, la angustia, la necesidad del corazón afligido. Lo que menos se debe hacer con un corazón angustiado es obligarlo a escuchar canciones ¿Sabe por qué? Porque esa aflicción, esa pena, esa angustia... vino de parte de Dios. Y en la casa del banquete hay que estar alegre pero en la casa del luto... lo prudente es llorar.

sábado, 18 de abril de 2009

Sea vuestro sí, sí y vuestro no, no.

La frase con que iniciamos éste mensaje es de Jesús y la terminó diciendo: "porque lo que es más de esto, de mal procede" (Mateo 5:37). En nuestro medio Latino tenemos un dicho que es, lamentablemente, muy cierto: "Lo que mal principia mal acaba". El creyente siempre debe luchar por caminar con la verdad, de iniciar todo proyecto con la verdad, de poner siempre todas las cartas sobre la mesa, debe tratar de no ocultar nada, pues al final el que no hace eso al único que termina engañando es a él mismo.

Si una persona se acerca a usted pidiendo un consejo pero no le cuenta lo feo del negocio que va a emprender sino sólo las ventajas, usted va a dar un mal consejo no por lo que le cuentan sino precisamente por lo que no le cuentan; si una persona se acerca a usted para pedir consejo matrimonial, pero solamente le cuenta lo que él ha sufrido pero no le cuenta lo que el otro ha sufrido, usted va a asesorar mal, guiado por una falsa compasión. Jesús nos incita a que en todo y por todo digamos la verdad, pues eso nos evita que seamos ambiguos y nos da estabilidad.

Mi abuelo materno nos enseñó que el que se dice hombre de verdad, no tiene que andar firmando papeles para dar seguridad de su palabra, su palabra era como una firma en un papel. El cuando decía no era no, y no se le podía rebatir nada, pero cuando decía sí, su sí era sí aunque él perdiera. Era un hombre como decimos en castellano chapado a la antigua, él entregó su vida al Señor tres días antes de morir. Qué diferente sería el mundo si todos los creyentes hiciéramos lo mismo, nustro sí siendo sí, y nuestro no siendo no. No habría padres "creyentes" que abandonaran a sus hijos; no habría padres "creyentes" que menos preciaran y abandonaran a sus cónyuges; no habrían hijos de "creyentes" que cometieran adulterio; no habría hijos de "creyentes" borrachos. No habría hijos de "creyentes" irresponsables y dependientes. Cuando nuestro sí, es un sí, y cuando nuestro no, es un no, cualquier construcción que formemos sobre esa base será sólida y no será de mal proceder... dijo Jesús.

viernes, 17 de abril de 2009

No os hagáis tesoros en la tierra.

El Sermón del Monte, quién no ha escuchado un comentario o un mensaje de ese famoso sermón que Jesús diera, casualmente no en un fastuoso templo sino en una simple y sencilla montaña (ver Mateo 5:1). Un sermón que nos encierra todas o casi todas las enseñanzas básicas que un creyente debiera cumplir, para llegar al máximo galardón al que hemos sido llamados: "alcanzar la estatura del varón perfecto, esto es, la estatura espiritual de Cristo" (ver Efesios 4:13).

En ese sermón Jesús nos dice el camino de una vida sencilla, de una vida humilde, de una vida dedicada, de una vida de conformidad, de una vida de sacrificio, y de una vida de agradecimiento que se debe de llevar para algún día alcanzar la estatura espiritual de Cristo. ¿Esto quiere decir que el que cumpla con todo esto llegará a ser Dios, puesto que Jesús (el hijo del hombre) se convirtió en el Cristo (el ungido, el Hijo de Dios)? No lo sé ni lo estoy predicando. Lo que sí puedo decir es que creo que las personas que cumplan con éstos requisitos serán aquellos famosos y esperados 144,000 varones perfectos que la creación anhela y espera, vengan al final de la era (vea Romanos 8:19 y comparelo con Apocalipsis 7).

Estos 144,000 son Hijos de Dios que no se salieron del cautiverio NUNCA, éstos Hijos de Dios son los que con abnegación sobrellevaron los embates de la vida, tal y como Dios la planificó para ellos, éstos Hijos de Dios JAMAS pensaron en tirar la toalla, jamás pensaron en que lo que Dios les había enviado, a pesar de que a juicio propio y de muchos era injusto y doloroso, jamás hicieron por meter el brazo de carne, esto es anteponer sus deseos, sus comodidades, sus ideas, sus caprichos a los planes de Dios para con ellos. Estos son 144,000 Hijos de Dios muy especialmente preparados en el crisol del dolor humano, tal como lo hizo EL, tal como lo hicieron los discípulos, tal como lo hizo Pablo. Me encantó el devocional del predicador David Wilkerson de hace ocho días que titulaba: El Ministerio del sufrimiento, en donde hablaba precisamente de éste tema. Qué duro va a ser para muchos creyentes ( o al menos qué decepcionante), el haber rechazado ésta doctrina. Quizás por ello fue que Jesús dijo tan tajantemente: No os hagáis tesoros en la tierra... pa no tener allí vuestro corazón.

jueves, 16 de abril de 2009

Difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.

Por favor no crea que está delante de otro socialista resentido de esos que andan derramando su bilis por allí. Las palabras del título de hoy fueron expresadas por Jesús en ocasión de un que un joven rico se le acercó para preguntarle ¿qué haré para tener vida eterna? Jesús le explica los mandamientos, los cuales el joven responde que desde niño cumplía; Jesús le dice que la perfección viene al desposeerse de todo y darlo a los pobres, es allí en donde el joven rico pierde la partida, pues como tenía muchas riquezas se va triste, pues es demasiada entrega según él, para adquirir la vida eterna (vea Mateo capítulo 19).

¿Qué es ser rico? Para algunos es tener mucho (como para el joven rico), para otros es tener suficiente (como para estar indiferente a las necesidades de los demás), para otros tener dos chamarras ya es riqueza (al menos eso decía Jesús) por ello incita a que el que las tiene regale una. ¿Por qué es tan "difícil" para el rico entrar al reino de los cielos? Bueno, primero entendamos que difícil no indica imposible sino solamente que cuesta más. ¿Pero por qué? Por que el que tiene recursos tiende a salirse de los cautiverios a los que nos somete el Señor en la caminata. ¿Pero cómo? Dios es tan ingrato que nos mete a cautiverios cuando dice Su Palabra que hemos sido llamados a libertad? Sí, Pablo dice que es "necesario" que por "muchas" tribulaciones entremos al reino de los cielos (vea Hechos 14:22).

Es común que la gente pudiente en sus empresas tenga sueldos malos y aún de miseria porque la situación está difícil y ya los costos no dan para más, pero es común también que los gerentes anden de viaje en viaje y de vacaciones en vacaciones ¿entonces? ¿de dónde sale el dinero? Una prueba más de la explotación la vemos cuando uno de sus hijos recibe el mismo trato en "otra" empresa con las "mismas" pruebas y evidencias, entonces las palabras son: Hijo-a renuncia que allí te están explotando. En las empresas de ellos se llama "estrategia y política de empresa" en las otras "explotación". Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos (Jesús en Mateo 19:24).

miércoles, 15 de abril de 2009

La paga por el Temor de Dios.

Hemos leído muchas veces en el libro de Romanos que: "La paga por el pecado es la muerte", pero no muchas veces reflexionamos en la paga por el Temor a Dios. Así como la falta de temor a Dios, que en definitiva eso es pecar, tiene un precio y ese precio es la muerte del alma y en ocasiones tan drásticas quizás también la muerte física, así también la paga por tener Temor de Dios tiene una justa paga, explicamos.

En el libro de Primera de Samuel capítulo 25 leemos la historia de un varón judío de la descendencia de Caleb, cuyo nombre era Nabal que vivía en Carmel y quien era de relativos recursos económicos pero que no tenía Temor de Dios". Por ese motivo, a pesar de que ya se había divulgado el hecho de que Dios iba a bendecir a David con el trono de Israel, cuando éste le pidió ayuda para alimentar a sus hombres, Nabal se la negó. Pero, Abigaíl, su esposa, sí tenía Temor de Dios, y fue por ello que adelantándose a David y ofreciéndole ofrendas, conquistó su buena voluntad, y más adelante su amor.

A muchos de nosotros nos enseñaron de niños que si hacíamos algo fuera de la voluntad de Dios un castigo ejemplar nos vendría del cielo, y por miedo a Dios y no por Temor de Dios, muchos no pecábamos, y cuando nos atrevimos a hacerlo y vimos que era mentira que un rayo del cielo para castigarnos no caía, seguimos pecando. Hoy, muchos de nosotros sabemos que sí hay una paga para el pecado, pero sabemos también que la misericordia de Dios espera a que nos arrepintamos e iniciemos un nuevo camino, por eso no cae el rayo del cielo. Hoy, muchos de nosotros sabemos que no es miedo a Dios lo que nos evita el pecado sino el Temor de Dios. El miedo implica que lo que no queremos es castigo, el Temor implica que no pecamos por amor, por gratitud, por respeto a todo lo que EL es y representa.

martes, 14 de abril de 2009

Cumple el ministerio que recibiste del Señor.

Nadie llegó por casualidad o por coincidencia a los pies de Cristo. Es más, hasta los impíos tienen una misión en los caminos del Señor, nótese cómo Poncio Pilatos y Herodes tenían un papel protagónico en la vida de Cristo, recuerde cómo el soldado que traspasó el corazón del Señor tenía esa misión asignada, cómo un Cireneo tenía la misión de ayudar a Cristo con la cruz (todo lo cual se ve en los evangelios al momento de la cruz).

Cuando Pablo se está despidiendo de los Colosesenses en su epístola le manda a decir a Arquipo: "Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor" (Colosenses 4:17). Hemos de entender algo, todo aquél que tiene el privilegio de conocer al Señor personalmente tiene un ministerio, algunos son ministerios muy vistos y muy aplaudidos, otros son ministerios muy escondidos pero igualmente recompensados por Dios. Recuerde usted a Semeón el anciano que pasó ochenta y tantos años con la promesa que no cerraría sus ojos sin antes haber visto al Hijo de Dios, un día de tantos cuando ya estaba anciano y cercano a la muerte el Espíritu le dijo HOY, HOY ES EL DIA, dejó lo que estaba haciendo y fue al templo y allí estaba el Hijo de Dios (Lucas 2:25-30).

Ahora bien, si usted nota con cuidado en esos versos verá que la espera de ochenta y tantos años tuvo una recompensa que ya quisieran muchos de los que acostumbran a poner mantas y carteles anunciándose como grandes evangelistas... Simeón pasó a la historia como el hombre que presentó en brazos al Hijo de Dios en el templo. Dios tiene un ministerio para cada uno, solamente a sus pies y bajo la cobertura del Espíritu Santo lo conoceremos, y solamente bajo su dirección lo podremos cumplir sin que la vanidad y el orgullo interfieran en lo que es únicamente la Gloria de Dios.

lunes, 13 de abril de 2009

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal.

Una de las peculiaridades que debe de sobresalir en los creyentes es el gozo, un creyente no debiera verse con el semblante cansado, triste o desanimado, es cierto que hay situaciones de enfermedad, angustia, pena o quizás hasta de muerte, y no decimos que en esos momentos haya precisamente risas, pero normalmante el creyente debiera de vivir gozoso pues sus esperanzas, sus sueños, sus metas debieran estar en los ofrecimientos que Dios nos ha hecho para despuès de la muerte y no para antes. Por ello, Pablo animó a los Colosenses también con esas palabras: "Sea vuestra palabra siempre con gracia (con gozo, con alegría, con ánimo) sazonada con sal" (ver Colosenses 4:6).

Lo hemos dicho en otras ocasiones y hoy viene también al caso, los ofrecimientos de nuevas y hermosas moradas que nuestra mente no alcanza a entender; la vida de paz, tranquilidad y armonía; el mundo ordenado, justo y mejor que se nos ha ofrecido, todo eso y más, es algo que recibiremos en la regeneración, o sea, despuès de muertos no antes (ver Mateo 19:28).

Por ello, lo que nos corresponde hoy en día es vivir con gratitud hacia Dios, sabiendo y entendiendo que lo poco o mucho que tengamos en ésta vida es solamente pasajero, si realmente creemos que somos peregrinos entonces pensemos que un peregrino no construye grandes obras para mañana, pues sabe que ha de mudarse. Un peregrino practicamente sobrevive con lo mínimo a donde va, sabe que es un nómada, sabe que hoy le tocó pernoctar aquí, pero mañana será en otro lado, vive conforme con lo que tiene, es más, se propone vivir con poco porque sabe que mañana, hay que llevarlo sobre la espalda y mientras menos lleve, menos le va a pesar.

domingo, 12 de abril de 2009

Libertinaje, libertad y esclavitud.

Dentro del sistema que hace funcionar a la iglesia del día de hoy, existen tres estados, éstos son el libertinaje, la libertad y la esclavitud. El libertinaje es cuando usted es instruido en las normas y los estatutos que un verdadero creyente debe observar y cumplir, y usted simplemente no lo hace, cree que con haber ido un domingo de tantos al culto, o haber ido a la campaña de un gran evangelista, y haber levantado el dedo, pasado al frente, declarar públicamente que cree en Jesús ya con eso tiene su pasaporte al cielo, pero puede vivir como le venga en gana que no importa, total, la sangre de Cristo es poderosa y perdona todo pecado. Error, eso es como la semilla que cae en mala tierra y muere (vea la parábola del sembrador).

Libertad es cuando habiéndo sido instruido en las normas y estatutos del verdadero creyente, usted guarda un equilibrio entre la vida material, la cual estamos obligados a vivir y Jesús lo sabe (sino, no hubiese orado por nosotros como lo hizo en Juan capítulo 17: "Padre, te pido por estos (los discípulos) y por los que han de creer por éstos (nosotros), pues están en éste mundo pero no son de éste mundo"), y un equilibrio entre la vida espiritual. Pablo también dijo que en condiciones normales, el que no trabaja que no coma, en otras palabras tenemos que mezclarnos con el mundo para ganarnos el sustento, pero no tenemos por qué hacer lo que ellos hacen.

Y, esclavitud (repetimos, dentro de la iglesia) es cuando extremamos esas normas y esos estatutos en los cuales fuimos instruidos, y llegamos a pensar que son más importantes que Dios, que nuestra familia, que nosotros mismos, y que, siendo la base que sustenta la congregación podemos darnos el lujo de sacrificar o abandonar nuestras obligaciones por cumplir las de la iglesia. Nunca, pero entendamos bien, nunca, fue el propósito de Dios darle a la congregación una mayor importancia que a EL mismo, que a la familia y que a nosotros como personas. Jesús no vino a hacer el papel de Cristo para formar una congregación, vino a cumplir con ese papel para salvar al hombre, para salvar almas, no para construir templos, mucho menos fastuosos templos. La primera institución que Dios formó fue la familia, no la congregación. Tenemos que servir en la congregación, pero sin anular el orden de Dios (vea Juan capñitulo 10 y entenderá los propósitos del Buen Pastor). No confundamos la libertad con el libertinaje, pero tampoco nos convirtamos en esclavos. Pues en donde está el Espíritu de Dios... allí hay libertad (2da. Corintios 3:17). Como Pastores humanos somos administradores de ovejas, no dueños de ellas.

sábado, 11 de abril de 2009

Siete vacas flacas que se comían a las siete vacas gordas.

Si usted platica con cualquier persona sea ésta creyente o no creyente en los negocios de Dios (en el sentido honesto de la palabra como lo explicó Jesús a sus 12 años, y no en el irracional comercio que se ha vuelto la iglesia el día de hoy), Y, usted le habla de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas, casi todos le dirán con aproximada terminología que usted está hablando de los siete años de abundancia y los siete años de escasez de los tiempos de José (Génesis 41:16).

Paro los que no le han estudiado detenidamente podemos decirles que fueron siete años de abundancia en la tierra de Egipto y sus alrededores, y siete años de escasez durante los años de José. Habiéndo sido avisado el Faraón de Egipto por José y éste por Dios, fueron años de guardar en graneros hasta que éstos se llenaran, para los demás que no tuvieron aviso porque Dios no les mandó palabra alguna, fueron años de derroche, años de gasto desmesurado, años de acostumbrarse a gastar pensando que siempre habría suficiente, pero no era ni iba a ser así (vea el resto del capítulo 41 de Génesis).

Hoy, estamos apenas viviendo el principio del segundo año de limitaciones económicas y ya hay personas, hogares, empresas y gobiernos que casi no aguantan. El relato bíblico dice que las vacas flacas se comieron a las gordas y a pesar de que las gordas eran suficientemente gordas, a las flacas no se les notaba que se las habían comido (vea Génesis 41:20-21). Tuvimos del año 2000 al 2007 años de mucha abundancia, el que tuvo el privilegio de escuchar la voz de Dios guardó y le va a ser "difícil" pasar los siete años de escasez que vienen, para el que no tuvo el privilegio de oír de Dios el consejo, le va a ser "más difícil" aún pasar los seis años que aún nos restan... a menos que, y enfatizamos "a menos que", esté bajo la cobertura de un José, guiado por Dios, que le diga cómo cobijarse en las alas de un Faraón (entendiendo un enigma espiritual, y éste es que nos guste o no nos guste, lo entendamos o no lo entendamos, lo querramos aceptar o no lo querramos aceptar, el Faraón no es creyente sino un líder impío utilizado por Dios) (no vea, estudie Génesis 41 y entenderá lo que viene más que si lee los reportes de la bolsa de valores). Pero estúdielo no con temor sino con amor, pues Dios a los suyos los protegerá de la HAMBRUNA que recién está empezando.

viernes, 10 de abril de 2009

Aún así, muchos no creyeron al Hijo de Dios.

Para muchos era tan sólo el día de la fiesta, la gran fiesta judía (Mateo 27:15), creían que era otra más de las muchas que habían estado celebrando en conmemoración de aquél milagro que Dios había hecho hacía unos siglos con sus antepasados, era la remembranza de la libertad a la que habían sido llamados como pueblo (Exodo 12:43-44), pero ninguno de ellos o pocos quizás, sabían que lo que sucedería en el transcurso de ese preciso día, cambiaría el rumbo de la humanidad para siempre.

En esa fiesta de la Pascua del año 33 de nuestra era, estaba escrito que muriera el Hijo de Dios a manos de su propia creación para salvarla. A partir de ese día ya no solamente el nacido en Israel, el descendiente de israelitas iba a poder ser salvo. A partir de ese día, todo aquél que reconociera de corazón y declarara con su boca de propia voluntad, que ese Jesús que estaba mueriendo en la cruz, era no solamente el Hijo de Dios sino que su sangre estaba siendo derramada por el perdón de sus pecados, ese sería salvo, no importando quiénes eran sus padres terrenales ni en dónde había nacido. Inmediatamente sería considerado por los cielos como un israelita espiritual y por lo tanto, una persona salva.

Sí, ese día era tan especial que desde el medio día se obscureció de tristeza por la muerte del Hijo de Dios, y luego de que le crucificaran, le pusieran una corona de espinas como burla, que hicieran suertes sobre sus ropas, le injuriaran y le llevaran a la muerte, la tierra tembló, las rocas se partieron, el velo del templo se rasgó dejando ver al fín, luego de muchos siglos oculto, el lugar santísimo, y los sepulcros se abrieron, y muchos santos salieron a sus parientes en la ciudad... (ver Mateo 27:51-52), pero lo más impactante de todo esto es que, aún así muchos no creyeron que estaban matando al Hijo de Dios.

jueves, 9 de abril de 2009

Un complot, un asesinato.

En tiempos de Esdras y Nehemías cuando se realizó la reconstrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén con autorización y ayuda de Ciro, Darío y Artajerjes reyes de Persia (ver Esdras 6:14), fue también el tiempo en que nacieron tres grupos de personas entre el clero, de las cuales dos iban a convertirse en "sectas religiosas". Los Escribas se encargarían de: mantener por escrito toda la historia y toda la cultura judía, y por supuesto las leyes, las tradiciones escritas y las orales. Ahora bien, los otros dos grupos Fariseos y Saduceos, siendo su ocupación encargarse del cuidado del templo y de las ovejas, la enseñanza de las doctrinas, las tradiciones antiguas, los ritos, etc. del judaísmo, desde sus inicios tuieron una pugna por el poder, el dinero y la gloria humana, a tal extremo que tuvieron compadrazgo con la gente política romana.

No fue casualidad ni tan sólo la debilidad humana la que causó esa degeneración entre los religiosos, fue el perfecto plan de Dios para el momento oportuno de la aparición de Su Hijo. Tenían que ser personas poderosas tanto en el sentido material como en el sentido espiritual, quienes traicionaran, persiguieran y mataran al Hijo de Dios. El poder material los hacía tener compadrazgo con los políticos de turno para poder entregarlo, y el poder espiritual los hacía tener la capacidad de llamarlo hereje, traidor y suplantador. Con el poder material de las armas lo encadenaron, pero con el poder de amedrentamiento espiritual podían guiár a las ovejas a gritar crucifíquenle, crucifíquenle (vea Marcos 15:13), fue así como armando un complot llegaron al asesinato.

Hoy, a dos mil años de esa traición, la historia está a punto de repetirse, no van a ser los impíos los que rechazarán a Cristo cuando venga a reinar, van a ser los religiosos ambiciosos de poder, de dinero y de gloria (ver 2da. de Pedro 2:3) los que con el compadrazgo de los políticos de turno, volverán a tratar de rechazar al Cristo, solamente que ahora el que va a ganar la batalla será EL. Pues en la primera venida estaba destinado a morir para redemir, pero en la segunda está destinado a vencer para reinar (vea 1era. Tesalonicenses 4:17)

miércoles, 8 de abril de 2009

Pero el Espíritu dice claramente:

En la primera Epístola a Timoteo, Pablo nos habla de los acontecimientos que sucederán y que verán quienes estén sobre la faz de la tierra en esos días, dice del capítulo 4:1 en adelante: "En los postreros tiempos..."

Para poder explicar esto, antes debo exponer que soy de las personas que creen que Dios, así como creó el actual mundo en seis días milenio, así también planeó su existencia para seis días milenio (ver 2da. de Pedro 3:8), y que por lo tanto estamos a las puertas de que el mundo actual cambie radicalmente para siempre. Si esto es así, hemos de entender que de Adán para Cristo pasaron 4,000 años y que de Cristo para nosotros han pasado 2,000 por lo que reitero, estamos a las puertas de un cambio muy radical, el cual también me atrevo a decir que estará muy pero muy ligado a la economía (y sin la marca del Anti-cristo NADIE podía comprar ni vender, Apocalipsis 13:16-17).

Bien, explicado esto creo que estamos en los postreros tiempos también, debido a que las predicciones o profecías dadas por Jesús en Mateo 24 se están cumpliendo hoy más que nunca y simultáneamente. Guerras, rumores de guerras, nación contra nación, pueblo contra pueblo, hambres, terremotos en todos lados, pestes, persecusión a la Palabra de Dios, etc. Por lo tanto, creo que las palabras de Pablo como dije al principio son para éste tiempo, y nos dicen dichas palabras: 1) Habrán engañadores, 2) habrán doctrinas de demonios, 3) habrá mentirosos hipócritas, que teniendo cauterizada la mente prohibirán a algunos casarse (celibato), y mandarán abstenerse de alimentos creados por Dios y que al tomarlos con acción de gracias se puede consumir tranquilamente (carne en cuaresma por ejemplo), pues todo lo que Dios hizo es bueno y NADA es de desecharse (ver 1ra. de Timoteo 4:1-5).

Timoteo, esto mada y enseña, porque si lo enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, mostrando que has sido nutrido en la buena palabra y en la fe, y en la buena doctrina (ver 1ra. de Timoteo 4:6 y 11).

martes, 7 de abril de 2009

Haced morir lo terrenal en vosotros.

Pablo instruyendo a los Colosenses en el capítulo 3 y versos 5 en adelante, les hace una recomendación que aún hoy está vigente para nosotros: "Haced morir lo terrenal en vosotros", y, les dice y nos dice qué es lo que está considerado como terrenal: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos, avaricia que es igual a la idolatría (no lo dice pero es obvio que la idolatría también es considerada terrenal) y sigue diciendo, actos por los cuales la "ira" de Dios viene sobre las personas.

El verso 8 declara: dejen también la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia, palabras deshonestas y la mentira. Luego, nos enseña de qué debemos rodearnos o a qué debemos de luchar por llegar (verso 12 en adelante): de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándonos unos a otros, vestíos de amor y de agradecimiento.

En éstos días en que celebramos la semana de la pasión de nuestro Señor Jesucristo, es bueno reflexionar en que tanto las virtudes que Pablo nos menciona, como los defectos en los cuales no debemos de caer, no deben de ser tema de meditación "solamente" en ésta semana sino durante todo el año y durante lo que nos reste de vida sea poco o sea mucho. Pablo dice en el verso 12: vestíos como escogidos, como santos, como amados de Dios. Y tenemos que reconocer que somos amados de Dios todos los días no solamente en ésta semana, por lo tanto vistámonos como santos y como escogidos y como amados todos los días, haciendo morir lo terrenal en nosotros.

lunes, 6 de abril de 2009

En donde esté tu tesoro allí estará tu corazón.

Durante el tiempo que el Señor Jesús predicó en la tierra hubo momentos que sobresalieron más que otros, a los ojos y los oídos de nosotros los hombres, pues toda la vida de EL fue maravillosa. Entre esos momentos sobresalientes, quizás uno de los más recordados es el famoso "sermón del Monte", en el cual Jesús nos diera la mayor cantidad de lineamientos para la vida del creyente. Fue precisamente en ese sermón en donde dijera las palabras con las cuales se titula el mensaje de hoy: "En donde estuviere tu tesoro allí estará tu corazón" ver Mateo 6:21.

Es muy fácil ver en dónde está el tesoro y el corazón de una persona, pues cuando usted habla con alguien le va a hablar de política, de deportes, de economía, de ciencia, de artes, etc. Según sea la meta en su vida, según sean sus ilusiones, según sean sus planes, y según sea su tesoro allí va a tener su corazón. Menos mal que siempre en algún lugar a donde vaya encontrará al menos una persona que le va ha hablar de Dios. Siempre encontraremos alguna persona sea mujer, hombre, anciano, o niño que su tesoro es el Señor y allí tiene su corazón. Esa es la clase de personas que esperamos encontrar, sobre todo cuando tenemos problemas. Por ello es que en la angustia, en la pena, en la necesidad, no buscamos al economista, no buscamos al deportista, no buscamos al científico, es más, ni siquiera buscamos al teólogo sino buscamos al que sabemos que por su testimonio de vida, su tesoro y su corazón están en el Señor.

Pablo se los explicó a los Colosenses de ésta forma: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad lo de arriba... poned los ojos arriba, no en la tierra... porque ya habéis muerto a todo lo terrenal y estáis escondidos en Cristo" (ver Colosenses 3:1-3). No negamos que necesitamos muchos elementos de la tierra para la vida cotidiana, pero si somos de Cristo como decimos serlo, entonces no pongamos en ellas nuestro corazón como si ese fuera nuestro tesoro. Total, si nos muriéramos hoy ¿qué tanto podríamos llevarnos en el cajón?

domingo, 5 de abril de 2009

La maleta del último viaje.

Cada vez que alguien emprende un viaje lleva aunque sea una maleta pequeño en donde lleva lo más importante para su uso diario o su uso personal. Quizás algunos papeles del trabajo, o, en su defecto, lo más íntimo si es un viaje de placer. Todo ser humano algún día, cercano o lejano, emprenderemos el último viaje, aquél viaje que nos lleve, si hemos creído a la palabra de Dios, a las cortes celestiales; o, en otro caso a lugares de tormento si no le hemos creído (Juan 3:16-18).

Ciertamente en lo material iremos con un último traje o en su caso con un último vestido, pero lo importante es ¿qué llevaremos en esa maleta espiritual? Llevaremos frustraciones, rencores, envidias, celos, contiendas, mentiras, engaños, odio, cólera, etc. desvirtudes y defectos que nos llevarán directo a un lugar de obscuridad y más tormento, solamente que en ésta ocasión para siempre. O por el contrario, llevaremos alegría, gozo, paz, tranquilidad, benignidad, confianza, seguridad, satisfacción, etc. virtudes todas que nos permitirán presentarnos a los cortes celestiales con la certeza de que allí estará nuestro Padre celestial esperando con los brazos abiertos, y al estilo del Padre del hijo pródigo listo para realizar una gran fiesta... porque el hijo amado al fin llegó a casa y ésta vez para siempre.

Jesús antes de morir llenó su maleta y dijo: Todo está consumado (vea los evangelios); Esteban antes de partir llenó su maleta y dijo: Señor, no les tomes en cuenta éste pecado (ver Hechos 7:59). Pablo antes de partir dijo: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe (ver 2da. Timoteo 4:7). La pregunta es ¿Podremos llevar nosotros lo mismo que llevaron ellos en su maletaen el último viaje?

sábado, 4 de abril de 2009

Dios no es un Dios enmarcado ni un Dios de legalismos.

Cuando uno estudia las escrituras (ciencia llamada Hermenéutica) está limitado por normas establecidas por los antiguos eruditos, entre ellas está la que menciona que NO podemos hacer o fundar una doctrina en "un sólo verso". Con respecto a la oración, tenemos que entender que es una "relación o una comunicación directa con el Padre", esa es su simple y llana definición. Con respecto a la norma vemos cómo muchos líderes pretenden guíar a las ovejas en caminos que tratan de "enmarcar o en legalizar" a Dios sin ningún motivo, explico: he visto y oído a líderes querer "obligar" directa o indirectamente a las ovejas a que cuando "oren" a Dios, lo hagan de rodillas. los he visto y oído también, encaminarlos a que con "ayuno" se consiguen los própósitos deseados: no tiene trabajo... ayune hermano; no tiene dinero... ayune hermano; no tiene salud... ayune hermano.

De entre todos los millones de Hijos de Dios que han habido, habemos y habrán definitivamente el más amado tiene que ser Jesús, sin embargo, cuando usted lee o estudia las escrituras, usted no ve a Jesús "legalistamente" orando hincado, en la Santa Cena estaban recostados (así era la tradición, Juan 21:20). David el único hombre sobre el cual las escrituras hacen la mención de que tenía el corazón como el de Dios, se comunicaba con Dios y lo alababa con su arpa cuidando las ovejas, es más, allí estaba cuando lo llamaron para ungirlo como Rey sucesor (vea 1era Samuel 16). La oración y el ayuno no son "armas" para obligar a Dios a que haga lo que nosotros queremos, David ayunó 8 días después de su pecado para que el niño no muriera y de todos modos murió. El ayuno y la oración son métodos de acercárnos, conocer y agradar a Dios, no medios de exigencia.

Es el hombre quien se hace de una imagen de Dios, quien se traza una meta, quien busca un fin, el que enmarca o legaliza a Dios, y con esa idea en su mente y en su corazón trata de guiár a otros en esa dirección, no es malo, y supuestamente, no es mal intencionado pero no es el único camino. De lo contrario preguntamos: Si solamente hincados podemos comunicarnos con Dios ¿qué se supone que hizo Jesús cuando estaba crucificado y no podía doblar sus rodillas?
¿qué se supone que hizo Jesús en la última Cena con sus discípulos, si todos estaban recostados? ¿qué se supone que hace un enfermo terminal si no puede hincarse? ¿Si no podemos orar parados, sentados, acostados? Entonces por qué hay personas que lo hacemos así, con todo respeto por supuesto, y recibimos respuestas? Dios es un Dios de orden, hasta allí perfecto, pero también es un Dios y Padre de amor y comprensión, no es un Dios enmarcado ni legalista.

viernes, 3 de abril de 2009

El creyente vive por fe no por preceptos y dogmas.

Cuando Pablo les explica a los Colosenses que han creído en la muerte de Jesús les dice: "Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos?" (Colosenses 2:20). "Dogmatizó" significa precepto cuya definición es: "someterse a ciertas reglas o normas" y entre las que menciona Pablo que los religiosos estaban prohibiendo expone: no gustes (gemonai) el original implica no saborees, no toques (haptomai) el original implica no tengas sexo (hablando de que sí se puede servir a Dios aún estando casado) ver Colosenses 2:21.

Pablo sigue diciendo: "tales prohibiciones a la verdad dan cierta reputación y cuando se hacen "voluntariamente" (implicando que no debe de ser algo impuesto), ayudan a la humildad y son un duro trato al cuerpo, pero... NO TIENEN VALOR ALGUNO CONTRA LOS APETITOS DE LA CARNE. Lo que significa que por naturaleza la mente seguirá pensando en comer y en los apetitos sexuales, y más, mientras menos se tengan por lo que la simple lógica dice que NO SON EL CAMINO CORRECTO, sigue dicièndonos Pablo (vea Colosenses 2:23). Prueba de ello, es que cuando le escribe a Timoteo le explica entre los requisistos de un OBISPO y de un DIACONO que: "tengan a sus esposas y a sus hijos en orden, bajo sujeción porque: si no pueden administrar su casa ¿cómo pretenden administrar un conglomerado de familias en la iglesia? vea 1era de Timoteo capítulo 3.

El creyente en Jesús debe de vivir por la fe en Jesús, y esa fe, viene SOLAMENTE por oír la voz de EL dice Romanos 10. Solamente con el compañerismo en y con Jesús "continua y constantemente" viene la fe y la palabra que nos dirá qué, cómo y cuándo hacer algo. Pero no es por preceptos, dogmas y mandamientos de hombres que vamos a agradar a Dios.

jueves, 2 de abril de 2009

Dios es un refugio no una cueva.

En el idioma español mencionar algo es como mencionar otra debido a la riqueza de sus palabras, usted puede decir cueva y piensa en un refugio o decir refugio y piensa en una cueva. Bueno, pues resulta que en el idioma hebreo no es así. Cuando usted dice refugio está hablando de la palabra "MAIN" que significa casa, hogar, un lugar de resguardo. Pero cuando dice cueva está hablando de la palabra "KJUR" que significa básicamente madriguera, un lugar en donde usted no mora sino se "esconde". Y, ¿A qué viene todo esto? Bueno, le explico.

Muchas personas a través de los siglos han tomado el Reino de Dios, la Casa de Dios y la Palabra de Dios como una cueva y no como un refugio. Han utilizado el "esconderse en Dios" como una forma de vida, mientras que lo que Dios desea es que "EL sea nuestra vida". Más claro no lo pueden mostrar las escrituras, en una cueva se esconden los ladrones, vea Mateo 21:13; es una guarida de serpientes, vea Isaías 11:8; allí se ponía a los muertos en la antiguedad, vea Juan 11:38; el mismo David encontró en la Cueva de Adulam a los que ciertamente eran afligidos pero que estaban amargados, vea 1era. de Samuel 22:1.

El Salmo 90:1 nos habla de que Dios es un refugio si "moramos con EL y en EL", pero no si lo tomamos como una excusa o un pretexto para esconder nuestras frustraciones, o esconder nuestro fracaso en la vida, o peor aún, para vivir de EL esperando que El nos supla todo lo que necesitamos sin trabajar. La palabra refugio aparece 56 veces en la escritura y en todas nos habla de morar en Dios o confiar en Dios, mientras que la palabra cueva aparece solamente 36 pero en la mayoría hablando de aspectos o características negativas de los que allí están, como ya mencionamos. Busquemos a Dios por lo que ES no por lo que nos pueda DAR, eso es refugiarse en EL y no esconderse en EL.