viernes, 26 de diciembre de 2008

Jehovâ me ha librado

Los soldados estaban en el campo de batalla, escuadrones de soldados petrificados de miedo porque delante suyo habîa un gigante, pero llega un jovencito a llevar comida a sus hermanos y pregunta ¿Quiên es ese filisteo incircunciso para que provoque a los escuadrones de Dios? Y entonces el pânico entrô en todos los soldados judîos pensando que lo iban a oîr del otro lado, y cuando tratan de callarlo, el muchacho responde: Jehovâ me ha librado de las garras de leones y de osos, acaso no me puede librar de êste filisteo? Mâs adelante, el mismo Goliat se llama asî mismo perro. (Primera de Samuel 17).

Todos, creyentes y no creyentes en Dios nos quejamos de nuestras penas, de nuestras angustias, de nuestros problemas, de nuestras limitaciones y escaceses... pero llegado el momento y si vemos para atrâs, Dios NUNCA nos ha dejado tirados en el camino. No hemos querido entender que todas esa angustias, problemas, limitaciones y escaceses han sido un entrenamiento con los leones y con los osos, para que cuando nos enfrentemos a los perros ya sepamos que la victoria serâ nuestra.

"El que quiera seguir en pos de mî, tome su cruz y sîgame" dijo Jesucristo, TODOS queremos llegar al cielo pero POCOS quieren pagar el precio. La cruz no es una piñata, no es una fiesta, no son colchones de seda; sino todo lo contrario, son angustias, problemas, limitaciones, escaceses... pero siguiêndolo a EL. Muchos no quieren o no pueden pagar el precio de la cruz porque nadie les ha enseñado que el camino del cristiano es cargar una cruz. Sufriô Abraham, sufriô el Pueblo de Israel, sufriô Jesucristo, sufrieron los Apôstoles, sufriô Pablo... ¿Quienes somos nosotros para no sufrir, si queremos llegar a donde ellos estân?