lunes, 13 de abril de 2009

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal.

Una de las peculiaridades que debe de sobresalir en los creyentes es el gozo, un creyente no debiera verse con el semblante cansado, triste o desanimado, es cierto que hay situaciones de enfermedad, angustia, pena o quizás hasta de muerte, y no decimos que en esos momentos haya precisamente risas, pero normalmante el creyente debiera de vivir gozoso pues sus esperanzas, sus sueños, sus metas debieran estar en los ofrecimientos que Dios nos ha hecho para despuès de la muerte y no para antes. Por ello, Pablo animó a los Colosenses también con esas palabras: "Sea vuestra palabra siempre con gracia (con gozo, con alegría, con ánimo) sazonada con sal" (ver Colosenses 4:6).

Lo hemos dicho en otras ocasiones y hoy viene también al caso, los ofrecimientos de nuevas y hermosas moradas que nuestra mente no alcanza a entender; la vida de paz, tranquilidad y armonía; el mundo ordenado, justo y mejor que se nos ha ofrecido, todo eso y más, es algo que recibiremos en la regeneración, o sea, despuès de muertos no antes (ver Mateo 19:28).

Por ello, lo que nos corresponde hoy en día es vivir con gratitud hacia Dios, sabiendo y entendiendo que lo poco o mucho que tengamos en ésta vida es solamente pasajero, si realmente creemos que somos peregrinos entonces pensemos que un peregrino no construye grandes obras para mañana, pues sabe que ha de mudarse. Un peregrino practicamente sobrevive con lo mínimo a donde va, sabe que es un nómada, sabe que hoy le tocó pernoctar aquí, pero mañana será en otro lado, vive conforme con lo que tiene, es más, se propone vivir con poco porque sabe que mañana, hay que llevarlo sobre la espalda y mientras menos lleve, menos le va a pesar.