sábado, 21 de febrero de 2009

¿Suntuosos templos y decoradas catedrales?

Ayer tocamos un tema delicado "el dinero". Ciertamente desde la antiguedad el dinero ha sido necesario para la humanidad, pero también es cierto que todo lo que el hombre no sepa manejar lo manerajá a él. ¿Còmo mira o con qué ojos ve la Palabra de Dios el dinero? ¿Cómo quiere Dios que manejemos nuestro dinero? Lo primero que hemos de tomar en cuenta es que: "El amor al dinero es la raíz de todos los males" (Primera de Timoteo 6:10). Esto nos explica que el dinero en sí, sea malo, lo que es malo es darle un lugar preponderante en nuestra vida. Tampoco implica que el ser rico sea pecado.

Muy curiosamente, la palabra "dinero" o una referencia al mismo aparece solamente 16 veces en el Nuevo Testamento. La palabra "diezmo" aparaece 1 (Hebreos 7:9). Y la palabra "diezmos" aparece 7 veces, 6 de ellas en el libro de Hebreos. Pero más curioso aún es que, ni las 16 veces que se menciona el dinero, ni la única vez que se menciona el diezmo, ni las 7 ocasiones en que se menciona la palabra diezmos... habla de darlo para la construcción de suntuosos templos ni decoradas catedrales. ¿Por qué algo que es tan importante para muchos hombres... se le olvidó a Dios mencionarlo?

La razón es muy sencilla, Dios quiere que compartamos nuestro dinero, nuestros recursos... pero no para construir CASAS HECHAS DE MANOS HUMANAS EN DONDE EL NO MORA (Hechos 17:24). Dios quiere que le demos al necesitado: "Ve y vende lo que tienes y dalo a los pobres" le dijo al joven rico (Mateo 19:20-22). Jesús predicó en las casas, en las calles, en las plazas, y su mejor discurso lo dió en un Monte. Si los Templos en los que El desea vivir somos nosotros, la pregunta es ¿A quién glorifican los suntuosos templos y las decoradas catedrales hechas con manos humanas? No será al ego del que las construye o dirige en lugar de ser a Dios.