martes, 6 de abril de 2010

Dame, dame y dame.

No es poco común hoy en día ver como muchos líderes están llenando templos cada día más grandes, atrayendo con engaños a las ovejas perdidas de la casa de Dios. Muchos líderes en su afán de llegar a tener una iglesia llena, o de llegar a tener la iglesia más grande de la zona, están utilizando las necesidades tan profundas de las gentes, para hacerlas creer que "Jesús es el mago del sombrero" que quita todos los males, así por así.

De esa cuenta, existen hoy muchos que se acercan a Dios, que dicen seguir a Jesús, y que dicen conocer al Espíritu Santo, con tal de extender la mano y poder decir: "dame, dame y dame". No vamos a negar que Dios no tenga la capacidad de hacerlo, nuestra prédica y nuestra intención siempre será lo contrario, predicar y promulgar que Dios SI puede y SI quiere hacerlo, pero... a su modo, no al nuestro. La escritura es clara cuando en Proverbios 30:15 dice: "La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame!. ¿Qué significa eso? Bueno, entendamos que la sanguijuela es un parásito y que sirve para chupar la sangre. Un caracter muy opuesto a lo que Cristo pide de nosotros, EL quiere que demos no que pidamos. Una prueba de ello son los ejemplos y comentarios que se hacen en la misma escritura inmediatamente después de ésta expresión en Proverbios.

El verso 16 dice:"Tres elementos nunca se sacían, y aún la cuarta nunca dice BASTA". Y mire usted las comparaciones: Una, el INFIERNO, al cual le pueden caer almas toda la vida, y aún así, no llenarse. Dos, la MATRIZ ESTERIL, a la cual le puede caer semen toda la vida, y aún así, no dar fruto. Tres, la TIERRA que nunca se sacía de agua, vea usted como nuestro mundo está formado por tres partes de agua y una de tierra, y sin embargo, ésta nunca se inunda completamente. Y cuatro, el FUEGO, que nunca dice basta, encienda una hoguera y pase una vida echándole leña y verá que nunca se apagará. El verdadero creyente es la antitésis de éstos ejemplos, el verdadero creyente debiera de estar para DAR no para PEDIR. No seamos creyentes sanguijuelas, sino creyentes dadores. Lo cual no implica tampoco, que no tengamos el derecho de pedir por nuestras necesidades "básicas". Meditemos.