jueves, 26 de febrero de 2009

Justificados por la fe en Jesucristo

En griego la palabra para justificar es "dikaíoo" que significa: "considerar inocente a alguien". Justificar es una palabra deribada del Latín: "iustificare" que puede significar en términos de un impresor: "igualar las líneas antes de meterlas a la prensa"; pero también puede significar en términos judiciales: "Probar con razones, testigos y documentos la inocencia de alguien".

El diablo o satanás es nuestro "acusador" delante del padre, el nos desnuda de lo que hemos hecho mal para que seamos condenados, hace el papel de fiscal que quiere vernos encarcelados, pero Jesús es nuestro abogado, Jesús es nuestro "defensor", EL es que quiere vernos libres, el que presenta razones, testigos y documentos a nuestro favor. El apóstol Juan nos declara en su primera epístola en el capítulo 2 y verso 1: "si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con Jesucristo el justo".

No importa el pecado que hayamos cometido o que estemos cometiendo, si nos arrepentimos y le clamamos a Jesucristo el justo, EL con todo gusto nos defenderá delante del Padre en el juicio personal que hemos de enfrentar cuando muramos. No digo que el pecado que estemos cometiendo lo podamos o lo debamos seguir cometiendo, no, estamos hablando de un arrepentimiento que conlleve una regeneración, y entonces seremos justificados por Jesucristo.