miércoles, 10 de junio de 2009

En nada os afaneis.

Afán: Trabajo excesivo, ansia, anhelo, deseo vehemente, trabajo que trae congoja... son algunas de las palabras con que el Diccionario de la Real Academia Española define ésta palabra. Esta palabra nos da la idea de que quien se entrega afanado a alguna actividad, ésta parará absorviéndolo, ahorcàndolo, aislándolo, etc. de la familia, de las gentes, y del mundo real, pero lo más importante, separádolo de Dios.

Quizás fue por ello que en varias ocasiones Jesús dijo que no nos afanáramos. Las palabras exactas fueron: "No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni os afanéis por el cuerpo que vestiréis; acaso la vida no es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido". Y luego hace una comparación que debíera de liberarnos de cualquier afán de ésta vida. "Considerad los cuervos que ni siembran, ni siegan, ni tienen despensas, ni graneros, y sin embargo, Dios los alimenta"(ver Lucas 12:22-24 y Mateo 6:25-34). Para nosotros en éste lado del océano, quizás el ejemplo del cuervo no lo vemos tan marcado, simplemente pensamos que es un ave más, sin embargo, para el pueblo de Dios no es así.

El cuervo está catalogado entre los animales inmundos para el pueblo de Dios, así que lo que Jesús nos estaba diciendo a través de éste pasaje es: "Que vuestra fe no decaiga nunca, no importan las circunstancias, no importa la crísis económica, no importa que tu trabajo sea escasamente remunerado, es más, no importa si no tienes trabajo por el momento, no importa el costo que la vida llegue a alcanzar... MI PADRE NO TE DEJARA MORIR DE HAMBRE NI TE DEJARA DESNUDO. Por ello concluye: ¿No valéis vosotros más que las aves?