viernes, 26 de marzo de 2010

Más esperanza hay del necio que de él.

La biblia, especialmente los salmos y los proverbios son una fuente inagotable de consejos para el bien vivir. Lastimosamente, por mucho que nuestros padres se esfuercen por instruirnos en la vida, al final, ésta viene a ser una práctica casi constante de prueba y error para casi todos.

Hay una porción de la biblia que está en el libro de Proverbios 26:12 que nos dice: "¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él". Cuando una persona se obseciona con un pensamiento, difícilmente es sacado de él, sin la sabiduría de Dios. Así de necio es el corazón humano, esto lo vemos desde Génesis cuando Dios dispuso destruir toda carne, pues se había obsecionado con el mal (Génesis 6:1,2 y 11). Cuando pensamos que lo que estamos haciendo es lo correcto, si no consultamos con Dios, nunca nos daremos cuenta del error y tendremos que pagar las consecuencias, por duras que sean.

Prueba de ello, es el verso anterior en el libro de Proverbios (26:12)que nos amonesta así: "Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su necedad". Dura sentencia para una persona que persiste en el error. Quizás nuevamente el mejor consejo sería "buscar el consejo de Dios todos los días en todos nuestros caminos", pues también hay unos versos que más de advertencia son también de sentencia: "Fíate en Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia; reconócelo en todos tus caminos, y EL enderezará todas tus veredas; no seas sabio en tu propia opinión..." (Proverbios 3:5-7). De lo contrario, más esperanza habrá de un necio (que es como perro que vuelve a su vómito) que de nosotros.