martes, 28 de abril de 2009

Buscar la voluntad perfecta de Dios.

Un reo antiguo le pregunta a un recién ingresado ¿Por qué entraste? por maltratar a una persona responde el nuevo recluso, ¿Y, tú? pregunta el nuevo al antiguo, y éste responde: "Desde niño siempre anhelé una bicicleta, pero la voluntad perfecta de Dios nunca me la permitió, así que ahora de grande la robe, pero me atraparon". Esto es una anécdota material que nos puede enseñar una lección espiritual.

Cuántas veces no luchamos por un ideal, por una meta que nos hemos propuesto, ponemos todo nuestro esfuerzo por lograr hacer o tener algo, y simplemente la vida no nos lo permite. ¿Por qué? Porque Dios en su voluntad perfecta no nos lo permite. Si somos buenos hijos de Dios lo aceptamos, pero si somos hijos necios insistiremos tanto que hasta llegaremos a hacer trampa para conseguir lo deseado, pero es como robar espiritualmente nuestro anhelo, lo malo de ésta fórmula es que el resultado será un yugo, una red, una cárcel que quizás llevemos por el resto de la vida. A esto se le llama: Buscar la voluntad perfecta de Dios.

Pablo dijo: "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito pero no todo me edifica, ninguno busque su propio bien sino el de los demás" (ver 1era. de Corintios 10:23-24). Sí, cuando somos egoístas entonces caemos en el pecado de espiritualmente chantajear a Dios o robar lo que Él sabe, no nos conviene. Seamos buenos hijos de Dios y esperemos en EL lo que tanto hemos anhelado, si EL lo permite vendrá con bendición, y si EL no lo permite nos estará evitando algo que quizás llegue a ser una maldición.