domingo, 14 de junio de 2009

En el reino de los cielos unos son convidados otros son forzados.

Hace unos días hablamos de que en el Reino de los cielos unas personas eran "escogidas" pero otras "elegidas", alguien escribió haciendo algunas preguntas, y por supuesto, no estando de acuerdo con el pensamiento. Consideramos que ésta puerta que Dios nos abrió ha servido para que unos, algunos o muchos, ampliemos nuestro conocimiento pero sobre todo nuestro entendimiento de los negocios de nuestro Padre. Agradecemos a todos los que escriben porque nos ayudan a nosotros a ampliar nuestro entendimiento, y agradecemos también que con el mismo respeto y amor que escribimos nos han escrito.

Ampliando un poco el concepto de dicho pensamiento, hoy nos referiremos a la Parábola de la Gran Cena, en donde es Jesús mismo quien nos explica: El reino de Dios es semejante a... "Un hombre que habiéndo preparado una gran cena, envió a sus siervos a "convidar a muchos", pero los "convidados" no llegaron, unos porque tenían que trabajar, otros porque querían cuidar de sus parientes, otros porque se estaban casando, etc". Entonces el hombre que preparó la Gran Cena "enojado" dijo a sus siervos: "Vayan por las plazas, vayan por las calles, y traigan a los pobres, a los mancos, a los cojos, a los ciegos", y, a pesar de que los siervos lo hicieron así aún había lugar en la Gran Cena, entonces el que preparó la cena dijo: "Vayan por los vallados y los caminos y "fórcenlos" a venir" (Lucas 14:15-24).

¿Entonces qué es lo que sucede? Creemos que la respuesta es muy fácil. No solamente nuestra mente es demasiado finita para entender los negocios de Dios, sino que por años hemos sido mal instruidos en los caminos de Dios. Luego, nos hemos vuelto muy comodones y preferimos que otro estudie y nos cuente, en lugar de nosotros dejar de ver nuestro partido de fut, ir al cine, ir de vacaciones, etc. para invertir tiempo en el Señor. Si invirtiéramos tiempo en el Señor, El nos daría réditos o interéses por invertir en EL. Y esos réditos se manifestarían en una "revelacion cada día más clara de lo que EL está haciendo y hará pronto". Unos son elegidos (convidados) pero otros son escogidos (forzados). ¿Por qué? Pues porque el trabajo que uno tiene que hacer no es para que lo haga otro. Pablo fue "escogido" para salvación pero nunca fue "elegido" para ir a los judíos; de la misma forma que los otros once fueron "escogidos" para salvación pero nunca fueron "elegidos" para ir a los gentiles. Y el hecho de que el que preparó la cena "enojado" forzó a unos a ir ¿acaso no implica que fueron escogidos y elegidos? Si no ¿porqué no obligó a los convidados? Simplemente, porque los escogidos y los elegidos eran los otros.