domingo, 9 de agosto de 2009

Hay que gozar pero también considerar.

Entre todos los consejos sabios que nos dejara el Rey Salomón en el libro de Eclesiastés, hay uno en el capítulo 7 y verso 14 que dice: "En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera". Como en toda la escritura cada pensamiento conlleva varias lecciones, veamos.

Primero, Dios desea que sus hijos estén contentos y que gozen a plenitud esos momentos. Segundo, nos está diciendo que no todos los momentos de nuestra vida serán de gozo, habrá momentos difíciles. Tercero, los momentos de gozo son para que tomemos fuerzas y sigamos luchando en la caminta. Cuarto, los momentos difíciles son para que cuando estemos bien, consideremos a los que no lo están. Quinto, en los momentos de gozo debemos estar alegres y disfrutarlos pero con moderación, pues parte del ser considerados es pensar que personas cercanas a nosotros no están bien, entonces no debemos llevarlos a celos, envidias o rencores.

Ya vimos hace unos días lo que dijo el mismo Salomón: "No hay nada mejor para el hombre que se goce de comer y beber del fruto de su trabajo" (Eclesiastés 2:24). Y lo podemos hacer pero con prudencia, con moderación, con consideración a aquellos que quizás hoy, por designios de la vida y no precisamente por necedades están pasando momentos difíciles. Gocémos pues del fruto de nuestro trabajo, pero no olvidemos nunca al necesitado, mañana podríamos ser nosotros y lo que menos queremos es que un desconsiderado esté frente a nosotros en nuestra pena.