martes, 30 de marzo de 2010

Instruye al niño en su camino.

A nuestro paso por el Instituto Bíblico un maestro nos enseñó una lección que no hemos olvidado, y que la vida misma no nos permite olvidar, él nos decía: "aves del mismo plumaje se juntan, aves de distintos plumajes se repelen". Traducido al género humano significa que personas del mismo pensamiento, y con las mismas metas se juntan.

La escritura nos menciona algo similar en cuanto a actitudes, metas y propósitos en la vida, el Proverbio 29 en el verso 27 nos enseña lo siguiente: "Abominación es a los justos el hombre inicuo, y abominación es al impío el de caminos rectos". En otras palabras: "Aves del mismo plumaje se juntan, y aves de plumajes diferentes se repelen". Es esa la razón también, por la cual se nos enseñó en el instituto que no debemos asociarnos en ninguna área con personas que no piensen espiritualmente como nosotros. Es por ello que no aconsejamos que personas de distintas religiones hagan planes de matrimonio; es por ello que no aconsejamos que personas de distintas creencias espirituales se hagan socios en una empresa; es por ello que no damos el ejemplo de caminar con personas que no tengan las mismas creencias espirituales que nosotros.

No estamos hablando ni aconsejando que usted le vuelva el rostro a todo aquél que no crea lo que usted cree, tan sólo le estamos diciendo QUE NO CAMINE CON ELLOS. Ahora bien, usted ya razona; usted ya tiene edad, pero, y sus hijos. Sus hijos deben ser educados por usted desde pequeños en éste concepto, para que cuando sean grandes no se aparten de él. Somos los padres los responsables de los hijos y no los hijos responsables de los padres. Intruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él nos dice el Proverbio 22:6. Esa es la instrucción que se nos da, para que el día de mañana el impío no nos abomine, ni paremos nosotros o nuestros hijos abominando al impío, cuando en realidad es digno de lástima. Como lo fuimos nosotros cuando anduvimos esos caminos.