domingo, 13 de diciembre de 2009

¿Por qué es tan importante leer el instructivo?

"Lea TODAS las instrucciones de éste manual ANTES de utilizar el aparato". No hay aparato eléctrico que usted compre que no diga lo anterior en uno, dos, tres y hasta siete idiomas. Dependiendo el aparato que usted compre así será el tamaño del instructivo. Si usted compra una plancha el instructivo le traera uno o dos idiomas y será de cuatro hojas. Pero si usted compra un televisor de plasma de pantalla de plana de 37 ó 42 pulgadas, tenga por seguro que el instructivo viene hecho un catálogo de instrucciones y viene en seis o siete idiomas principales.

"Utilice éste aparato UNICAMENTE para el uso al cuál está destinado"; "La empresa no se hace responsable de ninguna garantía, si el aparato no es utilizado CORRECTAMENTE"; "Cualquier DUDA consulte con el frabricante o con su distribuidor más cercano". Frases de consejo como éstas son las primeras que usted encontrará en un manual del frabricante, por la sencilla razón que ellos conocen mejor el producto que ninguna persona. Bueno, el caso es que Dios cuando hizo al hombre le dió un MANUAL DEL FABRICANTE (La Biblia) para que consultara cualquier actividad que fuera a realizar, y que la realizara bien, y así, evitar hacerse daño. Muchos, creyentes y no creyentes en Dios, ese manual, generalmente no lo leemos, entonces no sabemos cómo vivir nuestra vida, y cuando los problemas vienen no sabemos cómo resolverlos, y terminamos muchas veces echándole la culpa al fabricante, Dios.

La Biblia, nos da conocimiendo de Dios, de nosotros y de la relación que tenemos que tener con Dios. Allí aprendemos lo que significa obediencia y sus consecuencias, y allí aprendemos lo que significa desobediencia y sus consecuencias. Conforme más sabemos de Dios, de nosotros y de nuestra relación con Dios, menos problemas vamos a tener, pero si no, los resultados serán al contrario. Un resumen de lo que Dios desea de nosotros y para nosotros, de cómo debiera de ser nuestra relación con El, lo vemos en Deuteronomio 28. Leamos el instructivo.