martes, 21 de abril de 2009

En la cátedra de Moisés se sientan.

En el libro de Mateo, especialmente en los capítulos 22 y 23, Jesús habla y critica muy duramente a los líderes religiosos de su época, y los critica con toda razón por supuesto. Jesús desnuda las debilidades en las que han estado cayendo desde hacía siglos, viviendo a costillas de lo espiritual, abusando de las ventajas que les daban sus puestos en el templo, abusando y haciendo llevar cargas a las ovejas que ellos mismos no hacían ni llevaban, etc. Sin embargo, el día de hoy podríamos decir que esa exhortación no es solamente para el clero, sino también para las ovejas.

En los últimos años, gracias a la satánica doctrina y tendencia del "ecumenismo", el evangelio se ha prostituido de tal manera que, casi vemos como bueno todo lo que se haga en el nombre del Señor. Al paso que vamos, con conciertos rock cristianos, con métodos mundanos ingresando a la iglesia a diestra y siniestra con tal de salvar almas, terminaremos con bares cristianos, prostíbulos crisitanos, y drogadictos cristianos, etc. Cristo cuando estuvo sobre la tierra nos dejó claros lineamientos, determinados estatutos, muy definidas normas de vida, y el que que las quiera cumplir será salvo y el que no, no lo será. Por ello, dijo: "El que quiera ser salvo tome su cruz y sígame". Por qué dijo tome su cruz, porque aunque muchos lo nieguen, seguir a Cristo no es fácil, implica un sacrificio muy duro y constante, pues implica luchar contra todo lo que un era y ser todo lo que Cristo quiere que uno sea.

No podemos integrar métodos mundanos a la doctrina de Cristo, no podemos decir: "que los tiempos han cambiado", "que son jóvenes y no los podemos reprimir", "que tienen qué divertirse", "que es solamente para atraerlos y luego se les reenseña". Cada tiempo tiene su dificultad, y cuando Jesús estuvo sobre la tierra no incorporó nunca un método mundano al evangelio, es más, los atacó y atacó a los líderes que así lo hacían, vea Mateo 23:15: "Hacéis un prosélito (o sea un seguidor), y una vez hecho, luego lo haceís dos veces más hijo del infierno que vosotros". El evangelio es un sólo camino, es el camino que nos lleva al cielo, no podemos decir como dice el mundo: No importa por dónde vayas, todos los caminos llegan a Roma... mentira. En la cátedra de Moisés se puede sentar cualquiera, pero no cualquiera te lleva al cielo.