domingo, 1 de febrero de 2009

Con un corazón recto delante de Dios

Cuando Esteban fue asesinado a pedradas, los discípulos se vieron en la necesidad de dispersarse pues de lo contrario correrían la misma suerte, fue a Felipe a quien le tocó ir a Samaria territorio continuo a Judea en donde está Jerusalén. Al llegar allí hizo grandes milagros como liberar cautivos de espíritus inmundos, sanar paralíticos y cojos, lo que causó que muchos se convirtieran al ver el gozo de la libertad (vea Hechos 8:7-8). Y lo que a su vez, causó que Pedro y Juan tuvieran que ir también a Samaria (vea Hechos 8:14).

Había en la ciudad también un mago que engañaba a muchos durante muchos años, éste se llamaba Simón (vea Hechos 8:9). Simón, al ver los prodigios que hacía Felipe, pues dice la escritura que lo seguía a todos lados (vea Hechos 8:13), y que miraba atónito todo lo que hacía, se llenó de codicia y les dijo: "Dadme a mí también éste poder y os doy dinero" (vea Hechos 8:17-18). Pero la respuesta de ellos fue: "Tu dinero perezca contigo, pues has pensado que el don de Dios se obtiene por dinero" (vea Hechos 8:21). Y continuaron diciéndole: "Tú no tienes parte ni suerte en los asuntos de Dios, pues tu corazón no es recto delante de Dios... porque en hiel de amargura y prisión de maldad vemos que estás". (vea Hechos 8:21-23).

¿Cuál es el motivo por el que estamos pastoreando o liderando a otros? ¿Es por "devoción" o por "profesión"? Porque si es por devoción es por "llamamiento" y si es así: "digno es el obrero de su salario", y èste debiera de ser suficiente para vivir modestamente sin pretender ganancias codiciosas. Ahora bien, si es por profesión entonces no hay un corazón recto delante de Dios, pues se estudia una profesión para ganar dinero, y eso en èste caso, Dios lo mira como NO TENER UN CORAZON RECTO DELANTE DE EL. Sino que lo mira como estar atado a hiel de amargura y prisión de maldad, entonces preguntamos. ¿A dónde podremos llevar a un rebaño con esos defectos? ¿A dónde podríamos llegar nosotros mismos con esas desvirtudes? Se debe vivir para predicar... no predicar para vivir cómodamente de ello.