lunes, 18 de enero de 2010

El eterno problema: ¡Queremos ser como todos los pueblos!

Había terminado el período de los Jueces en Israel, Samuel había substituido a Elí en el trabajo de sacerdote, y además, había sido juez y profeta para el Pueblo de Dios. Y, al final de sus días, viendo el pueblo que había de morir Samuel y habían de quedarse otra vez acéfalos en el poder como con la muerte de cada juez, no le piden sino le exigen a Samuel: "Constitúyenos un Rey, pues queremos ser como todos los pueblos" (1era. Samuel 8:5).

Muchos, pero muchos creyentes el día de hoy, creen que pueden andar... como todos los pueblos. Creen que pueden andar en fiestas el fin de semana, media vez no lleguen de madrugada... como todos los pueblos; creen que pueden tomar dos, tres copas de licor, media vez no se emborrachen... como todos los pueblos; creen que pueden ir a una fiesta mundana y bailar con una mujer que no es la suya, media vez no se manoseen o propasen... como todos los pueblos. Creen que pueden casarse con personas que no tienen las mismas metas espirituales que ellos, media vez haya tolerancia... como hacen todos los pueblos. Creen que pueden tener pensamientos y expresiones humanistas, pues somos parte de ese contorno... como creen todos los pueblos.

Pero se les olvida algo a quienes piensan así, muy a pesar de que se dicen creyentes, Samuel fue muy claro explicándolo: "Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus miéses, y a que hagan sus armas de guerra y sus pertrechos de sus carros; tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras; asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas, y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano, para dárselos a sus oficiales y a sus siervos; tomará vuestros mejores siervos, vuestros mejores jóvenes, vuestros mejores asnos, y con ellos hará sus obras... y entonces clamarán mas Jehová NO os escuchará" (1era. Samuel 8:11-18). Demás está explicar que eso mismo nos pasará si creemos, aceptamos y practicamos... lo que quieren todos los pueblos. Todo aquello que pongamos como rey sobre nosotros, que no se Dios mismo, nos gobernará y terminará abusando de nosotros y los nuestros.