viernes, 26 de febrero de 2010

Por cuanto lo hiciste a uno de mis hermanos más pequeños...

Desde que Pan y Palabra nació hace 29 años, el lema de quienes hemos trabajado en ésta empresa del Señor ha sido: Dar... no pedir. Lo que se ha recibido es porque el Señor lo ha puesto en el corazón de las personas, y ha sido, NO PARA CONSUMIR SINO PARA REPARTIR (EL sabe que esto es 100% verdad gracias también a su misericordia).

Todas nuestras fuerzas han estado concentradas en luchar por ayudar a quienes lo necesitan, personas de muy limitados recursos, muy limitadas educaciones, y precarias condiciones. Lo que hemos repartido en ninguna manera ha saciado las necesidades de quienes han recibido, pero al menos, los hemos ayudado a tener ALGO que comer mientras mejores días llegaron. Damos TODA la gloria a Dios porque así ha sido, y le agradecemos haber sido el medio que EL haya querido utilizar. Consideramos que es un principio bíblico el DAR antes que el PEDIR. Jesús mismo cuando venga en gloria, nos dice la Palabra en Mateo 25, que va a repartir los galardones y va a emitir las condenas por lo que hayamos dado o dejado de dar.

Mateo 25:40 dice: "Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis". ¿De qué está hablando Jesús? Pues ni más ni menos que de: Dar de comer al hambriento; darle agua al sediento; ayudar al extranjero; cubrir al desnudo; visitar al enfermo; y visitar a los presos (versos 35 y 36). Los galardones que el Señor nos dará serán más grandes de lo que imaginamos, pero no ayudamos por eso, sino ayudamos por agradar a nuestro Dios. Además, el refrán que nos enseñara la bisabuela, aún está vigente... "el mundo da muchas vueltas, hoy hagámoslo por tí, que a lo mejor mañana me toca a mí".