viernes, 21 de agosto de 2009

La remuneración de Jehová.

Circula hoy en día en la iglesia una doctrina que es falsa, la de PAZ, PODER y PROSPERIDAD. Es una doctrina que usted puede ir a cualquier iglesia en la cuál es predicada y verá con sus propios ojos, que 60 ó 70 ó quizás más personas de cada 100 NO LA ESTAN VIVIENDO, y por si fuera poco, el otro resto está enfermo, de luto o con algún achaque. Entonces usted pregunta ¿Es Dios mentiroso? ¿Son 60,70 ó más de cada 100 personas en la iglesia, indignos de que Dios les conceda lo que piden, y el otro resto de estar sanos y tranquilos? ¿Ha visto usted un padre de familia rico, que tenga en la casi miseria a sus hijos, ó, los mantenga enfermos? ¿Son indignos los hijos de un rico, de vivir con las riquezas del padre, ó, de vivir sanos?

Dios es rico (El es el dueño del mundo y toda su plenitud, vea el Salmo 24:1); Dios es nuestro Padre. ¿Cree usted que el deseo de EL es que nos estemos muriendo de hambre, que no tengamos trabajo, que estemos pidiendo regalado todo el tiempo, que nos mantengamos enfermos? Simplemente NO. Lo que sucede es que siervos insensatos, predican mal las riquezas de Dios. ¿Acaso no le dijo Jesús al joven rico: ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres? Preguntamos ¿Qué clase de riqueza es esa, que hay que despojarse de todo?. Ciertamente Dios no quiere que pasemos hambre, pero EL no nos ofreció que seríamos dueños ni del mundo ni de un banco. El nos ofreció: "YO SOY JEHOVA TU PASTOR... NADA TE FALTARA". Lea el Salmo 23 completo.

Alquien nos dijo en una ocasión: "No es rico el que mucho tiene, sino el que poco necesita". Dice el Proverbio 22:4 que: "riquezas, honra y vida" son la remuneración de Jehová". Sí, Dios nos ha ofrecido que estará con nosotros, que no nos faltará nada, pero de ello a que nos haya ofrecido una riqueza con la cuál ya no necesitemos ir a trabajar es otra situación. Dios nos puede conceder la empresa que nosotros le pidamos, pero manejarla y trabajarlo nos corresponde a nosotros, El no va a bajar a hacerlo. Confiémos en EL , trabajemos, y entonces sí, El hará el resto.