miércoles, 17 de febrero de 2010

Buscad primeramente el reino de Dios.

Ciertamente que el hombre se levanta hoy en día pensando: que ya se me hizo tarde, que los niños no se levantan, que el tráfico, que el colegio, que la oficina, que dejar la ropa en la tintorería, etc. Afán, tras afán, tras afán. Olvidando, ya sea por el afán, por el poco tiempo disponible por tanto que hacer, por el cansancio, etc. que Dios nos pide que primeramente busquemos estar con EL un tiempo a solas.

Cuando Jesús en el Sermón del Monte nos dejara los lineamientos a seguir para un recto vivir, vemos que EL hizo una pequeña diferencia entre los que le buscan cada día y los que no lo hacen. Dijo: "No os afanéis pensando qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos porque ESO es lo que hacen los gentiles" (Mateo 6:31-32). Y luego afirmó: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y TODO lo demás será os será añadido" (Mateo 6:33). Es difícil imaginar que por ir por un camino se llega a otro, pero con el Señor así funcionan todos los elementos. Por eso es que EL nos da un "medida" de fe a cada uno, y dependiendo de esa "medida" de fe es que reaccionamos y vivimos. Nos dice el libro de Romanos 12:6 que todos recibimos una "medida de fe", utilizando la palabra griega "analogía" que significa "proporción de fe".

Por ello ahora entendemos por qué dos personas reaccionan diferente ante la misma situación, simplemente porque la medida, o, la proporción de fe de uno es diferente que la de otro. Ahora también podremos entender por qué los discípulos le dijeron a Jesús: Señor, AUMENTANOS la fe (Lucas 17:5). En resumen la lección de nos deja todo esto es: que si Dios es lo primero en nuestros corazones ¿Cómo no seremos nosotros los primeros en su corazón?