martes, 24 de marzo de 2009

... y para vosotros es seguro.

En cualquier lugar civilizado el día de hoy nadie puede comprar una casa, un carro, adquirir una tarjeta de crédito, o incluso, nadie puede ir y registrar un niño en un colegio si no paga un "seguro" por o contra accidentes. ¿Por qué? Pues porque el seguro es un "respaldo" por si usted no puede seguir pagando la casa, el carro, por si le roban la tarjeta de crédito y alguien hace mal uso de ella, o por si su niño se lastima en un accidente en el colegio.

Dios desea que nosotros también tengamos un seguro con respecto a la doctrina que seguimos, Dios desea que tengamos un seguro con respecto a los líderes que seguimos, pues ellos son responsables de sus ovejas. Por ello, instruyó a Pablo a que nos escribiera lo siguiente: "Hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto escribiros sobre las mismas cosas, y para vosotros es seguro". Y mire usted lo crítico y la forma tan drástica de lo que advierte: "Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo" (vea Filipenses 3:1-2).

Es también impresionante que lo escriba luego de haber dedicado casi un capítulo entero, a explicar los dones, los talentos, las virtudes y las cualidades de dos de sus colaboradores, Timoteo y Epafrodito; y luego de que en el inicio de ese mismo capítulo nos inste a ser "luminares en el mundo" si decimos que somos de Cristo. En otro mensaje hablaremos de las cualidades de un líder, pero hoy baste con decir que un líder nace, no se hace. Ser líder no es cuestión de "yo quiero ser un líder" y menos de "yo necesito ser líder", no es un trabajo más, no es un empleo más, ser líder requiere de tener un "llamamiento para líder", de lo contrario seremos "asalariados" empleo que no agrada a Dios (vea Juan 10)... y que para nosotros NO es seguro.