miércoles, 26 de agosto de 2009

Muy de mañana.

¿Cuál es la razón por la que el deportista se levanta muy de mañana para hacer sus ejercicios? Pues es cuando el cuerpo está más descansado y asimila más el ejercicio, amén de que menos afanes interrumpen sus rutinas. ¿Cuál es la razón por la que el que tiene una fábrica se levanta muy de mañana para ir a atenderla? Porque de allí sale el sustento de él, de su familia, y de todas las personas que trabajan para él. ¿Cuál es la razón por la que un niño es levantado muy de mañana para ir al colegio? Pues porque están formando su preparación para el futuro.

¿Cuál es la razón por la que una persona se levanta muy de mañana para estar con el Señor? Pues podríamos decir que como es la hora en que el cuerpo está más descansado, asimila más lo que va a estudiar y menos afanes lo estorban; que como está consciente de que de esa relación depende el sustento de él, de su familia, y de otros, por ello lo hace; o, podríamos decir que sabe que es la forma de prepararse para el futuro. Pero independientemente de esas razones, hay al menos dos más importantes, la una es que ama al Señor por sobre todo lo que está enfrente de él como afán; y la otra, porque está consciente que estando a solas con el Señor es que conocerá sus secretos. Proverbios 25:2 nos dice: "Gloria de Dios es encubrir un secreto, pero honra del rey es escudriñarlo"; y en Isaías 45:3 nos dice: "Y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados".

El Salmo 139:16 nos habla "del libro de Dios" en donde están escritos todos los sucesos que han de acontecer al hombre: "Y en tu libro estaba escrito todo aquello que luego fue formado, sin faltar una de ellas". Todos los que se levantan de mañana a estar con el Señor, a eso se levantan, a escudriñar en el libro del Señor todo lo que fue, es y será formado, pues son ellos los que descubrirán los secretos de la Gloria del Rey, pero no para vanidad, no para provecho propio, no para comprar la verdad y luego ir y como mercaderes baratos y vulgares venderla, sino para ayudar a otros, para salvar a otros, para compartirla con otros, para provecho de él, para provecho de su familia, y para provecho de todo aquél que quiere pero que no puede levantarse a estar con su Señor.