viernes, 14 de agosto de 2009

Guiados por el Espíritu de Dios.

Llevamos casi treinta años en los caminos del Señor, durante esos años en muchas ocasiones hemos escuchado a más de una persona expresar lo siguiente: "El Señor me dijo..." y resulta que lo que el Señor le dijo a ésta persona, y en ocasiones han sido líderes de congregaciones grandes, simplemente NO SE CUMPLE. ¿Qué fue lo que sucedió? ¿El hermano no escuchó de Dios? ¿Dios se equivocó? ¿Dios se arrepintió de lo que dijo?. Dice la escritura que Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta (Números 23:19), y termina éste versículo diciendo: El dijo, ¿Y no hará? El habló ¿Y no ejecutará? Lo que simplemente sucedió es que el hermanito inventó haber oído de Dios y comprometió la palabra de Dios, pero NO fue Dios quien habló.

Pablo nos aclara: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios" (ver Romanos 8:14). Y ¿Cómo sabemos entonces que una persona SI está hablando en y con el Espíritu de Dios? Pablo mismo nos da la respuesta en 2da. de Corintios capítulo 3 y verso 17: "Porque el Señor (Jesús-Cristo) es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor... allí hay LIBERTAD". En otras palabras, cuando alguien nos viene a nosotros a decir: "El Señor me dijo tal o cuál palabra" No importa qué tan convincente o qué tan dudosa se escuche esa persona, si cuando usted lo oye, su Espíritu se siente con libertad, esa palabra sí viene de Dios. De lo contrario esa palabra viene del corazón humano y hasta puede ser peligrosa. Y, si todavía usted se siente inseguro, entonces simplemente espere, porque si esa palabra SI se cumple venía del corazón del Señor, pero si NO se cumple, venía del corazón del hombre.