domingo, 4 de octubre de 2009

Benditos y malditos.

Generalmente cuando alguien utiliza la palabra "bendito" es porque quiere congraciarse con alguien, pero cuando utiliza la palabra "maldito" lo hace para ofender a la otra persona. Jesús utilizó esas mismas palabras pero en un sentido diferente. A unos para calificarlos como "especiales y escogidos para su Padre", y a los otros para calificarlos como "deshechos humanos, aborrecidos por su Padre".

La escena la vemos en el libro de Mateo en el capítulo 25, en donde Jesús está narrando cómo será cuando el Hijo del Hombre, venga a establecer su reino aquí en la tierra. Nos dice que pondrá un grupo de personas de su lado derecho y al otro grupo de su lado izquierdo. A los del lado derecho los llamará "benditos de su Padre", y heredarán dicho reino; mientras que a los del grupo del lado izquierdo les dirá "malditos", apartáos de mí, y vayan al fuego eterno. ¿Qué es lo que hace que Jesús califique así a ambos grupos? La misma porción de la escritura nos lo narra.

Los del grupo de la derecha estando aquí en la tierra, le dieron de comer al hambriento; le dieron agua al sediento; cubrieron al desnudo; no abusaron del extranjero; visitaron a los enfermos, y no se olvidaron de los presos. Los del lado izquierdo, no lo hicieron. Jesús los hace reflexionar a ambos grupos diciéndoles, que cada vez que hicieron o dejaron de hacer eso, con EL lo hacían. A El ayudaban o de El de olvidaban. Y la consecuencia para unos y para otros es distinta. El mensaje de Jesús durante todo su ministerio, es el que nosotros nos hemos propuesto a continuar y compartir: NO NOS OLVIDEMOS DE LOS ENCESITADOS.