jueves, 24 de diciembre de 2009

Noche Buena, Noche de Paz, noche de compartir.

No fue un día como hoy (24 de diciembre) que Jesús nació en el pesebre de Belén, si nos ponemos a estudiar la historia llegaríamos, por factores muy importantes e irrefutables, a conocer que su nacimiento fue alrededor de septiembre 6 del año -4 de nuestra era. Uno, no hay pastores en ésta época del año en Belén debido al invierno. Dos, no coincidiría la fecha de su muerte 33 años después en la fecha de la pascua. Tres, Dios utiliza las fiestas principales para los eventos principales de SU pueblo, y resulta que en éstos días no hay fiesta principal entre el pueblo judío. Etc.

Pero, dado que el mundo tomó la fecha del 24-25 de diciembre para celebrarlo, no haríamos diferencia alguna si nos disponemos a cambiarla. Sin embargo, sí podemos hacer una diferencia si nos disponemos a imitar un poco a Aquél, que siendo Dios se despojó de esa divinidad para hacerse hombre primeramente, y luego para venir y dar su vida por los demás. Hoy, sea o no sea que creamos que se cumple el nacimiento de Jesús, pero que lo celebramos, bien haríamos en celebrar no sólo la Noche Buena, no sólo la Noche de Paz, sino también celebrar una Noche de compartir con el que no tiene.

Si Jesús vino para compartirnos una salvación que no teníamos, lo menos que podemos hacer nosotros es compartir con el necesitado, con la viuda, con el huérfano, con el niño de la calle, con el desvalido, con el anciano, con el preso, con el solitario, con el enfermo... una comida, un regalo, una visita, ó en el peor de los casos... un saludo amigable. Olvidémonos por un día acaso, de la rencilla, del odio, de la vanagloria, de la soberbia, del rencor, y compartamos una Noche de Amor, como lo hiciera Aquél que nos salvó. Eso sí, primero compartamos con la familia y luego con el de la calle. Felíz navidad a todos.