miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dad gracias en todo.

La iglesia de Tesalónica se había conformado por personas de toda índole judíos convertidos, griegos devotos, mujeres de la nobleza, y muchos otros gentiles, quienes habían vivido todos en el paganismo, en otras palabras sin conocer al Dios verdadero sino a un Dios por cada necesidad. Más tarde Pablo envió a Timoteo a esa iglesia a ministrar y es cuando recibe un triste reporte del estado de ánimo de la congregación.

Algunos estaban desconsolados porque sus parientes habían muerto, y ellos pensaban que el Reino de Dios y su justicia los haría vivir por muchos años aquí en la tierra; otros, estaban viviendo sin trabajar porque la prédica de Pablo había sido que el Señor pronto venía, nunca entendieron que Pablo se refería precisamente a que la vida del hombre sobre la faz de la tierra es corta. Luego, otros, más vivos aún, estaban viviendo desordenamente pues ya eran Hijos de Dios y podían hacer lo que les viniera en gana. Y también los había que querían regresar a sus costumbre paganas de adorar y poner incienso a los ídolos, pues por hacer eso nadie los perseguía ni atacaba en cambio por seguir el evangelio sí.

Es entonces cuando Pablo decide escribirles la primera carta o epístola en la cual luego de explicar todas y cada una de sus ideas erradas a las ovejas, cuando se despide en el último capítulo les dice: "Oren constantemente" (verso 17), haciéndoles ver que esa es la solución a toda duda, a todo temor, a toda incógnita. Y luego les aconseja: "En todo debemos estar agradecidos con Dios" (verso 18). Y antes les había dicho: "Estad siempre gozosos" (verso 16). Sí, si oramos y estamos continuamente en comunicación con Dios, vamos a estar agradecidos por todo lo que nos sucede y estaremos gozosos constantemente.