jueves, 25 de junio de 2009

Líderes preparados no improvisados.

Durante toda la historia del pueblo de Dios, si la estudiamos con detenimiento, podemos observar que Dios ha utilizado líderes, èstos líderes deben de cumplir con ciertos requisitos para poder servir a Dios, uno de esos requisitos es por ejemplo que no pueden ser líderes "improvisados" sino líderes que se han tenido que preparar, y no por poco tiempo. Son líderes que se han preparado "en oculto", no son personas que hayan estado en gran eminencia antes de ser utilizados por Dios. Son líderes que se han preparado bajo el "fuego del sufrimiento", no precisamente en tiempos de paz, poder y prosperidad. Pues son ellos quienes han tenido que dirigir al pueblo de Dios, en los momentos de angutia, en los momentos críticos de la historia.

Veamos por ejemplo el caso de Noé, ciento veinte años preparándose para luego repoblar el mundo de una buena semilla; Moísés, cuarenta años prepararándose para guiár al pueblo por el desierto; luego David, trece años preparándose para luego dirigir el estado con el mayor poder del mundo entonces conocido; Pablo, toda la vida estudiando (recordemos que era fariseo) para luego evangelizar al mundo gentil. Y todos, líderes "no improvisados", líderes que se prepararon en lo "oculto", y sobre todo, todos preparados "bajo el fuego del sufrimiento".

Muy pronto, el Señor va a permitir la "manifestación de líderes que se han estado preparando en lo oculto, no improvisadamente, y bajo el fuego del sufrimiento", pues ellos serán los que nos guiarán al pueblo de Dios en medio de la Gran Tribulación que viene. Pues si alguien piensa que la crisis económica, que la crisis moral, que la crisis de principios que hoy vivimos es seria... aún no ha estudiado lo suficiente como para entender que como dijo Jesús: A penas estamos iniciando los dolores de parto, apenas estamos iniciando el tiempo de angustia más dramático que hayamos conocido como humanidad. (Mateo 24). Oremos porque esos líderes sean manifestados pronto, para que ellos nos den la solución, nos protejan con ideas y principios divinos, y no como los líderes humanos que dan soluciones efímeras.