martes, 8 de diciembre de 2009

Por qué Dios abomina la idolatría.

Desde los inicios de los tiempos en que Dios trató con su pueblo, uno de los principales fundamentos que el pueblo debía guardar era la NO idolatría. Para los humanos en general la idolatría es confundida con "una forma de adorar a Dios", pero para Dios no lo es.

Dios mandó a su pueblo que al entrar a la tierra prometida, para poder permanecer allí en paz, debía abstenerse de adorar idólos, veamos cómo lo dijo: "Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes poseción de ella, todos los días que vosotros viviéres sobre la tierra. Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredáreis sirvieron a sus dioses, derrebaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis en fuego, y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquél lugar" (Deuteronomio 12:1-3).

¿Por qué pidió Dios esto? Porque adorar y servir imágenes es fácil, puesto que no exigen de nuestra parte rectitud, ni justicia, ni bondad, ni misericordia, por la sencilla razón de que no hablan, no miran, no oyen, no caminan, no sienten, y no respiran. Por otro lado, representan tácitamente la negación de Dios, pues Dios es Dios de todos lados, de todas partes, de todo lugar, mientras que las imágenes representan al dios de un sólo lugar, por ello hay tantos. El dios del camino, el dios de los pilotos, el dios de ésta ciudad, el dios de aquella ciudad, el dios que cura ésta enfermedad, el dios que cura la otra enfermedad, etc. Por otro lado, al no ser un dios que tiene poder y autoridad, provoca que se ingrese a otras transgreciones, pues como no habla no sabe poner límites. Y, Dios menciona que deben de ser consumidas con fuego, por ello es que, todo aquél que en lugar de destruirlas las adora, sufre angustias, penas, aflicciones, etc. que son representación del fuego mismo.