domingo, 27 de septiembre de 2009

Lo que sobre mí se agolpa cada día.

Hace unos días comentábamos sobre lo que la Biblia nos dice que Jesús vino a hacer con respecto a los diezmos en el Nuevo Testamento. Para alguien resultó difícil de entender lo explicado, esto, debido a la mala enseñanza que hemos tenido, y esto, a su vez, debido a la mala enseñanza que nuestros instructores han tenido. No es nuevo ese choque de ideas con respecto al diezmo, en los tiempos de Jesús fue lo mismo, los que realmente querían agradar a Dios tampoco entendían, porque tampoco los enseñaban bien, y en ese caso, porque los instructores actuaban con malas intenciones y con propósitos e interéses muy personales (entiéndase como religiosos a fariseos, saduceos y escribas).

Jesús se vió obligado a confrontar esos intereses mezquinos de los religiosos. En una de las conversaciones MÁS importantes de Jesús con los religiosos logramos entender claramente lo que es "mandamiento de Dios y lo que es invento humano", y esto, tomando en cuenta que la conversación inició "muy pero muy lejos" de lo que el dinero implicaba, veamos. Los fariseos y los escribas (los religiosos de la época de Jesús), le tientan en Marcos 7:5-13 diciéndole: "Por qué tus discípulos comen con la manos sucias", y Jesús les responde tocando lo profundo de sus sentimientos y de su verguenza: "HIPOCRITAS... con razón profetizó de vosotros el profeta Elías diciendo que de labios me honran... enseñando como doctrinas de Dios, mandamientos y tradiciones de los hombres... Dios mandó honrar padre y madre, y vosotros no dejáis que alguien los honre, pues ustedes le dicen que todo lo que ya está consagrado a Dios no lo puden disponer para honrar a sus padres...INVALIDANDO con la tradición de los hombres, el mandamiento de Dios".

Punto uno: HORRIBLE que un líder actual predique que el diezmo es una ley cuando EL Cristo (EL HIJO DE DIOS) dice que es una tradición. Punto dos: Nadie, según Jesús debiera llevar dinero a una congregación si sus padres lo necesitan primero. Punto tres: Si usted se toma la molestia de estudiar el diezmo en el Antiguo Testamento, verá con sus propios ojos que JAMAS EL DIEZMO FUE DINERO, eran bienes y propiedades (lea detenidamente TODO el capítulo 27 de Levítico, el libro de las leyes, y especialmente el verso 31, y verá que no necesita que nadie le explique lo que Jesús decía). Punto cuatro: Pablo, cuando le escribe la primera carta a Timoteo le dice textualmente: "Si algún creyente tiene viudas en su casa, que las mantenga, para que no sean una carga a la iglesia, y así la iglesia puede mantener a las que en verdad no tienen ¿Hacen eso en SU iglesia? porque si no lo hacen NO es la iglesia de Jesucristo a la que usted asiste. Por último, por todos éstos males dentro de las congregaciones es que Pablo dice: "Lo que sobre mí se agolpa cada día, es la PREOCUPACION por todas las iglesias. Qué palabras tan actuales ¿No le parece? De nada sirven sermones ni encíclicas diciendo que se apoye a los pobres, si por detrás vivimos como reyes, y llenamos catacumbas de riquezas y tesoros exigiendo como mandamiento de Dios, la tradición de los hombres.