jueves, 8 de octubre de 2009

Y por haberse multiplicado la maldad...

"Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" Mateo 24:12, palabras expresadas por el mismo Jesús y refiriéndose a otra de las señales de los tiempos del fin. El apóstol Juan cuando se dirige a la iglesia en la segunda epístola que escribió, les dice: " Y éste es el amor, que andemos en los mandamientos; y éste es el mandamiento, que andemos en amor", vea el verso 6.

Ciertamente han habido épocas de la humanidad en la que el símbolo ha sido el amor, pero lastimosamente ha sido mal interpretado, por ejemplo: A finales de los años 60s hubo un movimiento liberal que todos los mayores recordamos conocido como el movimiento hipie, ellos promulgaron el "amor libre" que se convirtió en un amor de libertinaje. No es ese el amor al que somos llamados los creyentes, nosotros somos llamdos a practicar y a compartir el amor que atiende, que sirve, que ayuda a quienes lo necesitan. Desde los tiempos antiguos ha sido el ideal de Dios, que su gente no se olvide de los necesitados, en Deuteronomio 10 nos habla de que hemos de amar y respetar a la viuda, al huérfano y al extranjero.

No podemos negar que los tiempos están delicados y que la gente amañada toma cualquier ventaja para aprovecharse de los justos, pero eso no implica que lo que esté a nuestra mano o a nuestro alcance hacer, lo dejemos de hacer. Cada quién recibirá su recompensa por lo que haga, hagamos lo bueno y tendremos buena recompensa, hagamos lo malo y tendremos castigo. Pero no permitamos que por haberse multiplicado la maldad, seamos de los "muchos" que olvidan del amor puro y verdadero.