lunes, 27 de julio de 2009

Bienaventurado el que piensa en el pobre.

Cuando hace años leíamos. "Pobres siempre tendréis entre vosotros" y razonábamos que eran palabras del mismísimo Jesús (Mateo 26:11), nos era contradictoria que quien decía venir a traer paz, amor y prosperidad dijera irónicamente que siempre habría pobres entre nosotros. Luego, sentimos que la razón era porque son como una oportunidad que Dios nos da para poder avanzar en la escalinata espiritual, pues somos de los que creemos que cuando Jesús habló de la parábola del fruto de la semilla, estaba hablándonos de una forma figurativa de la escala de cercanía en la que se puede llegar a vivir por los siglos de los siglos en relación al trono de Dios.

El salmista en alguna medida nos da otra razón por la cual los pobres están sobre la tierra: "Bienaventurado el que piensa en el pobre" (Salmo 41:1). En donde la palabra utilizada para "piensa", no implica solamente ver la necesidad y seguir de largo sino significa específicamente: "considerar su condición", "comprender su estado","parar, o hacer un alto, y pensar en él", pensamientos todos que redundarán en que poniéndonos la mano en la conciencia, COMPARTAMOS CON ELLOS de lo mucho que hemos recibido. Y además, el salmista seguramente por experiencia propia, nos señala los beneficios de detenernos a extender la mano al necesitado. Vea usted Salmo 41, versos 1b,2 y 3: "En el día malo (eso ya está hablando acerca de nosotros), Jehová te guardará y te dará vida; serás bienaventurado en la vida, y no serás entregado a la voluntad de tus enemigos; Jehová te sustentará en el lecho del dolor; mullirá tu cama en el día de la enfermedad".

IMPORTANTISIMAS LECCIONES: Dios no nos está ofreciendo subirnos a una nube y que no sufriremos ningún mal hasta el día de la muerte, más bien nos dice lo contrario: vamos a padecer como cualquier mortal, enfermedades, limitaciones, muertes, penas, dolores, etc. pero la diferencia es que EL estará con nosotros para consolarnos, para hacer grata la cama de nuestra enfermedad, para hacer pasajero el dolor, para darnos sabiduría contra nuestros enemigos, para proveernos en el momento de la necesidad, etc. En otras palabras nos está diciendo: YO dejé pobres sobre la faz de la tierra, para que todo aquél que en ellos piense, que a ellos extienda su mano misericordiosamente, YO pueda hacer lo mismo por él".