miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿A quién, sino Dios?

Hemos tenido muchas y largas tertulias y hasta discusiones con algunos creyentes, en cuanto al tema de la famosa "predestinación" y en cuanto a la "salvación", nuestras largas noches de tertulia han terminado en la siguiente conclusión: "Que cada uno viva según lo que cree que Dios le ha revelado, pues nunca llegaremos a convencer a nadie de nada, sino solamente el Señor?

Pero, nuestro personal modo de pensar es que "estamos en las manos de Dios, y es "EL y únicamente EL, quien decide a quien pone, a quien quita, a la quien le da". Nos explicamos: Ejemplo primero: Fue Dios quien eligió a Jacob, y no Jacob a Dios, veamos: Romanos 9:11-16 "Pues no habían aún nacido, ni hecho ni bien ni mal, para que el PROPOSITO de Dios se cumpliese conforme a la ELECCION, no por las obras sino por Aquél que es el que LLAMA". Ejemplo segundo: Fue Dios quien eligió a Pablo, no Pablo el que elegió a Dios: Hechos 9:15: "INSTRUMENTO ESCOGIDO me es es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles". Ejemplo tercero: Fue Dios quien elegió a Abraham, no Abraham quien eligió a Dios: Génesis 12:1-2 "Pero DIOS había DICHO a Abraham, APARTATE de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, y yo te bendeciré". Ejemplo cuarto: Es Dios quien hace ricos y quien hace pobres a los hombres: 1era de Samuel 2:7 "JEHOVA enriquece, y EL empobrece, El abate y El enaltece".

No dependen de nosotros las circunstancias de la vida, Dios tiene un plan perfecto para cada persona, en los caminos de la vida unos se cruzan con otros, pero ninguno se cruza con el que Dios no lo desea. Nos cuesta pensar que somos piezas en un ajedrez, pero las evidencias están a la mano. En lo personal siempre hemos pensado que poco importa si somos o no somos parte de un plan orquestado, lo que debe de haber en nuestro corazón es una TREMENDA GRATITUD y vivir conforme ese pensamiento, pues si es cierto o no, somos privilegiados de todos modos, al estar o haber sido puestos del lado de los ganadores sin haberlo merecido. Dice el libro de Romanos que NINGUNO busca a Dios, que NINGUNO se acerca a Dios, que NINGUNO es bueno delante de Dios... y sin embargo, por su misericordia podemos acercarnos confiadamente a su trono ¿Será entonces que debemos estar agradecidos o no? ¿Será entonces que debemos cuidar nuestro vivir o no? ¿Será entonces a Dios a quien nos debemos o no?