viernes, 12 de marzo de 2010

El que persevere hasta el fin...

Aquí en Guatemala, paralelo al litoral del pacífico se forma un canal de aguas dulces donde mueren todos los ríos, lo llamamos "canal" o "estero", dicho lugar cuando se une al mar y se mezclan las aguas dulces con las saladas es denominado "la barra". Las cercanías y la barra misma son el lugar más inestable, inseguro y menos confiable para construir una vivienda. En los últimos 50 años en las playas de Iztapa, Monterrico, Las Lizas, El Ahumado y El Chapetón, las barras han literalmente barrido con construcciones sólidas y livianas, haciendo perder dinero y la confianza a muchas personas.

La Palabra de Dios dice que las personas que son inestables, e inconstantes, no son personas confiables. Jesús mismo dijo: "El que persevere hasta el fin éste será salvo" (Mateo 24:13), prácticamente nos dijo que: "Quien no se estable, no será salvo". En otra porción se nos dijo: "Que las personas que gustan de construir casas en la arena, son insensatos" (Mateo 7:26). Este pasaje nos habla ciertamente en lo espiritual, pero cómo se cumple en lo material, si usted viaja a la costa litoral de Guatemala, verá muchas pero muchas construcciones de concreto sólido, tiradas por las arenas del mar, en donde el agua, el viento, y las inclemencias del tiempo han socabado los cimientos y destruido las construcciones.

En insensatos e inestables y poco confiables nos convertimos nosotros cuando NO construimos nuestra vida espiritual en la "roca" que es Cristo nuestro Salvador, sino la construimos en las "arenas" de lo material y efímero. Para poder ser "perseverantes hasta el fin" TENEMOS que conocer a Jesús. Siempre hemos sostenido que la salvación no se pierde, y es que pensamos que quien "llega a concer realmente a Jesús" no se conforma con nada más. Poniendo un ejemplo material preguntamos ¿Quién después de haber tenido un Ferrari, un Lamborllini, un Mercedes Benz (Jesús), se conforma con un pichirilo (lo material)? Meditemos.