viernes, 6 de noviembre de 2009

Lo que no sabemos por no estudiar.

Generalmente los cristianos venimos de religiones en donde las reuniones de la congregación son cada ocho días, y son reuniones en donde quien dirige el servicio es el único que habla, no hay oportunidad de preguntar y si quedan dudas pues con el tiempo y la gracia de Dios se resolverán. Luego, entramos a otra congregación en donde el que dirige el servicio se supone que viene con la palabra de Dios en la boca, y otra vez, solamente él habla y nadie puede preguntar, y por si fuera poco está el agravante de que si usted cuestiona o contradice, usted es una oveja rebelde, y recibe expresiones tales como: La puerta está abierta hermano, si no se siente cómodo o siente que su tiempo aquí ya terminó mejor es que se marche.

Si vemos las reuniones que Jesús hacía y vemos las reuniones de la iglesia primitiva, en otras palabras, si vemos cómo fueron fundados los servicios por Jesús y vemos cómo los realizaban en la iglesia primitiva, veremos con penoso asombro que NO eran como los actuales. En el libro de Hechos de los Apóstoles en el capítulo 2 y verso 42 se nos explica claramente a qué o cómo se reunían los primeros cristianos: "a perseverar en la doctrina de los apóstoles; en la comunión unos con otros; en el partimiento del pan; y en las oraciones". Como vemos, no se reunían a cantar hora y media coros repetidos con la finalidad de hacer tiempo a que todos llegaran, no se reunían a escuchar a nadie en particular, era una común unión para preguntas y respuestas y así aprender todos; se reunían para comer; y se reunían para orar por las necesidades de unos y de otros, y estamos seguros que aunque la escritura no lo dice, se reunían para orar por los inconversos.

Lo que ha sucedido al venir muchos de nosotros los cristianos de otras religiones, es que nos hemos ACOMODADO a quedarnos con lo que nos dicen los líderes, o con lo que oímos el día del servicio y ya, suficiente. Pues hemos de recalcar que NO es suficiente. Un día estaba predicando Pablo el hombre que nos escribiera casi todo el Nuevo Testamento y tubo que felicitar a los de Berea, pues no le creyeron lo que predicó "sino hasta que" lo comprobaron en las escrituras (Hechos 17:11)... eso es impresionante... ese es un ejemplo que debemos seguir. No porque alguien dice que viene en el nombre del Señor, tiene que venir en el nombre del Señor. Jesús dijo para los últimos tiempos (los cuales hasta la saciedad hemos dicho que creemos estar por tanta evidencia)"MIRAD QUE NADIE OS ENGAÑE". Mateo 24:4. Hay mucho de Dios que no sabemos porque no estudiamos.