miércoles, 24 de junio de 2009

Un año por cada día.

Todo el mundo sea creyente o no lo sea, conoce el hecho de que cuando el pueblo de Israel salió de Egipto pasó 40 años en el desierto, prueba de ello es que, todos en el mundo actual saben y hablan del maná como una fuente milagrosa de alimento que Dios le concedió a ese pueblo durante esos 40 años. Pero hoy queremos hacer una pregunta muy sencilla ¿Sabe usted por qué Dios llevó a ese pueblo durante 40 años durante el desierto? O, solamente lo repite porque así se lo enseñaron, o así lo ha escuchado a los que estudian las escrituras.

Dios tenía que sacar al pueblo de Israel de Egipto porque Egipto es un símbolo o una analogía de la esclavitud del pecado; Faraón es una figura de Satanás porque ata al pueblo de Dios; Egipto es relacionado en su descendencia con Cam, el hijo maldito de Noé, y por tanto, esa liberación era una lección para nosotros hoy, de que Dios nos liberará del pecado. Dios tenía que sacar al pueblo de Israel de Egipto porque fue una promesa que le hizo al padre Abraham, de que su gente sería esclava 4oo años en tierra extraña, pero que en la cuarta generacion lo libraría para darle una tierra prometida (Génesis 15:13-16).

Ahora bien, ¿Por qué serían en 40 años y no 40 horas, ó 40 semanas? La respuesta nos la dan las mismas escrituras. Cuando Moisés envió a los 12 testigos a reconocer la tierra, éstos tardaron en reconocer la tierra 40 días (vea Números 13:25) todos menos Josué y Caleb, dijeron que era una tierra de gigantes y que sería imposible tomarla (Números 13:31). Esto, enojó a Dios, y entonces dió la sentencia en Números 14:34-35. "Conforme al número de los días de cuarenta días en que reconcísteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día, y conoceréis mi castigo, YO JEHOVA he hablado... y allí moriréis". Así como el pueblo de Israel había visto el milagro de las plagas, y no le creyó a Dios que era capaz de darles lo que les estaba prometiendo, de la misma forma muchos de nosotros hoy, pecamos dudando de Dios luego de que si volvemos nuestros ojos, EL nunca nos ha fallado en el pasado. Cuidado, no sea que EL nos cobre esa incredulidad, ya no será un año por cada día, por la simple razón de que ya no hay tanto tiempo delante de nosotros, pero aún así, nos va a doler.