miércoles, 23 de diciembre de 2009

Y te concederá las peticiones de tu corazón...

A finales de la década de los 50s había en Nueva York dos pandillas de jóvenes que se dedicaban a robar, a delinquir y a pasar la vida lastimando las de los demás. Por un llamamiento de Dios, un predicador llamado David Wilkerson fue a ellos y les habló de los beneficios eternos de seguir a Jesús. Los resultados impresionantes de seguir la voz de Dios los puede usted leer en libros como " Corre, Nicky: Corre"; "Chiqui, no pares de llorar". Resultados ambos del movimiento que hoy es a nivel mundial: "Teen Chalenge o en español Reto a la Juventud".

Dice el Salmo 37 en los versos 4-5. "DELEITATE asimismo en Jehová, y EL TE CONCEDERA LAS PETICIONES O DESEOS DE TU CORAZON. ENCOMIENDA a Jehová tu camino, y CONFIA EN EL, y EL HARA". ¿A qué viene todo esto? Pues al hecho de que estando nosotros hoy, viviendo un clima de violencia, de limitaciones económicas, de asedio del mal, es fácil pensar o creer que si pensamos en hacer algo, lo más seguro es que fracasaremos. Pero la Palabra de Dios nos dice: NO. El JUSTO, será escuchado; el JUSTO, será enaltecido; el JUSTO, será prosperado; el JUSTO, será protegido de Dios. Muchos de los que ayer fueron parte de una pandilla en Nueva York, hoy son predicadores de la Palabra de Dios, son JUSTOS.

No se desanime por lo que ven sus ojos materiales, Dios NUNCA ha dejado avergonzado a alguien que lo pone a EL primero entre sus prioridades. Somos testigos fieles, que cuando uno se afirma en Dios, todo, todo, pero todo viene a bien, y eso, sabiendo que no somos lo justos que debiéramos de ser. Dios hará que nuestra harina abunde para comer y vender; Dios hará que nuestra semilla produzca para comer y vender; Dios hará que nuestro producto tenga aceptación para comer y vender. Dios lo hará, esa es la promesa y a eso debemos aferrarnos. Solamente busquemos ser justos delante de sus ojos... y EL nos concederá las peticiones de nuestro corazón.