El mensaje de Jesucristo NUNCA FUE COMPLACIENTE. Imagínese usted que está sentado en lo que usted considera SU sinagoga (hoy SU iglesia), y llega un perfecto desconocido, alguien que nunca estudió en el instituto bíblico de su localidad; alguien que nunca caminó con los líderes conocidos de la época; alguien que no viene respaldado sino simplemente por otro desconocido, y que dicho desconocido encima se viste como si fuera un Tarzán moderno, con pieles de camello y un cinturón de cuero "curtidos en el desierto" que sabe Dios a qué olían (Mateo 3:4).
Pues dicho desconocido entra a SU lugar espiritual y en lugar de decir: Dios les bendiga hermanos, no da ni siquiera los buenos días o las buenas tardes sino les dice: "Generación de víboras"... "Hipócritas"... Vea usted el pasaje de cuando Juan el Bautista está bautizando, los pobres líderes religiosos judíos ni siquiera abrieron la boca para decir o preguntar nada, solamente se acercaron a ver cómo bautisaba Juan y éste se les queda viendo y les dice: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseño a huir de la ira venidera? (Mateo 3:7). ¿Cómo se sentiría usted de que alguien le dijera esas palabras a su líder tan querido, sólo por asomarse a ver qué está pasando en el río?
¿Cómo se sentiría usted, si el primo de éste Tarzán llega a su sinagoga y dice las mismas palabras? Y como si fuera poco se los repite 7 veces a sus líderes (vea Mateo 23:13,14,15,16,23,25,27 y 29). Y por si no se habían dado por aludidos les dice: ¡Ciegos e incensatos! en el verso 17. Si hoy, alguien predicara bajo esas circunstancias, seguro que con lo sensibles que somos... no juntamos ni doce seguidores como los que andaban con Jesús. Seguir a Jesús NO ES FÁCIL... EL lo hace fácil que es otra situación. Por algo el repetía constantemente: "Porque pesado es mi YUGO, pero LIGERA mi carga" (Mateo 11:30). ANIMO.
sábado, 27 de febrero de 2010
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