miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Por qué es tan difícil seguir el evangelio?

Jesús dijo. "Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos" (Mateo 22:13). Esto significa que Dios nos da por lo menos una oportunidad en la vida para oír, para ver evidencias, para que alguien nos explique, o para tener un contacto personal con EL, pero somos nosotros los que tomamos la decisión de seguirle o no seguirle. Son muchos los que predican a Jesús y su evangelio con frases como: "Venga al Señor Jesús y todos sus problemas se acabarán", "Siga a Jesucristo y su vida se arreglará para siempre", "Jesús es la solución a sus problemas". Pero hemos de entender que éstas frases, expresadas así, son verdades a medias y su efecto es pasajero.

Ciertamente Jesús vino para derramar su sangre por todos aquellos que quisieran seguirlo para ser salvos (Juan 3:16); ciertamente, si seguimos a Jesús nuestros problemas tendrán solución, pero no se acabarán. Y, ciertamente, Jesús es la solución a nuestros problemas pero nosotros tenemos qué hacer nuestra parte, pues Jesús, no vino a hacer el papel de mago ni a trabajar con magia. Pablo lo explica muy claramente en el libro de los Hechos 14:22: "Es necesario que a travéz de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios". Más claro no podían predicarnos el evangelio.

Si alguien predica el evangelio sin el ingrediente del sufrimiento incluido, simplemente está predicando OTRO evangelio pero no el evangelio de Jesucristo. Por eso es que, muchos sienten y perciben el evangelio pero como dice la parábola del sembrador (vea Marcos 4:3), cuando vienen los problemas y las angustias entonces se retiran. Hemos de entender que Jesús sufrió por el evangelio, los discípulos sufrieron por el evangelio, Pablo sufrió por el evangelio, los primeros cristianos sufrieron por el evangelio... la pregunta es ¿Quienes somos nosotros para seguir el evangelio y no sufrir? ¿Una excepción?... no lo creo. Por eso es que es difícil seguir el evangelio.