martes, 12 de mayo de 2009

Inmunes no... guardados sí.

La gran mayoría de personas que dicen seguir a Cristo, se asombran cuando algún mal llega a tocar la puerta de su casa, y no se les puede culpar por varias razones, una de ellas es que por naturaleza humana a nadie le gusta sufrir, ésta, hasta cierto punto es una situación incontrolable, pues es algo inherente en el corazón de cada persona. Sin embargo, hay otra razón muy poderosa por la cual los seguidores de Cristo no aceptamos el sufrimiento, y esa sí es controlable, y es porque hemos sido mal instruidos por líderes que no conocen bien la palabra y por lo tanto tampoco la predican bien. Nos explicamos.

Muchos líderes por interéses que no viene al caso mencionar, enseñan a sus ovejas a pensar, a creer, y a vivir con la idea de que al venir a los pies de Cristo "todos sus problemas serán resueltos como por arte de magia". Hemos de enteder que Cristo fue el redentor del mundo, no el mago de cuyo sombrero salen conejitos a diestra y siniestra. Jesús cuando instruyó a sus discípulos, los instruyó de tal manera que éstos sabían perfectamente a lo que se metían al seguirlo. Cuando hubo problemas les dijo: ¿Queréis iros también vosotros?; cuando los eligió les dijo: Tomen su cruz y síganme; y cuando estaba por partir oró al Padre: No te pido que los saques de éste mundo, sino que los guardes de él (Juan capñitulo 17).

Los grandes hombres de fe como David sabían esto a la perfección, David dice en el Salmo 34: Claman los JUSTOS (o sea se está refiriendo a toda persona redimida por Dios por medio de Jesucristo) y Jehová oye, y los libra de sus angustias. Estamos acostumbras o mal enseñados mejor dicho, a recibir bendiciones positivas de Dios, pero no nos gustan las bendiciones negativas de Dios. Pues hemos de entender que cada vez que nos sucede algo que nosotros creemos negativo, también trae bendiciòn. Y si lo duda, investigue en dónde estaba Pablo cuando escribió casi todas sus epístolas y descubrirá que habló de paz, de gozo, de alabar a Dios, de estar agradecidos con Dios, de las grandes bendiciones de Dios.... estando PRESO. Con razón Romanos dice: TODAS LAS COSAS AL CREYENTE, LE SON PARA BIEN. Ser seguidor de Cristo, llamarse cristiano, ser cristiano, no nos hace inmunes a las angustias sino nos hace acreedores a que EL nos acompañe y nos guarde en medio de esas angustias. Mire cómo cierra David el Salmo 34: Muchas son las aflicciones del JUSTO, pero de todas ellas lo librará Jehová.