sábado, 30 de mayo de 2009

Mas los justos verán la ruina de ellos.

En éstos tiempos de crisis económica que vivimos, vemos cómo hay personas (y no son pocas)que haciendo uso de métodos no aprobados por la ley de Dios ni la ley de los hombres, hacen negocios jugosos y viven mejor que las personas que respetamos dichas leyes. En otras palabras, vemos con qué facilidad muchos hacen dinero mientras que las personas que luchamos con nuestros negocios decentes, apenas ajustamos para los pagos de cada fin de mes.

Esto poco a poco, puede ir minando las fuerzas de quienes luchamos duramente para conseguir el pan de cada día; sin embargo, dice la Escritura que: "Cuando los impíos son muchos, mucha es la transgreción, pero, los justos verán la ruina de los impíos" (ver Proverbios 29:16). En otra porción de la Escritura se dice: "Las riquezas adquiridas de prisa, no duran para siempre" y que "La bendición de Jehová es la que enriquece, y NO trae tristeza con ella" (Proverbios 10:22). Por ello, es que quienes hacen riquezas fuera de la ley de Dios, o no les duran las riquezas o no duran ellos, mueren muy jóvenes o muy pronto.

Abraham es un típico ejemplo del justo que mira caer a los impíos, en Génesis vemos cómo luego de orar e interceder por Sodoma y Gomorra, cuyos reyes habían estado entre quienes llevaron prisionero a su sobrino Lot, son consumidos por el fuego de Dios junto con sus pueblos enteros, y Abraham "al día siguiente, dice que, por la mañana subio a la montaña y desde lo alto vió el humo de la destrucción de dichas ciudades" (vea Génesis 19:27-28). No nos rindamos por luchar decentemente, esperemos la bendición de Dios para nosotros, que, aunque sea poco a poco no traerá ni maldición ni tristeza consigo, y sin embargo durante esa espera miraremos la caída de los impíos.