viernes, 17 de abril de 2009

No os hagáis tesoros en la tierra.

El Sermón del Monte, quién no ha escuchado un comentario o un mensaje de ese famoso sermón que Jesús diera, casualmente no en un fastuoso templo sino en una simple y sencilla montaña (ver Mateo 5:1). Un sermón que nos encierra todas o casi todas las enseñanzas básicas que un creyente debiera cumplir, para llegar al máximo galardón al que hemos sido llamados: "alcanzar la estatura del varón perfecto, esto es, la estatura espiritual de Cristo" (ver Efesios 4:13).

En ese sermón Jesús nos dice el camino de una vida sencilla, de una vida humilde, de una vida dedicada, de una vida de conformidad, de una vida de sacrificio, y de una vida de agradecimiento que se debe de llevar para algún día alcanzar la estatura espiritual de Cristo. ¿Esto quiere decir que el que cumpla con todo esto llegará a ser Dios, puesto que Jesús (el hijo del hombre) se convirtió en el Cristo (el ungido, el Hijo de Dios)? No lo sé ni lo estoy predicando. Lo que sí puedo decir es que creo que las personas que cumplan con éstos requisitos serán aquellos famosos y esperados 144,000 varones perfectos que la creación anhela y espera, vengan al final de la era (vea Romanos 8:19 y comparelo con Apocalipsis 7).

Estos 144,000 son Hijos de Dios que no se salieron del cautiverio NUNCA, éstos Hijos de Dios son los que con abnegación sobrellevaron los embates de la vida, tal y como Dios la planificó para ellos, éstos Hijos de Dios JAMAS pensaron en tirar la toalla, jamás pensaron en que lo que Dios les había enviado, a pesar de que a juicio propio y de muchos era injusto y doloroso, jamás hicieron por meter el brazo de carne, esto es anteponer sus deseos, sus comodidades, sus ideas, sus caprichos a los planes de Dios para con ellos. Estos son 144,000 Hijos de Dios muy especialmente preparados en el crisol del dolor humano, tal como lo hizo EL, tal como lo hicieron los discípulos, tal como lo hizo Pablo. Me encantó el devocional del predicador David Wilkerson de hace ocho días que titulaba: El Ministerio del sufrimiento, en donde hablaba precisamente de éste tema. Qué duro va a ser para muchos creyentes ( o al menos qué decepcionante), el haber rechazado ésta doctrina. Quizás por ello fue que Jesús dijo tan tajantemente: No os hagáis tesoros en la tierra... pa no tener allí vuestro corazón.