martes, 17 de febrero de 2009

Podemos creerlo y decirlo, pero seguir sin serlo.

Una persona puede creer que es bombero, puede decírselo a todos con los que tiene una comunicación, puede incluso conocer de apagar incendios, de dar los primeros auxilios, y hasta puede que haya recibido entrenamiento para ser bombero, pero cuando llegue vestido de bombero a la estación, los bomberos sabrán que lo que tienen enfrente es una persona "disfrazada de bombero" porque ellos no lo reconocen como compañero.

Muchas personas van a pasar una verguenza similar el día que el Señor Jesús retorne pronto a ésta tierra, pues durante mucho tiempo se han creído cristianos, le han dicho a muchos que son cristianos, pueden actuar incluso como cristianos, tienen algunos conocimientos o muchos de lo que es un crisitano, hasta hay algunos que están mezclados entre los cristianos, es más, hay quienes lideran a grupos que se dicen cristianos, pero cuando lleguemos a la estación los que sí son cristianos sabrán que ellos no lo son. Jesús nos explicó éste proceder en la parábola de la cizaña.

En lo natural la hoja de la cizaña es tan pero tan parecida a la del trigo, que aún si usted es un experto en siembra de trigo, se equivoca al querer identificarlas. Por ello fue que Jesús en dicha parábola dijo: "No arranquèis la cizaña todavía, no sea que también arranquéis el trigo, esperad a la cosecha, y entonces la arrancaréis" vea Mateo 13:29. Pero lo más tremendo es que dice que la cizaña irá al fuego, mientras el trigo a la mesa. Podemos creer que somos cristianos, podemos decirles a todos los que nos rodean que somos cristianos, pero podemos seguir estando sin serlo y cuando Jesús venga, todos sabrán que lo que teníamos era un disfráz de cristiano.