viernes, 27 de noviembre de 2009

La letra pequeña en los Pactos con el Señor.

Muchas personas acostumbran hacer y firmar "pactos o tratos" con los hombres, y pocas veces se preocupan por leer lo que la letra "pequeña" de esos contratos dice. Por ello, cuando se presentan ciertas circunstancias se llevan los sustos de sus vidas, y las angustias continúan o se acrecientan, pues en los pactos con los hombres lo que la letra "pequeña" dice, son generalmente, los compromisos "más grandes" a los que esa misma gente se compromete.

En los pactos con los hombres usted lee en letra "GRANDE" los beneficios, pero en la letra "pequeña" están los "peros o los contras" de esos beneficios. Le pongo un ejemplo, usted compra una membresía para un "resort", y en letra GRANDE le dice que cuando usted ya no quiera o ya no pueda seguir pagando lo puede hacer que de todas formas usted goza de ésto y de lo otro. Pero en letra "pequeña" que es la usted no lee, dice que "entonces" usted acepta ya no tener éste, aquél y el otro beneficio, pero "acepta" seguir pagando "sólo" tanto de efectivo. En otras palabras, el compromiso de ellos, si eso llegara a pasar, es "limitado al mínimo" pero el suyo sigue casi que con las mismas condiciones de pago pero con mucho menos beneficios.

En los pactos con Dios la situación es, y en mucho, diferente. Dios con letra GRANDE nos pone los "beneficios", y con letra "pequeña" los contras. Juan 3:16 dice en letra GRANDE: "PORQUE DE TAL MANERA AMO DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU HIJO UNIGENITO, PARA QUE TODO AQUEL QUE EN EL CREA, NO SE PIERDA MAS TENGA VIDA ETERNA", y en letra "pequeña" dice en Juan 3:18: "el que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado". El salmo 50:15 dice en letra GRANDE: "CLAMA A MI, EN EL DIA DE LA ANGUSTIA; Y YO TE RESPONDERE", y en letra "pequeña" le dice al impío: ¿qué tienes tú que hablar de mis leyes, y qué tomar mi pacto en tu boca?. Meditemos.