domingo, 30 de agosto de 2009

Herramientas para subir al Monte.

La expresión "subir al Monte" es desde la antaña israel el concepto utilizado para "entrar a la presencia de Dios", antiguamente solamente el Sumo Sacerdote estaba autorizado a hacerlo, si alguien que no tuviera ese rango lo hacía, moría instantáneamente. Es más, el Sumo Sacerdote entraba solamente una vez al año a hacer expiación primeramente por sus pecados, y luego por los del pueblo (Hebreos 9:7). El sacerdote tenía que entrar con una soga amarrada a su pierna, por si en caso sus pecados ocultos no fueran perdonados por Dios y él moría en ese lugar, era halado sin necesidad de que nadie más muriera por entrar a sacarlo.

Sin embargo, hubo personas que amaron tanto a Dios que esa norma no fue aplicada a ellos, el caso más claro que la escritura nos presenta es el del Rey David, quien hasta comió los panes de la proposición y no murió (1era. Samuel 21:1-5). Y también por ello, el Señor se preocupó de dejarnos una guía, un mapa o una herramienta, para que podamos estar en su presencia todos los días. Leemos en el Salmo 24 y versos 3 y 4, lo siguiente: ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Quién estará en su lugar santo? y las respuestas son: "El limpio de manos y puro de corazón", "El que no ha elevado su alma a nada vano", y, "El que no ha jurado con engaño".

Dios en su inmensa misericordia nos ha dado a su hijo unigénito para que muriera por nuestros pecados, todo aquél que invoca su nombre ES salvo y tiene derecho a estar en la presencia de Dios. Pero, ¿Y los que no lo conocen? ¿Los que no han tenido la oportunidad de escuchar el precioso nombre de Jesucristo? Para ellos, el Salmo 24. Con sólo que una persona busque ser limpia de manos, limpia de corazón; con sólo que una persona no busque los placeres de ésta vida, no se sacíe con ellos, y, con sólo que una persona no mencione el nombre de Dios en vano, puede subir al Monte, puede llegar a la presencia de Dios. Y si cree que esto es un invento, entonces le preguntamos ¿Cómo cree que hizo usted cuando era impío, para sibir al monte y que Dios lo escuchara?