jueves, 18 de marzo de 2010

Justo parece el primero que aboga por su causa.

Un gran maestro de la Palabra de Dios nos enseñó en el Instituto Bíblico una lección preciosa para cuando uno tiene, como consejero, que escuchar y juzgar una causa: "JAMAS OIGAS UN SOLO LADO DE LA VERSIÓN". El nos decía, cuando haya algún problema en una pareja, escúchenlos juntos. Cuando haya un problema para una persona sola, investiguen.

Sabio consejo, luego de veinte años de seguirlo hemos podido comprobar que si uno sólo escucha a una de las parejas, el Proverbio con el que titulamos hoy el mensaje se cumple: "Justo parece el primero que aboga por su causa, PERO viene su adversario, y le descubre" (Proverbio 18:17). Para poder emitir una opinión sobre algo, un consejero debe conocer TODA la verdad, pues ese consejero emitirá su juicio según lo que tiene sobre la mesa, mal consejero sería si emitiera su juicio sobre "suposiciones". Igualmente cuando una persona sola se acerca a pedir consejo, si no dice TODA la verdad, su respuesta será TAN verdad como sus comentarios. Hablándo en términos matemáticos diríamos que la solución de un problema es porcentualmente proporcional a la verdad que emitamos al consejero. En otras palabras si sólo escuchamos una parte de la moneda en el caso de una pareja, emitiremos sólo la mitad del juicio. Y mal base de decisiones le damos a una persona sola si no investigamos toda la verdad.

Acaso el ejemplo más clásico de la emisión de un juicio para encontrar la verdad, la encontramos en un pasaje de la vida del Rey Salomón. Cuando dos mujeres se le acercan diciendo que el niño muerto pertenece a una de ellas y el vivo a la otra. La primera que habló parecía convincente, pero cuando la segunda emitió su opinión, Salomón tomó la más sabia decisión. Quizás de allí nos venga el término de "decisiones Salomónicas", pues la medida a tomar era drástica pero efectiva. Cuando él dijo maten al niño vivo y dénle la mitad a cada una, la verdadera madre abogó por la causa justa, y el resultado fue un juicio que dió vida y no muerte. ¿Entendemos la parábola? Si queremos un juicio para nosotros que de vida... contemos toda la verdad, de lo contrario el juicio traerá muerte.