martes, 22 de diciembre de 2009

El justo es librado de la tribulación.

Mucho pueblo de Dios actualmente vive confundido, y vive confundido porque sus líderes no lo guían bien, y por que ellos mismos no investigan, no estudian, no buscan personalmente a su Dios. Muchos son, dentro del pueblo de Dios, los que van a los servicios solamente los días domingos, y ciertamente, van con devoción y guardan la Palabra allí escuchada, pero sólo eso hacen.

De la misma forma que una persona necesita comer tres veces al día, así todo creyente necesita comer todos los días la Palabra de Dios. Con más razón si es un reciénacido en los caminos de Dios. ¿Acaso un bebé no come seis o siete veces en un día? ¿Cómo esperamos crecer físicamente si no comemos? ¿Cómo esperamos crecer espiritualmente, si vivimos de lo que otros comen? Cuando buscamos personalmente a Dios todos los días, El mismo nos va instruyendo, El mismo nos dice qué hacer en el día, El mismo nos dice cómo actuar en tal o cuál situación. Convertimos nuestra caminata en una "relación personal con Dios", no en una simple "religión de preceptos, tradiciones y costumbres". Un ejemplo de la confusión en la que viven muchos creyentes: "Están seguros que la tribulación no los tocará". ¿Y por qué? Porque alguien les dijo que leyeran Proverbios 11:8 que dice: "El justo es librado de la tribulación".

La palabra tribulación utilizada allí, es "CHALATS" que no significa precisamente "ser quitado" de en medio, sino ser "guardado", "ser hecho fuerte", "ser equipado", "ser armado". Pruebas de que el justo NUNCA es quitado de la tribulación pero SIEMPRE es guardado, hecho fuerte, es equipado, o armado, las vemos en cómo Noé pasó el Dilubio; cómo el pueblo de israel pasó las plagas; luego pasó el cautiverio; cómo los discípulos fueron perseguidos, etc. pero todos fueron guardados, hechos fuertes, fueron equipados, fueron armados para el objetivo para el cual Dios los tenía predeterminados.