sábado, 30 de enero de 2010

¿Por qué sufro Señor?

La pregunta y la respuesta del millón de dólares. Mucha gente que sigue a Jesús ha sido convencida de que, cuando uno llega a los pies de Cristo: TODOS LOS PROBLEMAS SE ACABAN. Esa, es una doctrina falsa y perversamente utilizada por algunos predicadores para llenar sus iglesias. No es ni el evangelio ni la doctrina de Jesucristo.

"Estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hayan" (Mateo 7:14). "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame (Mateo 16:24) Palabras del mismo Jesucristo. Pablo más adelante dijo, luego de haber comprendido el evangelio de Jesucristo: "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios" (Hechos 14:22b). Si alguien le dijo a usted que al llegar a los pies de Cristo sus problemas iban a desaparecer, le mintió. Porque no desaparecen, lo que sucede es que EL mismo lo acompaña para que los problemas tengan una solución. En 29 años de caminta cristiana no conocemos un creyente que no tenga problemas, lo que sí conocemos y hemos experimentado es cómo Jesucristo ha ayudado a todos aquellos que tienen problemas a resolverlos favorablemente, eso sí.

Toda la humanidad está condenada al sufrimiento, unos más unos menos, pero todos hemos de sufrir, pues es la lógica consecuencia del pecado del Edén (Génesis 3:13-19). Esa fue la sentencia de Dios tanto para el hombre como para la mujer. Pero, es muy diferente andar por éste mundo por la puerta y el camino ancho del egoísmo y el egocentrismo, que nos lleva a la perdición; que ir por el mundo por la puerta estrecha y el camino angosto que nos lleva al reino de Dios. Meditemos.