viernes, 22 de enero de 2010

Cuando Dios estorba los privilegios.

Dios reparte dones y privilegios a cada uno de sus hijos, dicho sea de paso, muchas discusiones se forman alrededor de si la famosa "pre-destinación" es pre o post confesión de fé, hoy, no nos ocuparemos de ello. Lo que nos interesa es tratar de saber o conocer, cuándo o por qué, Dios retarda, limita, o cierra los privilegios que nos da.

Lo vemos muy claro en la vida de Saúl, cuando NO obedece la voz de Dios con respecto a destruir todo lo que se refiere a los Amalecitas. Saúl pierde el derecho al reino, le es quitado ese privilegio que con tanto gusto le había dado Dios, muy a pesar de que su voluntad no era que Israel fuera como todos los pueblos. Y ¿Por qué le quita el reino? La misma escritura nos lo dice: ¿Se complace tanto Jehová en los holocaustos y víctimas, como en que se OBEDEZCA A LAS PALABRAS DE JEHOVA? Ciertamente el OBEDECER es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros" (1era. Samuel 15:22). Nada ofende más a Dios que el que nos diga que hagamos algo y no lo hagamos. Aún y cuando, luego de nuestro pecado o falta hagamos derroches de sacrificios, de penitencias y perdones.

Lo vemos como humanos en lo natural, si usted es dueño de un negocio o industria ¿Con quién se complace más, con un empleado que sigue las indicaciones o quien es rebelde? ¿Cuál de los dos empleados llegará con el tiempo a ser su mano derecha, el que hace lo que usted sabe que es lo correcto, o quien dispone, descompone y luego se disculpa? A Dios no lo agradamos tanto repartiendo a diestra y sinietra holocaustos o sacrificios, sino haciendo lo que a EL le agrada que hagamos, y lo que le agrada es que hagamos lo que nos dijo que hiciéramos. La escritura es clara ¿Quién es el que peca delante de Dios? El sabe hacer lo bueno y NO LO HACE (Santiago 4:17). En ese momento es cuando Dios estorba los privilegios.