lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Cómo sabemos que alguien nació de nuevo?

"De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de los cielos". Palabras que Jesús le dijere ni más ni menos que a un "maestro de la palabra en Israel", el fariseo Nicodemo, vea Juan 3:1:19. En donde vemos varias lecciones interesantes.

La primera, en la vida espiritual vamos a encontrar personas y aún maestros y líderes que no saben ni dónde están parados, que ya sea por ignorancia o por conveniencia, estarán enseñando lo que conviene a sus necesidades materiales pero no lo que conviene a los interéses espirituales de las ovejas (verso 10). Segundo, solamente cuando se tiene un encuentro personal con Dios, entiéndase con Jesucristo, se puede llegar a nacer de nuevo espiritualmente hablando, (versos 14-16). Tercero, solamente cuando se cree en ese Salvador, se nace de nuevo (versos 16-18). Cuarto y final y no por ello menos importante, de ese encuentro en adelante, la persona en cuestión "practica la verdad" y viene a la luz, y así es manifiesto que sus obras son hechas por Dios (verso 21). En otras y simples palabras, la persona tiene o sufre un cambio interno que lo lleva a cambiar externamente sus obras, su qué hacer, y hasta sus metas.

Hasta los apóstoles nacieron de nuevo cuando Cristo les preguntó: ¿Y ustedes, de quién dicen que soy Hijo?(ver mateo 16:15-16). Y, desde que Cristo los eligió en Mateo 10 cerca del año 26 de nuestra era hasta cuando terminaron su carrera cerca de los años 95 o 100, ellos fueron "otros" varones. Sus frutos dieron testimonio de que ellos sí nacieron de nuevo, que Pedro hasta negó al Señor, es cierto. Que Juan y Jacobo eran iracúndos, es cierto. Que Pablo también era de carácter fuerte, es cierto, pero en términos generales sus frutos fueron otros, su forma de vida cambió radicalmente, "practicaban y luego predicaban" no como los fariseos y religiosos de todas las épocas, que predican pero no practican, palabras de Jesús en mateo 23.