viernes, 7 de agosto de 2009

¿Cuándo mostramos la fe?

La fe es algo intangible, no lo podemos tocar pero sí lo podemos medir. Extraño suceso pero así es. Cuando estamos en una situación angustiosa, frente a la limitación, frente a la enfermedad, frente a la muerte quizás, entonces queremos exprimir nuestra fe haciendo grandes y profundas oraciones. Tenemos hasta extremas demostraciones de esa fe que decimos tener. Pero, ¿Qué hacíamos cuando todo iba bien? ¿Teníamos esas mismas expresiones o demostraciones o nos dedicábamos a los placeres, olvidándonos de Dios?

La fe la debemos mostrar siempre. Los grandes hombres de fe igual mostraron su actitud estando lo más controlados posibles en las situaciones difíciles o cuando estaban bien. Abraham mostró su fe cuando cinco reyes se llevaron cautivo a su sobrino Lot, Abraham no era un guerrero, sin embargo armó 318 hombres valientes de entre sus criados, y con ellos venció a cinco reyes belicosos y abusivos (Génesis 14:14). ¿Y que hacía Abraham en tiempos de prosperidad? Levantaba altares de gratitud (Génesis 12:7-8). En el libro de Habacuc leemos una actitud modelo de fe, cuando éste ora así: "Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales... CON TODO, YO ME ALEGRARE EN JEHOVA, Y ME GOZARE EN EL DIOS DE MI SALVACION" (Habacuc 3:17-18).

Esa es la fe que debemos mostrar los hijos de Dios, una fe en las buenas y en las malas. Una fe que le diga al mundo y especialmente a Dios: "Dios mío no importa si me prosperas o no me prosperas, no importa si estoy sano o estoy enfermo, no importa la situación en que me pongas... CON TODO, YO ME ALEGRARE EN TI, PORQUE TU ERES MI SALVACION, cualquier otra situación es ganancia.